El despreciable Pujol. Nada de honorable, todo lo contrario, el tal "Polluelo" es profundamente despreciable por haber defraudado a Hacienda, que somos todos. Basta con el hecho de no haber pagado los correspondientes impuestos, pero ya se verá, además, de donde salió tanto dinero que tenía escondido en bancos de paraísos fiscales, y que sólo declaró, el muy pillo, cuando se vio pillado por la investigación seguida por los inspectores de Hacienda. Y todo esto cobrando, después de haber dejado el cargo, casi noventa mil euros al año, disfrutando de despacho de 400 m2 con sus correspondientes empleados, coche de lujo con chófer, y otras prebendas, todo gratis. ¡País y paisanaje!, va a ser verdad que tenemos lo que merecemos |