San Martín de Trevejo - Caceres

Tio Sindo fué carpintero
con su cepillo y sus brocas
con escuadras y garlopas
su banco y sierras,de acero,
fué tambien..un caballero,
con lijadora y punzón
alma,vida y corazón
del serrucho y del martillo,
de tanto ser,fué un gran pillo
más que bueno...bonachón...

Hizo ruedas de castaño,
para los carros de niños
y lo hizo con cariño
con los amores de antaño,
han pasado muchos años...
y lo veo,junto a la sierra,
en su banco,el de la guerra
trabajando la madera
entre troncos y encimeras...
..su vida...a la que se aferra..

Pino,caoba y castañao,
cedro,haya y palo rosa
iba su mano,amorosa,
mimando..sin hacer daño...
su horario fué de ermitaño,
familia,trabajo,humor..
y el ruido perturbador
de las máquinas,serrando,
y un asesino...matando....
el serrín obturador.

Ya,duerme allá,con mi carro,
quizá,despierto,en la Gloria,
siempre fiel a su memoria
es su recuerdo un desgarro,
de corazón tan bizarro
si es que en la Gloria,éso existe
estará contando un chiste
o haciendo,quizá,una rueda..
la mejor...fina...de seda....
la del jemplo que diste...


Me contaban que un día foi alguén,o picarón de sempris,a vendeli marcus alemás y le idía que ca cen marcus que le cambiara por pessetas le feya un descontu,y le dixiu tiu Sindu :"Bueno pues dígame cuantos marcos le tengo que comprar para que me salgan gratis".

Tiu Sindu:
Que boa persoa foi, sempris traballandu con humor. O millor amigu de mei pairi. Cuantus recordus teñu en aquela carpinteria , y cuandu me fidu as roas pa un carru que nunca chigui a acaval, y sobre to , me acordu en a porta de o cini que sempris me deixaba colarmi cuandu ya habia empezau a pelicula y ya nun estaba tiu Marcilinu.

Me alegru de que te hayas acordau de él, porque tamen se mereci un bo homenaixi.