Subvenciones en saco roto ¡VENGA SUBVENCIONES!, ¡VENGA DESPILFARRO! Veo en el periódico de hoy que SADIM, filial de HUNOSA para la diversificación de su actividad, fue inhabilitada para administrar bienes ajenos por no defender los fondos públicos invertidos en DIASA, la empresa farmacéutica que se instaló en La Cuadriella, Turón. El monumental despilfarro y el inmenso descontrol de DIASA sólo es comparable a la enorme miopía o a la deliberada insistencia en mirar para otro lado de los representantes de SADIM en el consejo de administración de DIASA. No vieron o no quisieron ver, entre otras cosas, que en esa empresa, que recibió del Instituto del Carbón una ayuda de 3,4 millones de euros, se contrataba personal totalmente innecesario que no realizaba trabajo alguno, y que se justificaban compras de maquinaria, por precio superior al 1.221 % al del mercado, a una empresa que no tenía como objeto social la venta de maquinaria industrial. SADIM, filial de HUNOSA, es responsable por su actitud pasiva como socio y como miembro del consejo de administración de DIASA, ya que permitió una administración muy negligente y toleró el falseamiento de los requisitos necesarios para la obtención de cuantiosas subvenciones públicas. La decisión judicial impide a HUNOSA reclamar la devolución de los 2,8 millones de euros para constituir DIASA, es decir, que además de todos los millones que recibió esta empresa como subvención, también volaron los millones de HUNOSA. El caso es que actualmente DIASA tiene un pasivo de unos 21 millones de euros, que deben pagar los socios. SADIN, que es HUNOSA, tiene una participación de 40% y es responsable en esa proporción. Ya ahora ¿que?. Pues nada, pedimos más subvenciones y a esperar a que vuelva a pasar algo parecido. |