Zardaín - Asturias

Son las 5 de la mañana y pienso que hoy dia 30 de Agosto en Navelgas estarán de fiesta de la Caridad..... Pero yo voy a seguir a lo mio, aún a riesgo de caer pesado, (que alguien me lo diga) y voy a continuar acordándome de la escuela de Morados. Aquellos pupitres con el agujero para el tintero, aquellas vitrinas con libros con títulos como La Odisea, La Iliada, La Eneida, Hernán Cortés, Francisco Pizarro, aquel encerado donde se hacían las cuentas de dividir y los quebrados, aquellos mapas, físicos y políticos.
Cuando el maestro decía, "al Mapa" más de una vez me he meado por los pantalones y no estoy exagerando, pues te hacía recitar de carrerilla todos los ríos, lagos, montañas, mares, penínsulas, cabos, golfos,islas, y demas zazandajas. Y para que veais que me lo aprendí bien, os voy a recitar los rios de Europa. El Pechora, Mezén, Dwina, Onega, Rhin, Sena, Loira, Garona, Danubio, Dniester, Dnieper,Elba Po,Ródano, Vístula, Oder, Volga y Ural. Y cuando despues de entrar del recreo te ponía una cuenta de dividir y tenías que ir a ver si estaba bien hecha y te hacían la prueba del nueve, ¡que tensión!, pues hasta que no salía bien, no te podías ir a comer, y más de uno se quedó algún dia para empalmar con la tarde.... Constante Lula
(q.e.d.) dijo que iba a ir hablar con el maestro para ver porqué su nieto no vino a comer.....
A mí se me daban muy mal las cuentas de dividr y como te mandaban una para casa, y yo no sabía hacerla, me la hacía mi vecino llamado Tito, y mi abuela a cambio, le daba un café, pero a veces la cuenta me la hacía mal, sobre todo si tenía decimales.... Cuando salíamos al recreo, los niños con los niños, las niñas con las niñas..... Ellas jugando a la rayuela, en el patio de abajo, nosotros al fútbol en el grande, o al marro....(¿alguien sabe decirme como era este juego?)
En algunas grandes ocasiones, por indicación del maestro jugábamos todos juntos al pañuelo, ¡que emoción! el juego consistía en hacer un círculo de chicos y chicas todos situados de espaldas y mirando al centro del círculo y uno o una, tenía que ir por detrás con un pañuelo y dejarlo detrás de alguien, pero que no se enterase. Si era así, iba al centro del círculo, donde te ponías colorao porque todos te estaban mirando.... Si te dabas cuenta de que te habían dejado el pañuelo detrás, salías corriendo para atrapar al que te lo había dejado.... Tu podías dejar el pañuelo detrás de quién te gustaba.... a ver si te pillaba....... En fin podía estar contando y no parar como cuando jugábamos a piedra, papel, tijera, también llamado cuchillo, media manga, manga entera, nuestros primeros juegos de contacto físico. Luego vino la televisión y los chicos jugábamos a Bonanza y las chicas no me acuerdo.....
Todo aquello pasó, todo aquello terminó, pero dejó una huella indeleble en mi subconsciente. Quizás algunos de mis compañeros de la Escuela de Morados, aquellos más listos que yo, que sacaron Beca para Corias y que terminaron una carrera, de Medicina, de Psicología o de Neuropsiquiatría, podrían decirme si soy un ser atormentado por el pasado, si padezco una patología que bien podría ser trastorno obsesivo compulsivo. Pero mucho me temo que no habrá ninguno a la escucha. Estarán demasiado ocupados con sus quehaceres... Ojalá me equivoque.

Llevo un mes, más o menos, entrando en el foro y leyendo tus relatos que, a muchos, seguro les refrescan en la memoria recuerdos de la infancia.
Puedes estar seguro que lo tuyo no es fruto de ninguna patología extraña ni tampoco consecuencia de traumas infantiles. Yo creo, porque a mí también me pasa, que los recuerdos de la infancia, sobre todo si ha sido rica en experiencias, se manifiestan cada vez con más fuerza en nuestra mente a medida que vamos cumpliendo años...
No te preocupes por la falta de respuesta a tus relatos y a tus preguntas. Seguro que hay gente que los lee y se deleita con todo lo que cuentas aunque no escriba nada porque le basta con leerte. Sigue contando cosas que a muchos nos sirve de terapia ante la cruda realidad.
¡Qué tiempos aquellos en los que éramos felices con una peseta para comprar el bocadillo en casa Conrado los días de catecismo. A mi me gustaba el de sardinas en lata... ¡¡buenísimo!! Ahora no nos conformamos con nada (¡¡ignorantes!!). La felicidad no está en tener mucho sino en saber disfrutar de las pequeñas cosas.
Hablando de la escuela de Morados, es una auténtica pena... El edificio abandonado, los cristales rotos, la puerta de entrada sin cerradura y abierta a todo el quiera pasar. El interior completamente vacío, ni pupitres, ni la mesa del maestro ni su sillón... Las vitrinas y los libros desaparecidos. Me contaron que un día, a la hora de la siesta, apareció un camión, cargó muebles y libros y demás enseres y desapareció. Parece que se lo llevaron al Ayuntamiento de Tineo. ¡¡Una pena!! Yo creo que habrá que hacer algo para recuperar ese espacio y todo lo que representa. ¿No te parece?
Por cierto, los libros de Pizarro, Hernán Cortés, etc. los donó Modesto Catalina (q.e.d), emigrante en Méjico, para la escuela de Morados y para los que en ella iniciamos nuestra formación y, ahora, lejos de nuestros pueblos, recordamos con nostalgia los días de nuestra infancia en nuestras aldeas de Morados, Zardaín,Yerbo, etc.

Preguntando por tí en Morados, alguien supo decirme algo que me hizo mucha gracia: " Manolín de la Reguera fue el único "neno" que se cayó del "carreiro" de Zardaín a la era de Fonso. Y eso que bajaban todos "desmandaos" para llegar a tiempo a la escuela". ¿Es verdad?

Un saludo a todos y a ver si se anima alguien más a escribir.

Pues efectivamente, me caí del carreiro a la era de Fonso, pero no fue por bajar deprisa. Paco el Caseiro os puede contar la verdadera causa por la que me despeñé, entre los "artos" las ortigas, y los "troxos" Las chicas se pusieron a gritar de miedo, pues la altura era considerable. Me frenó la vegetación, pero el topetazo fue de aupa, y lo malo no fue eso, si no que cuando llegué a casa y me vieron de esa guisa... fue dificil explicarlo. Los chicos y chicas de Zardaín subíamos para casa, por el "Palombar" o por "la Vachera" según estuvieran los caminos embarrados o no. Cuando había "rubiones" nos encantaba cogerlos, y ya que has nombrado Casa Catalina, alguna vez he robado alguna ciruela amarilla que tenían en el huerto de arriba casa. La escula Morados debería conservarse como tantas otras, y el Alcalde debería tomar cartas en el asunto... De todas formas vuelvo a lanzar desde aquí la propuesta que ya hize tiempo atrás. Allá por el mes de Junio, que es cuando acababan las clases, se podría organizar un encuentro-merienda de todos los que en su día fuimos alumnos. Sería una jornada entrañable donde cada uno aportaría sus experiencias, incluso hay maestras que podrían acudir. Sería una forma de rehabilitar ese lugar. A ver si cuaja la idea. Yo me comprometo desde aquí a acudir.