Zardaín - Asturias

Cuando lo Oculto, permanecía acallado en el Vacío, la existencia y la Nada estaban confundidas. Samsara y Nirvana no tenían sentido. Cuando el loto se abrió, y el universo quedó revelado, la Divina Esencia se manifestó como inalterable Realidad y Forma en potencia. Del corazón del loto surgio una inefable fragancia, dando lugar a infinitas variaciones de energía, con sus imnumerables mundos.... Desde entonces Prana, late en todo el universo, como principio de vida, impulsado por el sagrado sonido del Om, Mani, Padme, Hum, Hrim. Cuyo eco se viene repitiendo incesantemente para bien de todos los seres sensibles. Cuantos integramos los seis mundos de la existencia, somos destellos de la infinita luz manifestada, que yace, como permanente Realidad, bajo la multiplicidad de la transitoria forma. Sus vibraciones intentan hacernos tomar conciencia de la Mente Única, frente al Yo ilusorio, centro de la vida Kármica, y de la dudécuple cadena del origen condicionado. Cuando esa Conciencia surge, Maya, deja de ser ignorancia, para quedar entrañada de la Verdad, comprendemos el divino juego del Loto abierto, con sus imnumerables criaturas, y la necesidad de morir y renacer porque se ha nacido, desaparece, para adentrarnos en el Vacío, en el Nirvana, y alcanzar la identidad, con lo Oculto y no manifestado.