Mombeltrán - Avila

El primer año de mandato y las fiestas patronales, en efecto, pasaron, pero no sus consecuencias. Todo ello, no obstante, un mes después permanece imborrable en la memoria de muchos villanos. Por ejemplo, se gastaron un dinero en “pelotaris” foráneos, pero la afición a la pelota no ha vuelto, aunque el concejal del asunto siempre lleva la carpeta encima para apuntar a los valientes, si los hubiera, que han vuelto a jugar a este deporte anacrónico. Sin embargo, en el frontón solo "triunfa" el séptimo arte y no siempre!

Otro ejemplo. Regalaron discrecionalmente una calle para mayor gloria y gozo de los “sociolistos” y de los “cachorros” de los caciques que ya apuntan maneras y poses. Unos y otros, ya no se manchan el calzado de polvo o barro, suben con sus coches hasta sus guaridas, aunque la “basura” que meten en casa es, digámoslo, de otro tipo. Aunque vecinos todos, y todos beneficiarios, nunca bien avenidos, puesto que los intereses a medio y largo plazo son incompatibles. Unos y otros no se olvidan de que PPP y los suyos los estorban para llevar adelante sus planes inconfesables. Por todo ello, intrigarán y malmeterán para, llegado su momento, asaltar la poltrona municipal villana. Ellos solo piensan en el próximo mordisco a lo común y/o a lo privado, si el ayuntamiento los ayuda con otra coartada, así como en la próxima refriega que está por venir. Unos y otros, como buenos “nacionalistas-localistas”, solo se centran en que la próxima tajada sea lo más grande posible y gratis total. Por naturaleza, son insaciables, como sus “maestros”, porque lo mamaron desde la cuna. Lo suyo nunca fue, es o será pagar el precio justo.

Otros villanos pueden decir y pregonar que el amor de una madre no tiene precio. ¿Seguro? No hay que olvidarse que nuestras madres pagaron un precio alto por nosotros, a saber: nueve meses con todos los malestares, su ego (su figura), el parto y lo más duro: sacar adelante a la criatura, y quizá a la prole, en un pueblo con pocas o nulas oportunidades. ¿Seguro que todo ello no tiene precio realmente? Otros villanos, quizá románticos o ilusos empedernidos, dirán que el amor o la relación de pareja, no tiene precio. Los hechos y las estadísticas, desgraciadamente, los desmienten. Dos de cada tres parejas, fracasan. Y el resto, solo comen perdices contadas veces y por supuesto, no todas las noches son "Nochebuena". Los villanos con principios o ideales inamovibles dirán, sin embargo, que sus principios o sus ideologías, no tienen precio. No sé yo si habrá alguno después de lo que vemos a diario en el patio local, comunitario, nacional, europeo o mundial que pueda decirlo y defenderlo en voz alta. Por consiguiente, podemos llegar a la conclusión de que si, efectivamente, "todo en la vida tiene un precio”, incluida la muerte, como diría Clint Eastwood desde la pantalla del frontón municipal. Creo sinceramente que todo lo que quieras hacer, y al momento que quieras llegar, al lugar en el que quieras estar y el estado económico-financiero, emocional y espiritual que quieras tener en la vida tiene un precio. Y por ello es una verdad casi universal que: "absolutamente todo lo puedes lograr, si aprendes a pagar el precio por ello".

Sin embargo, me parece importante recalcar llegados a este punto que uno de los precios más caros que pagamos directamente los villanos viene por la incompetencia de los que nos gobiernan. Todas las buenas experiencias que no hemos vivido y compartido, todos los momentos, lugares y cosas que deseamos como sociedad pero que no las tenemos, ni sabemos ni adivinamos cómo los que están ahora lo pueden conseguir, son el precio que pagamos por el conformismo y la mediocridad que nos rodea. ¡Un precio altísimo a mi parecer!

Por último, me gustaría saber qué pasa con las actas de los últimos plenos que no se publican en la recién estrenada web municipal. Por favor, PPP dile a alguno/a de tus subordinados/as o de los colaboradores del “cibercentro” que os enseñe a subirlos a la aplicación municipal. Concejal del "asunto y de carpetas variadas bajo el sobaco", menos pelota (y pelotas alrededor) y más informática, aunque sea nivel de usuario. ¡La ocasión la pintan calva! Ésta es una oportunidad inmejorable para realizar un taller municipal de informática (¡y no de calva!) y adquirir conocimientos básicos y algunos juegos, quizá los haya de pelota o de frontenis -a falta de juegos de verano para los niños- o incluso de pádel, o de fútbol para jugar virtualmente con un equipo con los colores de la extinta “Agru” a la que tanto ayudasteis a caer y finalmente a desaparecer. Tal vez, los distribuidores de zona (de bebidas, combustibles y otras sustancias) con los que colaboráis habitualmente puedan ayudaros amablemente a conseguirlos, pero no gratis, porque todo en Mombeltrán, lamentablemente, tiene siempre un precio. Por lo visto durante el primer año y las fiestas patronales, un precio demasiado alto. Pero, ¿¡qué cosas en la vida villana no han tenido, tienen o tendrán un precio!?

Por todo ello: ¡¡¡No habrá paz villana para los malvados!!!