Villar de Corneja - Ávila

LA SIEGA A MANO
Fausto Díaz rescatando las tradiciones,
terminando la siega de centeno, el 25 de junio de 2003 en la finca alto de los morales en el camino de San Jorge al oeste de Tres Cantos, cerca d la casa de balde ganar del monte del Pardo, hoy termino municipal de este municipio; anteriormente de Colmenar Viejo. Le vemos junto a su amigo propietario de la finca Pedro Martín Sanz con 83 años segando con gran soltura, así como sus nietos, José y Pepe qué son buenos alumnos y manejan la hoz muy bien, José, además es un buen atador. A continuación lo hacinamos que es hacer montones. Todo se hizo como hace siglos, hacinar era para facilitar la carga a los carros y cargar haciendo pocas paradas.
Historia de Colmenar recuerdos de ayer. Hoy nos detenemos en este bonito acontecimiento que es la siega. Los que somos de ayer y lo conocimos lo recordamos con mucho cariño y nostalgia agridulce porque aunque era un trabajo muy duro son recuerdos de nuestra juventud, llena de ilusiones
y de vida. Nos parecía entonces el único medio para poder comer. Si no se trabajaba la tierra no había harina ni buen pan, ya que no había casi industrias. Casi todos éramos trabajadores del campo y ganaderos.
¿Como se llega a la siega? Primero se labra la tierra que se llama alzar, que es arar por primera vez después de recolectar la cosecha, podía ser con arado Romano, con cuatro orejeras y dos si se dejaba para binar, o con vertedera esta era y es metálica y da la vuelta a la tierra, es decir lo de debajo la pone arriba pero no hace surco lo deja llano, por lo cual había que dar otra vuelta con el arado Romano, para hacer surco. Otra de la faenas era binar es cachar el surco en dos con lo cual se consigue hacer el caño donde estaba el surco con lo cual cambian de sitio la siembra a un lugar más descansada la tierra. Este arado es madera y reja de hierro. A veces se deja descansar la tierra un año que se llama de barbecho para que quede limpia de malas hierbas y quede esponjosa y mullida A veces se sembraba dos años seguido y uno, de barbecho, dependiendo de la calidad de la tierra. los labradores generalmente daban tres vueltas a las tierras que se destinaran a trigo o cebada con un arado Romano y una yunta de bueyes o mulas y se hacía desde primeros de Febrero a últimos de Junio. Se sembraba con las primeras lluvias de Otoño ó sea la sementera. Para el centeno y algarrobas se daba dos vueltas, para los garbanzos se daban tres vueltas desde Febrero a Marzo y se sembraban con la última vuelta en Abril, rejacándolos en Mayo.
Que alegría ver trigales, trigales de rubias espigas llenas de dorados granos. Pensar que eso traerán el pan a nuestras manos.