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Carcarosa - Asturias

Poblacion:
España > Asturias > Carcarosa (Mieres)
27-06-11 17:40 #8246698
Por:Jose Manuel Z.L

La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
Se sabe que Oriol estaba apostado en el bosque, oculto, seguramente esperando la aparicion de una de esas familias desprotegidas que huian de Francia, cuando oyo un siseo entre las ramas, un movimiento veloz e irregular, muy agil, como si alguien o algo antes de darse de frente con el hubiera cambiado rapidamente de trayectoria. Todo sucedio subitamente y a Oriol no le dio tiempo ni de ponerse en guardia, ni de asustarse ni de prevenir el palo, o el mordisco o el zarpazo. Sin embargo algo alcanzo a ver, algo de alguien porque distinguyio, en una fraccion de segundo, el vuelo de unas ropas, una greña, un muslo en fuga, el escorzo de una criatura del bosque, seguramente un niño de acuerdo con su tamaño y proporcion. Oriol tardo un tiempo en reaccionar, un tiempo minimo en lo que entendio que aquella criatura podria ser una oportunidad, para eso estaba ahi apostado, oculto, para tomar ventaja de alguien, asi que salio tras ella tan rapido como pudo. Estaba habituado a seguir un rastro, el tiempo que habia pasado en el bosque bajo la tutela del gigante le habia enseñado a acechar, a olisquear, a trazar mentalmente una ruta a partir de pequeños indicios, la hierba pisada, una rama partida, un cabello enganchado en la corteza de un arbol. Seguir el rastro era en realidad lo que Oriol hacia, el de las familias indefensas que huian, el de los huespedes que pasaban por la cabaña, el de las idas y venidas del gigante antes de que se lo llevaran a España, una serie de rastros que iban confirmando su rumbo, su trayectoria siempre a refujo de los demas, el rumbo del depredador que se mueve segun lo que acecha, y oliequea y persigue, ese mismo rastro que decadas mas tarde, desde el futuro remoto, perseguiria yo con mis propios acechos, olisqueos y persecuciones por ese mismo bosque, y tambien con esta actividad frenetica de ir escribiendo una palabra despues de la otra, de ir amontonando paginas escritas que al final no seran mas que eso, el rastro de los rastros de Oriol. Salio tras la criatura tan rapido como pudo, salio dando tumbos, clavando agilmente la muleta en los espacios que dejaba mas o menos libres la vegetacion. Era una zona de mucho bosque, de mucha rama cruzada que obstruia el paso y encima, como era habitual, una niebla espesa caia hasta el suelo, una niebla donde la criatura, en su paso veloz hacia lo profundo del bosque dejaba, durante un instante, su rastro pintado. Oriol salio tras ella sin saber que esa persecucion era el principio de su ruina definitiva, salio dando tumbos, como dije, tratando de abrirse paso en la vegetacion cerrada, golpeandose los hombros y los brazos contra los arboles, intentando cierta orientacion en la espesura de la niebla con una energia y una fiereza que no iba con su temperamento mas bien apatico, mas bien acomodaticio; en todo caso la decision de perseguir a este niño o lo que fuera con tanto empeño era un impulso raro en el, un chispazo repentino que le obligaba a lanzarse al vacio; cada vez que Oriol perdia de vista a la criatura y que se detenia, sudoroso y acechante, a escrutar la niebla espesa y a tratar de oir algo que le indicara que direecion seguir, esta o ese o eso pasaba corriendo ante sus ojos, a una distancia en la que bastaba estirar el brazo para cogerla de la ropa o de los pelos. Se trataba, segun los testimonios que han quedado asentados en las actas, de un juego, de un divertimiento de niño que Oriol, desde luego no veia asi, el era un depredador persiguiendo a su presa, haciendo un esfuerzo enorme para andar rapidamente con su unica pierna y la vegetacion cerrada; su carrera hacia el corazon del bosque no podia ser, de ninguna manera, un juego, tenia que ser un suplicio, un sacrificio mayor que el hacia para alcanzar lo que sea que hubiera visto en esa criatura que iba huyendo delante de el, a veces tan cerca que lanzaba un manotazo para pescarla de un brazo pero la criatua se escabullia siempre y un minuto despues, cuando Oriol se detenia para tratar de orientarse,reaparecia para dejarse perseguir; era, efectivamente, visto de manera simple, una criatura divirtiendose con un viejo tullido, pero tambien era una criatura ignorante e inconsciente que, entre juego y juego y sin darse mucho cuenta, se iba liando con ese hombre que no tenia demasiados escrupulos. Pero en algun momento la criatura suspendio el juego, dejo de aparecer y de ponerse al alcance, de ponerse en peligro y a merced de ese viejo que por otra parte iba armado, y esto, en ese tiempo de guerra por todas partes, era un elemento que debia tomarse seriamente en consideracion y quiza fue lo que ese dia la criatura hizo, considero lo que veia y suspendio el juego, dejo de aparecer, de provocarlo, de tentar el destino pertinaz, obcecado, necio, incontenible, puesto a cumplirse a rajatabla. El caso es que Oriol perdio de vista a la criatura, de pronto se detuvo y se encontro en medio del bosque y aislado por una niebla solida, en una dimension donde no habia sonidos y los colores eran una palpitacion que se negaba a sucumbir a tanto blanco, asi de aislado se encontro Oriol, perdido y subitamente abandonado por la criatura que perseguia, como si el acto de perseguir a alguien fuera una manera de no estar solo, de convivir, de entrar en contacto, como si perseguir a alguien, o a algo, o a esa o a ese lo pusiera a salvo de si mismo, de la monstruosidad de ser un hombre solo y viejo y tullido que acecha y busca y olisquea en el bosque; el caso es que Oriol se quedo ahi y por mas que busco el rastro no pudo seguir a la criatura y no tuvo mas remedio que regresar sobre sus pasos, sobre los pasos trastabillantes que habia dado su unico pie, golpeando los hombros y las manos y los muslos contra las ramas y los trocos de los arboles, contra una piedra.
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28-06-11 17:03 #8254188 -> 8246698
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
Unos dias mas tarde, cuando Oriol, otra vez, como era habitual en ese periodo de su vida, acechaba agazapado en el bosque la llegada de alguna familia indefensa, volvio a pasarle por delante la criatura, volvio a verla entre las ramas, le vio un hombro, un zapato, el vuelo de la manta con que se protegia del fresco y un instante despues vio como se desvanecia rumbo al interior del bosque con un siseo, con un surco puesto como señuelo en lo espeso de la niebla, un señuelo que Oriol nuevamente mordio. Cogio la muleta y el arma y salio disparado detras de su objetivo, o mas bien a remolque, manipulado en todo momento por esa criatura que desaparecia y reaparecia precisamente cuando Oriol se detenia desconcertado y perdido, sin saber hacia donde dar el siguiente paso, el paso solo de su unico pie, el paso suspendido mientras el acechaba, acezaba, intentaba olisquear u oler algo sin ningun exito hasta que la criatura decidia seguir jugando con el, reaparecer, pasarle corriendo por delante, seguirse divirtiendo con el viejo tullido que acechaba en el bosque. Se sabe que la escena se repitio varias veces y que Oriol, segun confiesa el mismo en el acta, comenzo a obsesionarse por la criatura. Un dia, luego de haber cumplido con la ruta que se le iba revelando a trozos ( un codo, un muslo, un violento latigazo del pelo), la criatura, no si a posta o por descuido, lo guio hasta su casa; aunque tambien es probable que, como declaro el mismo en ese acta judicial que yo he leido y releido primero con el alma en vilo y despues muchas veces con el alma caida a los pies, Oriol diera solo con la casa guiado por su orientacion, por sus oteos y sus olisqueos, por su instinto depredador. Sea como fuere, Oriol llego a una casa en medio del bosque; la criatura que habia perseguido durante las ultimas semanas apilaba afuera un monton de troncos, iba poniendo uno sobre otro con un cuidado que parecia excesivo, daba la impresion de que habia pasado la mañana recolectando leña y que la construccion del cuadrangulo que iba haciendo con los trocos era la culminacion de un esfuerzo que la llenaba de orgullo. Desde el sitio donde estaba agazapado observando podia distinguirse claramente que la criatura del bosque era una niña y mientras miraba como ponia metodicamente un pedazo de madera sobre otro, vio como otra niña casi identica, de la misma complexion y con el pelo igual de largo, se aproximaba cargando un monton de leña que deposito de mala forma, dejo simplemente caer al lado del cuidadoso cuadrangulo que hacia la otra y esto origino una breve disputa, un rapido intercambio de reproches que acabo en cuanto la otra regreso al bosque, a buscar mas leña. En realidad Oriol, que las miraba agazapado detras de unos arbustos, no sabia quien era la que lo azuzaba para que la persiguiera, no podia distinguir a una de la otra ni tampoco, para completar el perfil de su desorientacion, tenia una idea precisa de donde estaba, el bosque ahi era sumamente espeso, de una densidad que se tragaba cualquier referente, tanta vida vegetal hacia alrededor de la cabaña una especie de vacio, era una zona de la montaña donde Oriol, desde luego, no habia estado nunca y a la que el gigante preferia no meterse, el habitat perfecto para esas niñas que se escurrian literalmente entre los arboles, que eran capaces de aparecer durante un instante ante los ojos de un viejo tullido y un instante despues se desvanecian como espiritus del bosque, se disolvian entre las ramas y las hojas, se hacian una con la vegetacion, y aunque eran dos niñas de carne y hueso como dicen las actas, a mi me gusta pensar que eran parte del bosque, los espiritus que representan las fuerzas naturales, aquello que nos recuerda que somos unidad y fraccion, lo mismo y simultaneamente lo otro. No se exactamente que veia Oriol en esas niñas, seguramente nada noble puesto que estaba ahi espiando, agazapado, al acecho, esperando la oportunidad para hacer algo. En este punto especifico el acta es confusa, a la pregunta de << que es lo que hacia escondido mirando a esas niñas>>, Oriol responde con ambigüedades, argumenta que << estar en el bosque mirando a alguien no es ningun delito>> y que, en todo caso, << no puede culparse a quien espia a quien le ha estado espiando>>. Seguramente Oriol buscaba, con esto que decia, restar elementos a la condena que veia venir; independientemente de lo que hubiera pensado mientras las miraba, en algun momento salio de su escondite y, como si fuera un vecino que se acerca a la otra casa buscando un poco intercambio social, aparecio con su cara de buena gente, supongo que severamente contrastada por el arma, la muleta y la facha de vagabundo que ya para entonces tenia, un aspecto general que hizo a la niña desatender su mimado cuadrangulo de leños y meterse corriendo en la cabaña.
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29-06-11 14:00 #8260486 -> 8254188
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
Aquella huida debe de haber desconcertado a Oriol que en algun rincon de su persona debia de sentirse todabia un pianista barcelones, de buena familia, que no estaba acostumbrado a asustar niñas con su aspecto; quiero decir que aunque Oriol era un delicuente al que tantos años en el bosque habian efectivamente animalizado, la huida de aquella niña debe haberle enfrentado de golpe con el mostruo en que se habia convertido, porque una cosa era que le tuvieran miedo esas familias a las que encañonaba con un arma y exigia a gritos todas sus pertenencias, y otra muy distinta que esa criatura, con la que por alguna razon buscaba empatizar, huyera despavorida. Y aquel desplante, segun se entiende en el acta, no solo desconcerto a Oriol, tambien encendio una chispa de resentimiento y algo de rabia y reconcomio contra esa niña que veia en el algo que no le gustaba nada porque, como he dicho, Oriol entonces no soltaba todavia las amarras, el pianista no habia terminado de trasformarse en bestia y, desde su punto de vista, todos eso asaltos arteros que habia cometido eran un metodo desespèrado, la accion a la que su << dificil vida de exiliado en las montañas>> lo habian orillado, para << hacerse de un capital>> y comenzar a << rehacer su vida y su carrera en alguna ciudad de Francia>>, un proyecto maquiavelico que la niña que acababa de huir de el no alcanzaba, desde luego, a vislumbrar y todo lo que veia era un vagabundo tullido que se le echaba encima. Estaba en medio de un desconcierto, y de su rabia y reconcomio, cuando salio del bosque la otra niña, o quiza la misma que lo habia estado provocando todos eso dias, cargando unos troncos que llevaba a su hemana para que los ordenara en su mimado cuadrangulo; la niña salio del bosque y se topo con Oriol, choco literalmente contra el y el susto y el impacto la hicieron soltar los troncos y a Oriol perder el equilibrio y caer de mala forma encima de ellos. Entre la huida de una y la aparicion intempestiva de la otra habian pasado apenas unos cuantos segundos, Oriol no habia tenido tiempo para digerir su desconcierto, ni el peligroso chispazo de rabia que acababa de experimentar y, quiza porque estaba asi de confundido, quiza porque no iba a soportar que esa otra niña tambien huyera a toda prisa de su presencia, quiza porque no iba a resistir la consolidacion de su mala sombra, largo un manotazo desde el suelo, desde su ingrata posicion entre los troncos y pillo a la niña, que seguia paralizada por el susto y el asombro, de una pierna; con ese acto impulsivo, con ese zarpazo desmedido y loco, Oriol cruzo la linea que lo separaba del despeñadero, su mano sucia, de uñas negras y largas, sujetando el muslo blanco de una niña era la prueba de que no era quien el creia, sino el que esas niñas, la misma y la otra, habian visto en el, un malviviente, un animal rapaz del que era imperativo huir y de cuya garra habia que zafarse a toda costa. La niña comenzo a gritar y a forcejear, a tratar de librarse de la mano tosca y sucia que le sujetaba como una trampa el muslo; los gritos de la niña y los resoplidos del hombre hicieron salir a la hermana y coger un madero y pegarle con el a Oriol en la espalda, sin mucha decision ni fuerza, con una debilidad que le permitio a el golpearla con la muleta que todavia sujetaba con la mano que no agarraba el muslo; la escopeta estaba ahi tirada entre los troncos pero ninguna de las niñas habia reparado en esta; la niña cayo al suelo golpeada por la muleta y la otra, o la misma, comenzo a perder terreno frente a Oriol que, tullido y todo, comenzo a levantarse y a decir en frances << no temas>>,<< no voy a hacerte nada>>, palabras absuerdas que constan en el acta policial y que hacian a la niña gritar con mas fuerza y forcejear con mas empeño mientras veia como aquel mostruo que la tenia cogida con su sucia mano el muslo intentaba levantarse, una operacion dificil si se toma en cuenta que a Orio le faltaba una pierna, y que tenia ocupada la mano con la que sujetaba la muleta y en algun momento tenia que cambiar el muslo de la niña por el brazo o el cuello, una complicacion que la niña alcanzo a ver y aprovecho; en cuanto sintio que la garra aflojaba tiro con fuerza y salio corriendo hacia el interior del bosque.
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30-06-11 17:04 #8269046 -> 8260486
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
A esas alturas de la batalla Oriol<< era un animal furibundo>>, segun el acta donde se recogio el escueto testimonio de una de las niñas; apoyandose con los dos brazos en la muleta e impulsandose a grandes trancos con su unica pierna, se interno en el bosque detras de su presa, regreso muy a su pesar al juego orimigenio donde las niñas tenian ventaja, donde tenian la facultad de esfumarse, de fundirse con el entorno vegetal que entonces, como siempre, palpitaba cubierto por la niebla, y esto entorpecia todavia mas la carrera furibunda de Oriol, que se golpeaba con fuerza con las ramas y los troncos mientras la niña huia aterrorizada, no tanto del hombre tullido que la perseguia, y que era mas lento y torpe que ella, sino de la mano sucia que le habia puesto encima. La mancha negra que le habia dejado en el muslo blanco le subia por la cadera y le invadia los pechos y la garganta y le tiznaba la cara y la memoria y en general toda la vida y esa niña que era un espiritu del bosque no pararia de huir, en sentido mas o menos figurado, hasta que consiguiera salir de ahi, de esa mancha, de ese bosque, de esa montaña, de esa parte de Francia que gracias a Oriol quedaria maldita para siempre; no pararia de huir hasta que una decada despues se instalara en una ciudad, en un piso con vistas a un patio, muy lejos del ogro y del bosque que en ese momento de la persecucion veia por ella, protegia la carrera de su criatura, la volvia inalcanzable y la ponia a salvo mientras Oriol, acezante y cada vez mas descompuesto, comprendia que una vez mas aquella criatura se habia mofado de el y regresaba sobre sus pasos, sobre su largo tronco, a la casa donde se habia quedado la otra niña, todavia furibundo y sin ninguna esperanza de encontrarla, porque lo normal era que esa niña tambien hubiera huido, y sin embargo dispuesto a remover el bosque entero para clavar otra vez su garra sucia en otro pequeño muslo blanco y asi, a grandes trancos,con la mirada tocada por la ira y la boca y la barba manchadas de espumarrajos, con un tajo sangrante en la mejilla, se planto nuevamente en la puerta de la cabaña y vio, con una sorpresa que casi lo hizo sonreir, que la otra niña seguia ahi tendida donde la habia dejado, no habia huido, ni siquiera se habia incorporado, daba la impresion de estar lloriqueando y Oriol, temiendo que ella tambien se escabullera, la cogio con fuerza de un brazo pero enseguida la solto porque no habia ni la mas minima resistencia en ese cuerpo, la solto lleno de panico y la rabia que lo animaba ceso bruscamente, cayo de rodillas al suelo y volteo el cuerpo, que hasta entonces habia estado boca abajo y vio con horror que detras de la oreja izquierda habia un golpe terminal, la destruccion de la piedra en la que habia caido, la muerte anunciada en el pelo revuelto con sangre, en el trazo del craneo fracturado, en los ojos velados por un reciente vacio. Lo primero que penso Oriol fue en huir de alli y dejar el cuerpo ahi tirado, pero en seguida se arrepintio. No se trataba de un gesto noble sino de pura estrategia, la otra niña habia visto como golpeaba a su hermana con la muleta y la policia, que lo tenia localizado desde hacia meses, daria inmediatamente con el. Ocultar el cadaver tompoco solucionaba nada, pero le daria cierto margen de maniobra, cierta movilidad mientras se pensaba que la niña podia estar simplemente perdida (¿ perdida esa niña que era el espiritu del bosque?). Era dificil que alguien se tragara esa historia pero Oriol, de esa forma lo penso y asi costa en el acta, no tenia mas remedio que intentar ganar tiempo, asi que recogio su escopeta que seguia tirada entre los troncos, se la colgo en bandolera por la espalda y haciendo un esfuerzo de equilibrio con la muleta levanto del suelo a la niña, en una operacion que debe de haber sido hecha con suma torpeza, que debe de haber dejado el cuerpo de la niña desperdigado entre su espalda y sus hombros, con las piernas y la cabeza colgando hacia abajo y los muslos blancos, que Oriol ya ni pensaba en tocar, expuestos de manera casi obcena. << La cargaba como se lleva un saco>>, explica mi tio en el acta, exactamente igual que lo habia llevado a el el gigante la noche en que lo habia salvado de la muerte en la ladera del Pirineo; en esto por supuesto no repara Oriol, pero yo si, me resulta inevitable hacer notar esta macabra simetria. En esas condiciones, manteniendo un precario equilibrio entre la muleta y su unica pierna, comenzo a internarse Oriol en el bosque rumbo al oesta, rumbo a Lamanere y a la cabaña que ya era suya, desde que la Guardia Civil habia aprehendido al gigante.
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01-07-11 17:18 #8279064 -> 8269046
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
El camino hasta la cueva donde escondio a la niña en lo que pensaba que hacer fue, segun su propia declaracion, << un suplicio>> en terminos fisicos pero tambien, asi lo dice textualmente, << morales>>, y despues explica lo que iba pensando mientras cargaba el cadaver, sus reflexiones y su <<insoportable arrepentimiento que pesaba mas que el mismo cuerpo que llevaba encima>>, un discurso inverosimil, piadoso y lloron que lei en la comisaria de Serralongue, un cuarto oscuro, humedo, sin ventanas, sentado en el borde de una silla de plastico, con una creciente sensacion de asco y de repugnancia que me subia del estomago a la garganta y de ahi a la memoria como esa mancha negra que le habia dejado Oriol a la otra niña en el muslo, una sensacion intensa donde campeaba tambien la pena y la vergüenza de que ese animal, ese depredador y yo, somos de la misma familia, una sensacion profunda que me hizo suspender la lectura, dejar el volumen de las actas encima de la silla y salir a la intemperie a tomar el aire, a caminar sin rumbo por la periferia del pueblo mientras concluia que la unica manera de matizar esa mancha, la mia y la del muslo blanco de la otra niña, era escribiendo estas paginas, poniendolo todo por escrito y una hora mas tarde, cuando me sentia con entereza suficiente para regresar al cuarto oscuro donde habia dejado, bacabajo encima de la silla, el tomo del caso de <<le Republicain>>, como bautizo la policia a Oriol para mas escarnio, repare en la extrabagante circularidad que tiene ese periodo de su vida, ese periodo que hasta hace muy poco no existia porque durante decadas lo habiamos dado por muerto: Oriol, mientras caminaba por el bosque dandole rienda suelta a sus lamentables reflexiones, cargaba en el hombro a la niña, como he dicho, de la misma forma en que el gigante lo habia cargado a el la noche en que le habia salvado la vida; pero tambien, por segunda vez en esos años, cargaba cuesta arriba con un cuerpo muerto, como lo habia hecho con el de Manolo, aquel soldado que en 1939 habia intentado llevar a la cima de la montaña. Me parece que aquella gesta heroica de remolcar un cuerpo en medio de la borrasca, con nieve hasta las rodillas y una pierna en avanzado estado de putrefaccion, queda totalmente anulada por este ascenso de Oriol con la niña muerta en brazos, una imagen devastadora, escalofriante que, pensandolo bien, anula todo lo que he averiguado de el, todo lo que de el he sabido, todo lo que importa esta en esa imagen espeluznante, como un compendio, como la suma de todos los actos que componen su biografia, su camino vital que se concentra ahi, no en lo que habia sido, en el pianista lleno de talento que nos habiamos empeñado en recordar, sino en lo que termino convirtiendose, en un asesino sin pierna que erraba por el bosque buscando en donde ocultar temporalmente un cadaver, en una cueva, en un pozo o en un foso, en un lugar donde no hubiera que enterrarla pero que tampoco estubiera a los cuatro vientos. Dos horas mas tarde, segun consta en el acta, despues de caerse en repetidas ocasiones con el cuerpo de la niña en el hombro, una de ellas con el añadido de rodar unos metros cuesta abajo por una pendiente, encontro una cueva, bien camuflada detras de unos arbustos, donde deposito el cadaver. <<¿Y no penso usted en lo que podian hacerle los animales al cuerpo?>>, pregunta el oficial que lo ha estado interrogando. <<No pensaba dejarla ahi para siempre>>, responde Oriol. <<Entonces, ¿que pensaba hacer?>>, insiste el oficial. <<Descansar un poco en la cabaña, pensar con calma las cosas.>> <<¿Entregarse a la policia?, ¿confesar su crimen?>>, lo acosa el oficial, y Oriol responde: <<Puede ser, esa era una de las posibilidades>>. <<¿Y cuales eran las otras?>>, insiste el oficial. <<No lo se, le he dicho que estaba alterado y confundido, necesitaba pensar las cosas con detenimiento.>> El caso es que Oriol dejo en la cueva el cuerpo de la niña y despues enfilo para la cabaña que estaba a media hora andando a su paso, a su tronco largo de muleta y una sola pierna. Llegando a la cabaña encendio un fuego en la chimenea y se sento a reflexionar. <<Pense varias veces en quitarme la vida, incluso en una ocasion me introduje en la boca el cañon de la escopeta>>, dice Oriol en el acta, pero el echo es que al final opto por vivir, por dejar que los acontecimientos se fueran sucediendo sin su intervencion, por quedarse a merced del destino que aparecio a la mañana siguiente, muy temprano, encarnado por dos policias y la madre de la niña, los tres con una actitud expectante, casi seguros, pero no del todo, de que estaban ante el culpable de la desaparicion de la criatura.
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02-07-11 09:43 #8282557 -> 8279064
Por:SoyPote

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
buenos dias xente
oy como diz la cancion playina la de xixon
espermos que te buen dia
pa aprovechar un poco
y por la noche leer la pagina del dia
ya me tien mas enganchau que la nueva España jajaja
un saludinnnnnnnnnnnnnnnnnnn
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02-07-11 12:04 #8283111 -> 8282557
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
Hola y buenos dias.
Hay Pote, taras muy enganchau, pero cuando se termine esti ( que nun falta muncho) y empiece algo de lo que pienso poner, nun te digo na, nun te vas acordar ni de la paleta, taras deseando llegar a casa pa leer lo que haya puesto.
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02-07-11 17:12 #8284649 -> 8279064
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
Basto una respuesta del sospechoso para que la policia se diera cuenta de que Oriol, que ya era conocido en la comisaria, no estaba en un plan muy cooperativo; su reflexion nocturna frente al fuego habia desenbocado en la decision de negarlo todo, era << su manera de ganar tiempo>>, dice tranquilamente en el acte, como si esa frase manida no tuviera demtro el cuerpo de una niña muerta. << No se de que hablan>>, dice el acta que repetia Oriol sistematicamente, el acta que a esas alturas del caso, con el testimonio de los policias, se diversifica y se vuelve, si se me permite el desliz, polifonica; esto de << no se de que me hablan>>, a mi entender, lo situa un circulo mas abajo, porque ya no se trata del hombre aterrorizado que ha matado sin querer y que reaciona con torpeza, sino del asesino que ante la adversidad conserva la sangre fria y miente para <<ganar tiempo>>.La madre de la niña, que habia permanecido todo el tiempo detras de la policia, tenia la vista fija en Oriol, esperaba que en cualquier momento revelara algun dato que le permitiera dar con su hija, pero pronto comprendio que el sospechoso no diria nada. Ella tenia la certeza de que Oriol era culpable, sabia que en ese bosque, en ese microcosmo donde habia un orden inalterable del que ella conocia cada latido, no habia mas culpable que ese hombre que lo negaba todo, asi que intempestivamente, interrumpiendo el interrogatorio de los policias que de por si no iba a ningun lado, se planto delante de Oriol y le dijo que estaba segura de su culpabilidad, que si le quedaba << algo de alma en el cuerpo>>, asi consta en el acte, le dijera que habia pasado con su hija y una vez dicho esto, que habia sido escuchado por un Oriol inmovil que no dejaba de mirar el fuego, le cogio la barbilla con la mano y le dijo: <<Regarde-moi, ¿no sabes quien soy>>. Oriol miro desconcertado la furia subita que ardia en el fondo de sus ojos. <<En esta misma cabaña te corte la pierna y te save la vida>>, dijo la mujer. En cuanto lei aquello, como ya me habia pasado y me seguiria pasando a lo largo de la lectura del acta, tuve que levantarme, dejar el volumen despatarrado sobre el asiento de la silla de plastico y salir a caminar a la intemperie, a tratar de digerir mi encuentro de hacia unas semanas con Isolda, su justificada furia, su rabia y su desconcierto, el gesto que me habia dedicado y la manera en que se habia quedado inmovil, petrificada y la forma en que yo habia salido de ahi huyendo, horrorizado por su mirada y por su gesto, por lo que, a partir de ese momento, me habia condenado a averiguar. El acta no abunda sobre este episodio, inmediatamente despues del punto pasa a la detencion de Oriol. ¿Que hace una madre en esa situacion ?, ¿le escupe a la cara?, ¿le saca los ojos?, ¿le dicta una maldicion atroz?. Me gustaria pensar que algo le hizo esa mujer a mi tio, algo tan fuerte que el redactor del acta decidio no consignar, para no perjudicar a Isolda, para que, si se daba el caso, esa agresion no fuera a servirle de atenuante al sospechoso. Apesar de que lo habia negado todo, los policias esposaron a Oriol y lo llevaron, primero andando y despues a lomos de caballo, a la comisaria de Serralongue, querian interrogarle en forma, presionarlo para que ofreciera coartadas y orillarlo a caer en falsedades, a que confesara por cansancio o por arrepentimiento; en aquella detencion, segun se desprende del acta, hubo todo tipo de irregularidades, si es que estas deben de tomarsele en cuenta a un sospechoso que era un flagrante culpable, con el que encima la policia habia sido demasiado benigna y meses antes habia dejado que se fuera, con sus delitos impunes, y si es que era factible la irregularidad en aquella epoca convulsa, y si es que es conveniente hacer notar esta minucia frente a la enormidad de su delito; como quiera que sea, en el acta consta que Oriol estuvo dos dias soportando un feroz interrogatorio del que han quedado doscientas sesenta y cinco paginas, en un tomo anexo al expediente principal, que no es mas que la reiteracion obsesiva de cuatro o cinco preguntas que obtienen siempre la misma obsesiva respuesta, <<yo no he hecho nada>>, <<yo no he sido>>, <<ya bastante tengo con haber perdido un pais, una mujer y una pierna>>, todo esto dicho de distintas formas, en infinitas combinaciones por un hombre que, dice el acta, era tan displicente, al que le interesaba tan poco lo que se le preguntaba, que a cada momento parecia que iba a echarse a dormir. <<Por eso tuvimos >>, explica el responsable del interrogatorio, <<que usar metodos de interrogatorios mas eficaces>>; de esta linea se refiere a que Oriol se llevo algun grito, algun bofeton o algun golpe, quiza hasta le metieron la cabeza en un cubo de agua, o en un retrete lleno de mierda, para llevarlo al borde de la asfixia y despues invitarlo amablemente a confesar, cualquier cosa que le hayan hecho al gran hijo de p.ta de mi tio me parece poco.
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03-07-11 13:59 #8288771 -> 8284649
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
El caso es que dos dias mas tarde tenian la confesion firmada de su crimen, en un acta cochanbrosa, sucia como la carta que me habia dado la vagabunda de Argeles, que lei en esa silla de plastico, dentro de ese cuarto oscuro y humedo de la comisaria, abatido por el desarreglo que me producia la confesion de ese hombre, de ese tio mio que durante años en La Portuduesa, en aquella plantacion de cafe donde viviamos en ultramar, imaginabamos como un exitoso interprete que recorria los teatros de Sudamerica triunfando con sus piezas para piano solo, y despues como un muerto en los desfiladeros del Pirineo en 1939, una bochornosa imagineria que no tenia ninguna relacion con la realidad. Mientras Arcadi, mi abuelo, pensaba en el momento glorioso de encontrarse con su hermano, el pianista supuestamente galardonado en toda America asaltaba familias de judios indefensos en el Pirineo, y mataba a una niña y escondia durante tres dias el cadaver. Llegado a este punto, sentado en el filo de la silla de plastico, con el acta temblandome en la mano, me pregunte si valia la pena saber todo eso, si no era mejor haber dejado enterrado el pasado y agarrarme a la historia comoda de la muerte asetica de Oriol en 1939. Inmediatamente despues de firmar la confesion, Oriol condujo a dos policias, y a un medico forense, a la cueva donde habia escondido el cadaver de la niña; los << metodos de interrogatorios mas eficaces>>, segun puede inferirse de la narracion del acta, lo habian dejado con el << paso mermado>>; el redactor del acta hace referencia a esto porque en determinado momento del camino, dos policias tuvieron que cargar a Oriol, que no podia dar un paso mas y la cueva estaba todavia lejos, otro episodio para redondear el perfil de ese hombre que siempre cargaba o era cargado por alguien en los momentos que definen su biografia. Lo que encontraron en esa cueva quedo registrado en otro anexo del tomo principal que contiene las actas que escribio el medico forense; ese anexo es el final del viaje de Oriol a los infiernos, es la caida, la materializacion de ese periodo de su vida que va de 1939 a los primeros meses de 1944, apenas cinco años, donde un pianista de buena familia de Barcelona, con educacion, ideales y una mujer con la que se habia casado, se transforma en un animal, en una bestia que asola a las criaturas del bosque, en una fiera que llego cargada por dos policias al lugar donde habia dejado el cuerpo de la miña, << una cueva cubierta de vegetacion>>, escribio el forense en el acta, << donde aparentemente no habia nada>>, nada que se viera a simple vista pero que tampoco oliera como se esperaba de un cadaver que llevaba ahi encerrado tres dias; Oriol, que se habia sentado en el suelo y que se negaba a entrar en la cueva, << no queria ver lo que habia dentro porque conocia bien a los animales del bosque, sabia que era dificil que el cuerpo de la nlña hubiera sorteado la ronda nocturna de los depredadores, explica el forense. El policia que forcegeaba con Oriol le dio la linterna al medico para que fuera examinando el lugar en lo que el lograba poner de pie al sospechoso, o decidia, como al final sucedio, quedarse afuera vigilandolo. Oriol miraba fijamente la entrada de la cueva, estaba sentado en una piedra con la barbilla apoyada en la muleta, atento a cualquier cosa que pudiera decir el forense, o los otros dos policias que habian entrado con el; al ver ahi sentado a Oriol y al policia, que iba vestido de paisano, cualquiera hubiera pensado que se trataba de dos colegas que descansaban despues de un largo paseo por el bosque, no habia relacion entre esa imagen francamente bucolica y el descuartizamiento atroz que el forense analizaba dentro de la cueva, ayudado por uno de los policias que iba apuntando el haz de luz de la linterna hacia donde se lo pedia el medico, un retazo de ropa, un zapato, un mechon de pelo, un trozo blanco de hueso, los elementos de la masacre que iban coleccionando en un saco y que mas tarde analizaria en el laboratorio, un simple tramite que serviria para encerrar de por vida a Oriol. Aquella coleccion de pedazos de ropa y de huesos y de mechones de pelo << habia sido limpiada de tal forma por los animales que, una vez reunidos en el saco, no despedian absolutamente ningun olor>>, un dato inverosimil este que escribio el forense, o cuando menos asi me lo parece, resulta dificil creer que un puño de restos humanos que tres dias antes eran parte de un cuerpo con vida, no despidieran << absolutamente ningum olor>>, aunque en realidad no lo se, no se mas que lo que he leido en las actas y probablemente sea posible erradicar cuarquier resto de vida, hasta el olor, de un pedazo de cuerpo que estaba vivo hasta hacia poco. Quiza somos asi de pasajeros, asi de poca huella dejamos, desaparecemos de prisa y todo lo que fuinos cabe en un saco y, en todo caso, ese monton de huesos blancos, limpiados a fondo por los dientes de un depredador, se parecia a lo que habia quedado de las cabras del gigante, el protocolo post-morten que se repetia identico en esa montaña, una imagen que por blanca y limpia, por lejana que estaba de la carne y de la sangre, de lo vivo, no guardaba proporcion con el hecho espantoso que lo habia producido. Cuando emergio deslumbrado de la cueva, el forense cargaba el saco de huesos, iba parcielmente cegado por el sol, alterado por la carga sombria que llevaba en la mano, alterado por su descenso a los lodazales de la especie y enfurecido en cuanto sus ojos, todavia velados por el sol, se encontraron con los del asesino que seguia sentado debajo de un arbol, con la barbilla todavia apoyada en la muleta, una imagen que por altisonante saco de quicio al medico y, segun cuenta el mismo en su informe, en un arranque de rabia se planto ante Oriol con el saco abierto y le <<exigio>> que mirara dentro, << y el con mucha frialdad, miro lo que habia y despues desvio la vista hacia la cueva, no dijo absolutamente nada>>, escribe el forense con la idea, dice el mismo, << de añadir datos para la mejor comprension del asesino>>; y es verdad que gracias a este desplante lirico suyo a esta descripcion sucinta de lo que paso en cuanto le puso el saco enfrente, yo empece a pensar que Oriol, en esos años de bosque y de vida prehistorica, efectivamente se habia animalizado, se habia insensabilizado ante estas situaciones que, quiero pensar, antes de la guerra lo hubieran destruido, aunque quiza me estoy dejando llevar por esa imagen del pianista barcelones de buena familia, por la imagineria familiar de tio Oriol triunfando con su piano en sudamerica, esa iconografia mental con la que pretendo matizar la maldad de ese hombre y a lo mejor,a estas alturas de la historia, despues de todas estas paginas que he escrito, ya vaya siendo hora de aceptar que Oriol simplemente era asi, un hombre despreciable que llevaba mi apellido.
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04-07-11 19:06 #8296773 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
Lo que vino despues fue encerrar a Oriol de por vida, a partir de las evidencias y de su confesion firmada, en la prision de Prats de Mollo, un pueblo del Pirineo que esta al oeste de Lamanere; la confesion, la declaracion oficial que lo condenaria, en esa pagina cochanbrosa escrita a maquina, donde admite haber asesinado a la niña, que cierra el volumen principal de las actas, una pagina mas de los cientos de paginas que conforman el caso, pero esa tiene la particularidad de la firma de Oriol, un garabato escrito con tinta negra donde puede leerse con toda claridad mi apellido; frente a ese garabato, abismado otra vez al borde de la silla de plastico, en esa habitacion humeda de la alcaldia de Serralongue, pense que era la segunda vez que veia la letra de Oriol, la segunda vez que me enfrentaba a su rastro verdadero, ese que habia dejado el mismo con su puño y letra,un rastro que me produjo escalofrio porque lo que habia en ese momento entre Oriol y yo era exclusivamente tiempo, yo tenia en mis manos algo que el habia escrito con la suya, y tambien pense que era la mejor forma de terminar esta investigacion que habia empezado con otra linea de su puño y letra, esa que pone detras de la foto que me dio la vagabunda aquella tarde en Argeles-sur-Mer: << 1937, frente de Aragon>>, esa ecuacion compuesta de una fecha y de un lugar, esa formula escrita con su letra que me llevo a Lamanere y a Noviembre, y a esa forma innoble de mi arbol genealogico que fuimos maquillando durante decadas en la Portuguesa, esa formula de su puño y letra termina ahi, en esa ultima hoja del volumen de actas de su caso que estuvo dormida mas de sesenta años hasta que me toco enfrentarme con ella. Con la firma de Oriol todavia frente a mis ojos pense que en ese momento terminaba la pesquisa, que la historia desconocida de Oriol habia quedado escrupulosamente perfilada y que, aunque era bastante desgraciada, aunque era una vergüenza, tambien era la verdad, una verdad robada a la que habia llegado por casualidad y que, pense entonces, tenia que comunicar cuanto antes a mi familia, tenia que llamar con urgencia a Mexico para anunciar que Oriol no habia muerto en 1939 en el Pìrineo, que habia vivido todavia algunos años mas, y en este punto conclui que habia hecho bien al desenterrar ese episodio, y en esta fase final estaba, en ese proceso de cerrar la historia, cuando cai en la cuenta de que el verdadero final tendria que ser el acta de defuncion que no habia encontrado en Perpignan y que tampoco aparecia en ese tomo y en ese momento, pensando en narrarle a mi familia la historia completa, me parecia imprescindible conocer los detalles de la muerte de mi tio, ¿de que habia muerto?, ¿habia muerto en su celda?, y, sobre todo, ¿como encajaba la cadena perpetrua con su muerte en Perpignan?, ¿lo habian trasladado de carcel?, ¿lo habian indultado para que saliera a morirse?. A estas preguntas siguieron otras: ¿de verdad Noviembre no sabia que Oriol habia ido a parar a la carcel?, ¿nadie le habia contado nunca del crimen de su amigo?. Cerre el volumen de actas y husmee un rato en las estanterias buscando el tomo de las defunciones, o algun anexo donde hubiera informacion de los años que Oriol habia pasado en la carcel, algo necesareamente tenia que haber, algun parte medico, un acta sobre alguna revision de su caso; buscaba en realidad sin mucha esperanza pues lo logico era que esa informacion estuviera en el archivo de la prision de Prats de Mollo. Empezo a hacerse de noche, un detalle irrelevante en ese archivo donde reinaba la oscuridad permanentemente, pero yo tenia que regresar a Barcelona y la carretera angosta y sinuosa hasta Le Perthus comenzaba a agobiarme un poco, asi que rapidamente abandone la busqueda desesperanzada y sali al vestibulo, el vientecillo fresco que entraba por la puerta me produjo un gran alivio.<<Se esta muy solo ahi adentro, ¿no?>>, me dijo , reprimiendo un bostezo, la mujer que custodiaba la comisaria; se veia que estaba a punto de irse y, por lo que habia podido observar durante mis visitas al archivo, su trabajo parecia mas de biblioticaria que de policia, no habia mucho movimiento policial en ese pueblo y los delitos debian caerle cada corpus al escritorio. <<Si>>, le respondi, << es un poco claustrofobico, la verdad>>, y me acerque con un boligrafo para apuntar, en un cuaderno enorme de registro, mi hora de salida, un tramite que habia hecho cada vez y que me producia cierta desazon, me sentia como el que se registra para visitar a un pariente en la carcel; para entrar al archivo habia que dejar un documento de identidad en prenda y en una bandeja cualquier elemento metalico que uno llevara encima, en mi caso habia sido siempre un manojo de llaves, el telafono movil y el cinturon; mientras recuperaba mis cosas y trataba de ponerme con torpeza el cinturon, pensaba en eso, un hombre recogiendo sus cosas y recomponiendose los pantalones, tenia que ser lo mas interesante que habia pasado en la comisaria de Serralongue desde la ultima vez que el mismo hombre, es decir yo, habia ejecutado los mismos movimientos frente a la misma mujer soñolienta; en todas las ocasiones que habia estado ahi no me habia cruzado con un solo policia, ni habia patrullas fuera con oficiales a bordo bebiendo cafe, ni pasaba nada de lo que suele ocurrir en esos sitios, se trataba, sin duda, de un pueblo verdaderamente tranquilo y pacifico, una comunidad donde el horrendo crimen de Oriol debe de haber caido como una bomba y sin embargo no hay mas registro de este que el de las actas, no fue noticia en ninguno de los periodicos de la region ni, quiza porque era un periodo en Francia donde ocurrian muchas cosas, la gente recuerda el caso, vivian demasiado pendientes de la guerra, de la ocupacion, de la crisis, esos grandes temas que no dejaban espacio para un crimen rural en medio del bosque, en el extremo sur del pais; al final la epoca en que ocurrio todo aquello le sirvio a Oriol de camuflaje, porque si todo lo que hizo entonces lo hubiera hecho ahora, en esta epoca de extricta vigilancia de los medios de comunicacion, el crimen de Oriol se hubiera conocido en toda Francia y en España, la investigacion hubiera sido seguida por periodicos y cadenas de television y su condena de por vida hubiera sido saludada con alivio por millones de personas que, a partir de esa noticia, se lo pensarian mas de una vez cuando se les ocurriera ir a buscar setas al Pirineo; al final Oriol habia corrido con suerte, su crimen habia sido un asunto local, se habia librado del repudio masivo y con los años la historia, en la memoria de los pocos que habian estado al tanto, se habia ido diluyendo.
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05-07-11 17:24 #8303041 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
<<¿Encontro lo que andaba buscando?>>,pregunto la mujer somnolienta en el momento en que terminaba de ponerme el cinturon; aunque ya tenia que irme, y lo mas sensato era volver otro dia y enfrentar inmediatamente la endemoniada carretera que me esperaba, le dije que me habia faltado encontrar el acta de defuncion de Oriol, para enterarme de la fecha exacta en que habia muerto y tambien, si es que existia, algun documento que me diera una idea de la vida que habia llevado en la carcel, << las actas del medico o las del ditector de la prision por ejemplo>>, dije para ilustrar un poco mi peticion que al decirla me habia sonado excentrica y volatil y agregue, para no tener que esperar a oir lo que seguramente iba a decirme: <<Pero supongo que estos datos tendre que ir a buscarlos a Prats de Mollon>>. <<Si es que quiere hacer el viaje hasta alla>>, dijo la mujer, << porque del año 1960 hasta hoy tenemos todos los datos digitalizados en el ordenador>>, y dicho esto señalo la maquina que tenia en su escritorio, enfrente de ella. <<La verdad es que no se si mi tio vivio hasta 1960>>, dije, porque el dato de que habia muerto en Perpignan carecia de fecha, Noviembre no habia podido decirme nada en concreto. <<¿Cual era el nombre de su familiar?>>, pregunto solicita, contenta de hacer alguna actividad que, probablemente seria la primera y la unica que ejecutaria en toda la jornada. Desde la primera vez le habia explicado a grandes rasgos los motivos de mi pesquisa y ella se habia mostrado siempre muy interesada en mis progresos, porque no tenia otra cosa mas que hacer y esa noche, sin quererlo, acababa de darle la oportunidad de involucrarse y a mi su intromision me venia muy bien, la oscuridad en la endemoniada carretera era ya total e irreversible y yo no perdia nada enterandome de una vez por todas del final de la historia; incluso iba a ahorrarme un engorroso viaje a Prats de Mollo. Le dije el nombre y los dos apellidos de Oriol y luego tuve que escribirselos en un papel para que ella, despues de ponerse unas gafes demasiado grandes, los tecleara lentamenre con una atencion extrema, con un cuidado excesivo, un tanto reverencial, que bien podia ser temor a los vichos tecnologicos; la informacion tardo un rato en llegar a la pantalla, era un sistema obsoleto que acusaba el rezago tecnoligico de esa region limitrofe de Francia y ademas la mujer, cuyas gafas enormes la distanciaban todavia
mas de su naturaleza policial, tuvo que meter dos claves, con el mismo cuidado excesivo, para poder acceder al archivo electronico; yo estaba de pie frente a ella, con el manojo de llaves que acababa de devolverme apretado en el puño, disfrutando todavia del vientecillo fresco que entraba por la puerta, contaminado por los ruidos del pueblo, el paso veloz de una bicicleta, el ladrido lejano de un perro, un coche que se acercaba a la comisaria, pasaba de largo y despues se perdia en el horizonte de mis oidos; la mujer daba golpecitos en su escritorio con el tapon del boligrafo y yo veia el reflejo doble de la pantalla palpitante del ordenador en los vidrios enormes de sus gafas. <<Voila>>, dijo, y yo me incline un poco encima del escritorio para ver lo que habia encontrado. <<Coja esa silla>>, me dijo invitandome a sentarme junto a ella, una situacion altamente irregular que, supongo, no pasa en una comisaria normal donde hay movimiento de policias y detenidos. <<¿Hay celdas aqui<<?, le habia preguntado yo algun dia, cuando todavia no habia alcanzado a hacerme una idea de que clase de institucion era esa. <<Pues claro>>, me habia contestado con contundencia, <<tenemos incluso un detenido, un hombre que ha interpretado a su manera las ideas de Jose Bove y ayer rompio con una piedra el cristal de la carniceria>>, y dicho esto se me habia quedado mirando con un gesto anbiguo donde cabia incluso la posibilidad de que me estuviera jugando una broma; yo por si acaso no habia dicho nada mas pero la siguiente vez que apareci por ahi la mujer, a manera de saludo, me habia dicho: <<Ayer en la tarde liberamos al hombre de la carniceria>>, y yo nuevamente, por precaucion y por si acaso, no habia dicho nada. Acerque mi silla y lo primero que vi fue la fotografia de un hombre con el pelo desordenado, no propiamente largo, mas bien parecia que se le habia quedado asi despues de pasarse la tarde expuesto a un ventarron, tenia una barba espesa debajo de la cual alcanzaba a distinguirse la cara de Oriol, aunque es verdad que de no haber sabido que era el me hubiera resultado imposible reconocerlo, no se parecia nada a las pocas fotografias que habia visto de el, tenia un aire primitivo, salvaje, se le veia mas robusto, mas grueso, quiza por el ejercicio que deba implicar desplazarse por el bosque con una muleta; incluso hubo un momento de duda en el que estuve a punto de preguntarle a la mujer si no se estaria equivocando de fotografia, pero duro poco, porque enseguida empece a detectarle los rasgos de la familia, vi en sus ojos los de mi madre y los de mi hermano y reconoci mi nariz en la suya, un par de evidencias que confirmaban el parentesco y que me provocaron una punzada en el estomago.
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06-07-11 16:23 #8310377 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
Mientras analizaba la fotografia habia pensado que pediria una copia para enviarsela a mi madre, pero al llegar a mi nariz descarte la idea, no quiria volver a enfrentarme nunca con esa imagen; detras del hombro robusto se veia esa linea de centimetros con la que se establece la altura de los reos y en las manos tenia un rotulo que ponia su nombre, un numero largo y debajo la leyenda: <<Le Republicain>>, y mas abajo, entre parentesis, <<Assassin de Serralongue>>,una pista, supongo, para que decadas mas tarde se supiera que carajo hacia ese señor en la carcel. La mujer se dio cuenta de la atencion con que miraba la fotografia y dijo, seguramente porque la leyenda y la facha de mi tio eran un escandalo que a mi se me notaba en la cara. <<No se parece nada a usted>>, . <<Es verdad>>, menti, <<parece increible que fuera hermano de mi abuelo.>>Mas abajo en la pagina venia toda la informacion, una imagen amplia de sus huellas digitales, cada una enmarcada en un rectangulo y dispuestas todas en una fila, era una composicion donde habia una inquietante armonia, las lineas sinuosas en negro solido contra el blanco electrico de la pantalla del ordenador producian cierto cosquilleo estetico, siempre y cuando pudiera omitirse que aquello tambien eran los dedos que habian sujetado la muleta que habia matado a la niña. Debajo de las huellas habia un breve informe sobre los delitos que se le imputaban al acusado, en unas cuantas lineas se explicaba el crimen y se añadia, en calidad de informaciion, que la pena que le tocaba por la serie de asaltos que habia perpetrado en el Pirineo habia sido conmutada y no era << cuantificable para efectos penitenciarios>>, y despues de esa frase excesivamente tecnica, venia un numero largo de referencia. <<¿Y ese numero?>>, pregunte a la mujer y ella me respondio terminando con el expediente averiguariamos su significado. <<En aquella epoca pasaban cosas extrañas>>, me dijo mientras anotaba el numero largo en un papel, <<era una epoca turbulenta donde la ley tenia que irse improvisando.>> Al final del informe venia un anexo con los puntos relevantes de la vida que habia llevado Oriol en la prision, habia tenido tifoidea, una crisis de ulcera que lo habia mantenido veinte dias fuera de la cardel, recuperandose en el hospital publico de Prats de Mollo. <<¿Publico?>>, pregunto la mujer con sorna, <<si no hay otro>>, dijo y despues se rio, se dejo secudir de pies a cabeza por una sola risa, un estertor unico que la obligo a recolocarse las enormes gafas, con la punta del dedo indice, en el puente de la nariz; yo tambien me rei por reflejo, por cortesia y sin muchas ganas porque ese paseo por el expediente de Oriol comenzaba a deprimirme, una cosa era su historia enterrada en un archivo perdido en el culo de Francia, y otra su presencia, para toda la eternidad, en el archivo virtual del sistema penitenciario frances, una red donde bastaba meter un par de claves y teclear mi apellido para que brincara inmediatemente a la pantalla el asesino de Serralongue. En el anexo tambien aparecia el informe de un ortopedista que, segun puede deducirse, trato de colocarle una protesis a Oriol pero este <<no logro habituarse y prefirio seguir utilizando su muleta>>; tambien decia que la protesis, que a finales de los años cuarenta debio de haber sido poco mas que una pata de palo, habia sido donada por la Sociedad de Damas la Cruz del Alto Pirineo, un grupo de señoras altruista que, a saber porque motivo, ayudaban a los presos de esa carcel. En la ultima parte del anexo se explicaba que en 1975 Oriol,se habia inscrito en una brigada social, compuesta por <<presos Alfa>>, que prestaba servicios en el Ayuntamiento de Prats de Mollo. <<¿1975?>>, pregunte sorprendido de que mi tio hubiera vivido tanto, de que esa otra vida que habiamos ignorado durante decadas hubiera sido tan larga; aquella nueva fecha volvia su muerte en el Pirineo todavia mas ridicula e injusta. <<Los presos Alfa eran los que observaban buena conducta y, como reconocimiento les permitian salir los sabados a orearse, los ponian a barrer las calles, o a pintar una casa>>, añadio a manera de informacion, ignorando la sorpresa que acababa de producirme la fecha, y despues agrego, con otra de esas risas que la sacudian de arriba abajo: <<menudo reconocimiento, ¿no?>>.El informe terminaba ahi. <<¿No hay mas?>>, pregunte y la mujer, reacomodandose las gafas me dijo que seguramente el historial continuaba en el enexo cuyo numero habia anotado en el papel. <<¿ Me lo puede dictar?>>, me dijo y yo comence a decirle toda la tripa de numeros para que ella los fuera metiendo, con el mismo temor, en un rectangulo que habia en la pantalle. <<Lo que sospechaba>>, dijo la mujer, <<Casos Especiales>>, esa parte del archivo que, segun me explico inmediatamente, se reactivo en cuanto comenzaron a digitalizarse las actas, <<antes formaban parte del archivo muerto, estaban en cajas cerradas que a nadie se le habia ocurrido abrir, hasta el dia en que comenzaron a pasar los documentos por el scanner y descubrimos que esa parte del archivo era util para redondear algunos casos, por la jurisprudencia, ya sabe usted>> dijo, y yo asenti sin estar seguro de haberla entendido, pense que aquello era como la historia extraoficial del crimen, la memoria opaca del archivo cuya funcion, paradojicamente, era arrojar luz sobre ciertos documentos, justamente como pasaba, en ese instante, con los de mi tio. <<Voila>>, dijo la mujer y movio un poco la pantalla del ordenador para que yo no perdiera ni u detalle, media cuartilla solida, escrita con una maquina vieja donde la<<r>> y la <<e>>brincaban fuera del renglon, no mas de catorce lineas que tuve que leer dos veces porque pense que no habia entendido bien, lo que por desgracia no era cierto. El documento decia que la condena penal que correspondia a Oriol, <<por la serie de asaltos perpetrados entre las poblaciones de Lamanere y Serralongue>>, habia sido conmutada por la << valiosa informacion>>, que habia brindado voluntariamente>>, sobre un peligroso <<elemento subversivo>> que ayudaba y prestaba auxilio a los <<enemigos de Francia y de Europa>>en el Pirineo, cerca de la frontera, y que gracias a esa informacion la policia española interesada en la cactura de <<elementos simpatizantes del bando republicano>>, y con la anuencia de la policia francesa, habia capturado a dicho elemento, que respondia al nombre de Noviembre Mestre.<<No juzgue tan severamente a su tio>>, dijo la mujer poniendome una mano maternal en el hombro, << en aquella epoca pasaban cosas terribles>>. La mire todavia mas desconcertado y dije: <<Noviembre era su amigo, le habia salvado la vida y no puedo creer que lo haya traicionado>>. La mujer me envio una mirada compasiva desde el fondo de sus gafas enormes y en un intento por aliviar la espesura en que me habia sumido ese documento electronico, dijo: <<Ahora veamos en que fecha murio y asi tendra usted la historia completa>>. <<Perfecto>>, dije, <<y asi podre irme de aqui cuanto antes,y deshacerme de esta historia pronto, como quien se deshace de una camisa sucia>>; pense, y me sorprendi del simil de la camisa que era, `por lo menos, descabellado, aunque incluia un elemento de suciedad, de mugre que es preciso quitarse de encima, que sin duda estaba relacionado con lo sucio que me hacia sentir esa historia. La mujer comenzo a recorrer lentamente con el cursor una fila interminable de nombres y bajo todavia mas la velocidad en cuanto llego a la zona de la primera letra de mi apellido; se ajusto las gafas y acerco mas la cara a la pantalla para que no se le escapara lo que andaba buscando; yo la veia ahi pegada hurgando entre los nombres de los muertos, todavia sin poder creer la traicion de Oriol y aunque mas tarde concluiria que esa traicion tenia un peso menoe frente al crimen de la niña, en ese momento sentia que eso era lo peor que habia sabido de mi tio, sus delitos eran sin duda una infamia, pero la traicion a su amigo, al hombre que le habia salvado la vida, terminaba de desdibujarlo como persona, confirmaba que Oriol hanbia cruzado la linea, habia perdido las amarras que lo unian con su vida anterior, se habia desecho de la lealtad,ese valor imprescindible que respetan incluso los criminales. <<¿Cual era el segundo apellido de su tio?>>, pregunto la mujer y en cuanto le respondi se lanzo pantalla arriba para rastrear a Oriol, segun explico mientras maniobraba, por su apellido materno. Al cabo de un rato de ir para arriba y para abajo con el cursor, con la cara pegada a la pantalla, dijo: <<Es muy raro no aparece>>; y luego explico que quiza por tratarse de un ciudadano español su muerte habia sido registrada en Casos Especiales de Extranjeros. <<Empiezo a pensar que Oriol cumplia con todas las irregularidasdes habidas y por haber>>,le dije a la mujer y simultaneamente, mientras ella abria otra pagina en la pantalla, y se internaba con su cursor lentisimo en otra lista, pense que quiza el final consecuente para la historia de ese hombre que ya habia muerto en 1939, era no dejar rastro de su verdadera muerte, y que probablemente lo mejor era dejar las cosas como estaban, ya habia averiguado mucho, sabia mas de lo que queria saber y empezaba a estar harto de Oriol y ya no tenia ni ganas ni energia para empezar una nueva pesquisa por otras comisarias de la zona. <<Volia>>, grito nuevamente la mujer y su voz llena de entusiasmo me saco violentamente de mis cavilaciones. <<¿Cuando murio?>>, pregunte yo y comence a palparme los bolsillos para echar mano del boligrafo y apuntar la fecha y con eso dar de una vez por terminada mi pesquisa. La mujer me miro desde el fondo de sus gafas enormes y con un gesto extraño, repartido entre la alegria y la piedad, me dijo: <<No ha muerto, sigue prisionero en la carcel de Prats de Mollo>>.
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07-07-11 17:38 #8317956 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
Habia pasado la mañana buscando el rastro de algun animal, olisqueando la hierba y el tronco de los arboles y el aire, a veces erguido sobre las dos patas, alto, expectante, listo para tirarse sobre su presa; habia dejado su cueva, todabia con la modorra de la hibernacionb y con una inaplazable necesidad de saciar no solo su hambre, tambien el vertigo de moverse rapido, el ansia de disparar las patas como un latigo, la urgencia de llevar en las sienes el galope del corazon; se trataba de una necesidad completa, integral, sobre todo atavica, no habia forma de diluirla, ni de aplazarla, ni era posible desvanecerla, ese animal que acababa de dejar su cueva necesitaba cazar algo, acecharlo, perseguirlo y despues devorarlo, era su metodo para volver a la vida, era la forma en que durante cientos y miles de años se habian puesto a tono los de su especie; a la entrada de un valle diviso un grupo de cabras, mas que entrada era una boca, una abertura estrecha que terminaba en un pastizal y despues volvia a cerrarse, era un claro en medio de la montaña, una especie de ojo constreñido por los taludes de piedra, un sitio ideal para pastar y para ser acechado y atacado y devorado, y la mujer que cuidaba del rebaño parecia ignorarlo, llevaba un vestido oscuro y grueso, un abrigo y un gorro de lana tosca y controlaba a sus animales con un baston, de vez en cuando regresaba a alguno al rebaño, hacia a conciencia el trabajo que le habian encomendado, era demasiado joven para que esos animales fueran suyos, pero por mas atencion que ponia, por mas que cuidaba meticulosamente el orden de las cabras, le faltaba instinto y experiencia para saber que en esa epoca y en ese descampado era una temeridad, una imprudencia que la fiera, que se habia quedado inmovil, agazapada detras de una roca en la boca del valle, iba a aprovechar; no tenia mas remedio, era un comando genetico que no podia aplazar, ni diluir, ni desde luego desvanecer, asi que raptado por el golpe de adrenalina que le habia producido la vision de las cabras, salio disparado corriendo valle abajo y genero un tremor en la montaña, una turbulencia en el ambiente que hizo que las cabras dejaran de pastar y ella de marcarles el espacio con su baston, tocando un anca con la punta, una cabeza o una pata; nada de esto siguio haciendo porque el oso, en una fraccion de segundo habia recorrido medio valle y antes de que ella, o sus cabras, pudieran parpadear, una garra furibunda ya habia arrancado las tripas y la pata de una cabra que miraba a su asesino impavida e inmediatamente despues, ante el terror creciente de la muchacha, la cabra, sin darse todavia cuenta de lo que acababa de hacerle el oso, trato de huir pero todo lo que pudo hacer fue irse de cara contra la hierba, levantarse y volver a caer y por ultimo desplomarse, ya sin vida, sobre un reguero de sangre, y en lo que esta agonizaba el oso habia logrado derribar otras dos, que habia quedado igualmente malheridas, inmovilizadas, y miraban con desesperacion al rebaño que se dispersaba a toda velocidad rumbo al bosque, lejos de ese descampado que la muchacha, que seguia impavida, habia elegido imprudentemente sin pensar en que una fiera podia divisarla y acecharla y echarse encima de las cabras, y estaba valorando si correr detras del rebaño o quedarse inmovil cuando,todavia impavida, miro como el oso, que tenia una garra y el ocico llenos de sangre desatendia el festin que habia montado para clavar los ojos en ella, que seguia impavida, abrazada a su baston, soportando un viento que le movia los faldones del vestido y le revolvia la fraccion de cabellos rubios que le salia por debajo del gorro; la muchacha no podia creer que esa bestia ignorara el festin que tenia servido para atacarla a ella que estaba ahi sola, golpeada por el viento, mirando con horror las tres cabras y abandonada por su rebaño, era la viva imagen del desamparo,de la desolacion,de la desproteccion y el oso, aunque parezca absurdo, se incorporo,abandono el festin y avanzo hacia ella, que seguia impavida, y en cuanto estuvo lo suficientemente cerca comenzo a olisquearle los faldones del vestido y luego las manos y ella, que seguia impavida, sentia su nariz humeda en los nudillos y miraba, de reojo, las manchas de sangre que le habia embarrado el oso en el vestido, en el oleaje del faldon y mas arriba, en la cintura y mientras posaba su nariz humeda y blanca en los nudillos y en la palma y en la muñeca ella, que seguia impavida, supo con una lucidez que no admitia cuetionamientos que el oso no iba a hacerle daño, y lo supo como se saben esas cosas, por la manera en que el otro se acerca y se conduce, por la mirada y el gesto que son inequivocos cuando el que se acerca va a matarte, y a pesar de que supo con mucha lucidez que no iba a devorarla siguio sin moverse, el oso era enorme y en cuarquier aspaviento, por amietoso que fuera, podia hacerla daño y tambien seguia impavida porque a su alrededor yacian las tres cabras que habian sido victimas del oso, dos muertas de manera brutal, llenas de sangre y con un pedazo de cuerpo arrancado de cuajo y la otra, igual de rota y sangrante,soltando un quejido largo y agonico,casi postumo, que rebotaba con saña en los taludes del valle y producia un eco tragico; mientras el oso pasaba de olisquearle las manos a pasarle la nariz con insistencia por el vientre, la muchacha comenzo a liberar una fila de lagrimas tibias y a estremecerse, primero con discrecion, de manera sorda y sosegada, y al cabo de unos instantes con unos sollozos crecientes y violentos que la llevaron a taparse la cara con las manos y a caer de rodillas, doblada sobre si misma con la frente apoyada en la hierba mientras sus sollozos se convertian en gemidos e inmediatamente despues en un lloriqueo que comenzo a confundirse con el quejido largo y agonico de la cabra; el oso se habia quedado quieto, en su sitio, mientras la pastora se derrumbaba y en cuanto la vio en el suelo comenzo a olisquearle la cabaza y la nuca y la composicion integral de ese cuadro, las ovejas despedazadas rodeando a una mujer que llora con la frebte pegada en la tierra mientras es olisqueada por un oso, tiene fuerza suficiente para fundar sobre ella un rito, una cosmogonia, un punto de partida simbolico para comenzar a entender las fuerzas del mundo.
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08-07-11 17:24 #8324768 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
El resto de esta leyenda pirenaica exige un poco de imaginacion, lo que sigue despues es dificil de explicar si no lo encuadramos como un mito, como el mito que ha alimentado, desde tiempos ancestrales, la celebracion mas importante del pueblo de Prats de Mollo: la fiesta del oso. Aquel animal enorme, luego de olisquearla de arriba abajo, sin que ella opusiera resistencia ni dejara de sollozar ruidosamente, levanto en vilo a la muchacha y comenzo a caminar montaña arriba, rumbo a su cueva; la leyenda no especifica como un oso puede cargar una mujer: ¿ delicadamente entre los dientes?, ¿erguido en dos patas y llevandola en brazos como haria una persona?; no lo se, la leyenda ni lo especifica, ni es necesareo que lo haga pues la mitologia de los pueblos esta ahi para creerse o no, cuestionarla, buscarle los puntos argumentales debiles, es tarea para los aguafiestas, el caso es que el oso, no importa como, se llevo a la muchacha montaña arriba, seguramente sollozando y todavia impavida, sin atreverse a saltar de la quijada, o de los brazos o del lomo del oso y en el fondo, me parece, sentiria algo de alivio porque el rapto del oso diluiria su imprudencia, su descuido, la torpeza enorme de exponer el rebaño esos dias en que, como todos los pastores sabian, los osos salian a buscar comida en la montaña, una torpeza, como he dicho, pero tambien una cosa natural en una muchacha que era casi una niña, una << pastora joven y virginal>> como dice textualmente la leyenda del oso, una niña a la que evidentemente le habian encargado el rebaño y no iba a tener como explicar, probablemente a su padre, que una fiera se habia comido tres de sus animales, una situacion tragica que el secuestro del oso volvia relativa, nimia, aunque esta reflexion ya resulta excentrica porque los personajes mitologicos se devoran tranquilamente a sus hijos, o los dan sin culpa alguna en prenda y en ese universo no seria de extrañar que una hija valiera menos que una cabra, en fin, el oso se llevo a la muchacha montaña arriba y dos horas mas tarde llego a su cueva y la deposito en el suelo,justamente cuando un pastor, que iba sin rebaño camino de Prats de Mollo, vio a las tres cabras muertas que habia despedazado el oso; una hora mas tarde el pueblo entero se habia movilizado para buscar a la niña, los hombres se habian dividido en grupos y las mujeres se arremolinaban en casa de la madre de la <<pastora joven y virginal>>. En la epoca de la fundacion del mito, Prats de Mollo no podia haber tenido muchos habitantes, debio de ser un caserio de pastores donde todos sabian de todos y una situacion como esa debia ser entendida como una tragedia colectiva; los hombres del pueblo buscaron mientras hubo luz de dia y en cuanto oscurecio, muy temprano porque era febrero, encendieron antorchas y asi, diseminados en grupos por el bosque, recorrieron la montaña completa buscando rastros del oso; la leyenda describe aquella pesquisa nocturna con antorchas sirviendose de una imagen tan desmesurada como efectiva, <<eran tantos los hombres que buscaban a la pastora que la montaña refulgia en la oscuridad>>; de lo que pudo haber pasado entre la muchacha <<virginal>> y el oso no da cuenta la leyenda, aunque resulta inevitable pensar en Hades y Proserpina, en una de esas metaforas de la fertilidad de la tierra, de los ciclos agricolas, el caso es que a media noche, luego de haber puesto a la montaña a refulgir, uno de los grupos encontro la cueva y dentro a la muchacha que yacia tranquilamente en el suelo, probablemente dormida, mientras era contemplada por el oso, una fiera mansa o mejor, amansada por la belleza de la muchacha, que no opuso resistencia alguna, ni manifesto siquiera su descontento, cuando los hombres lo ataron con cuerdas y lo sacaron a la fuerza de la cueva; la leyenda dice que la muchacha regreso al pueblo por su propio pie, caminaba al lado del oso que solamente se ponia fiero cuando la perdia de vista y en cuanto llegaron a Prats de Mollo la procesion fue <<recibida con vitores al amanecer>>, la muchacha fue llevada <<en volandas hasta su casa>> y el oso fue sometido a un curioso escarmiento, a un violento proceso de civilizacion que es la parte que se representa en Prats de Mollo cada 18 de febrero, durante la jornada de la Fete de Lours: los habitantes del pueblo deciden <<afeitar>> al oso, lo cubren de aceite y lo despojan de su tupida pelambrera para humanizarlo y despues, como castigo, lo ponen a hacer trabajos para la comunidad, reparar una puerta, levantar un bordillo, limpiar una calle; la representacion de este episodio es el eje de esa fiesta popular que se celebra hasta la fecha, cada año, el oso es encarnado por varios hombres que se cubren el cuerpo con una pintura negra y aceitosa, son los noirs que persiguen a los blancs, otros hombres cubierto de pintura blanca que, de cuando en cuando, son manchados por la mano de uno de los representantes del oso; se trata de una fiesta popular donde los habitantes del pueblo se vuelcan a la calle y hay musica y puestos de comida y una feria con noria tiovivo, quiero decir que se trata de un dia pesimo para ir a hacer lo que yo iba a hacer en Prats de Mollo, pues ignorando todo esto que acabo de contar, sin saber desde luego que habia fiesta y de pura casualidad, llegue al pueblo justamente ese dia, el dia de la fiesta del oso.
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09-07-11 17:18 #8330107 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
Unos dias antes, mientras regresaba a Barcelona, la misma noche que supe que Oriol seguia vivo, habia pensado que, por factible que fuera el encuentro, no me apetecia verlo, reencontrarme con esa persona que para mi y para mi familia llevaba muerto varias decadas. Despues de todo lo que sabia de el, ¿que podia decirle?, ¿que podia decirme el a mi? y, sobre todo, ¿no habia averiguado lo suficiente?. El enfrentamiento fisico con el era un acontecimiento que no me sentia capaz de soportar, ya bastante duro habia sido conocerlo por las actas y por lo que me habian contado de el; la convivencia entre los dos, hasta ese momento, se habia dado en un plano estrictamente narrativo, en un territorio hasta cierto punto controlado por mi que durante meses habia sido dosificado y gestionado a mi aire y a mi ritmo, mi tio era entonces mas personeje que persona, era casi una obra mia, y la posibiidad real de encontrarme con el, de verlo, de oirle hablar, de escuchar lo que probablemente tendria que decirme y de hacerle oir lo que tendria que decirle yo, me molestaba profundamente y, tambien es verdad, me atemorizaba la posibilidad de por ejemplo, oirlo hablar y que su voz se pareciera a la mia, esto me llenaba, francamente, de horror, la tormenta interior era de tanta importancia que ni siquiera repare en la carretera a le Boulou, oscura y llena de curvas que a esa hora de la noche era la boca de un lobo, ni tampoco tengo mucha conciencia de como recorri la autopista hasta Barcelona y llegue a casa, perdido en una especie de borrachera que paulatinamente, en lo que fui quitandome la ropa y metiendome en la cama fue trasformandose en un sueño profundo. <<¿Que tal te ha ido?>>, pregunto mi mujer en cuanto sintio que me acercaba mucho a su cuerpo para escapar del mio. <<No lo se>>, le respondi con la boca pegada a su nuca, y me quede dormido; en los dias siguientes di vueltas obsesivamente a la idea de tener a Oriol vivo a dos horas de automovil, era una tentacion que me obligaba a estar todo el santo dia pensando en el, en sus perrerias en el bosque, y su infame traicion al gigante y en su atroz asesinato y tanto pensaba en su maldad que empece a padecer, durante esos dias de tentacion e incertidumbre, una especie de enfermedad moral que se acentuaba cuando estaba con mis hijos, preparando el desayuno o en el parque o ayudandolos con los deberes; me parecia inconcebible que fueran, igual que yo, parientes de Oriol, que cargaran, como cargo yo, con una parte de su turbia sangre; me parecia inconcebible y, mas que nada, sucio, inmundo y poco a poco fui llegando a la conclusion de que por desagradable que pudiera ser un encuentro con mi tio, con ese hijo de p.ta que por desgracia no habia muerto en el Pirineo en 1939, habia que juntar valor e ir a buscarlo a la prision de Prats de Mollo; el encuentro con el no podia ser peor que la invasion que habia provocado en mi vida domestica y, por otra parte, sin ese encuentro la historia seguiria estando incompleta y ademas tambien comenzo a quedarme claro que, siendo el unico integrante de la familia que tenia oportunidad de conocer la verdadera historia de Oriol, no ir a su encuentro era una iresponsabilidad, y justamente cuando pensaba en esto evoque nuevamente esa linea de pelicula rusa que, por alguna razon, se ha quedado grabada en mi memoria y,con el tiempo, ha ido llenandose de un significado especial, un sentido que tiene que ver con esta historia, con la idea de que las historias van existiendo en la medida en que se convive con ellas, conforme se habita en su interior, <<vive en la casa y la casa existira>>, y dicho esto me subi al coche y enfile rumbo a Prats de Mollo, con un plano de la poblacion que habia bajado de Google, donde se indicaba la forma mas rapida de llegar a la direccion que me habia dado la mujer de la comisaria de Serralongue, una direccion, a primera vista normal, que estaba señalada en el plano con un alegre globito color violeta, que desentonaba con el edificio al que me dirigia, con la carcel donde Oriol, haciendo cuentas, habia pasado la mayor parte de su vida.
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10-07-11 17:46 #8334563 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
Era el 18 de febrero y yo no sabia, como he dicho, que era el dia de la Fête de L´ours, pero entrando en el pueblo quedo claro que algo pasaba, las calles estaban llenas de gente y tuve que aparcar el coche a las afueras del pueblo y caminar, suguiendo el mapa, hasta la carcel; todo parecia una conjura para que yo me olvidara de ese encuentro, enfrentarme con mi tio en medio de esa verbena era un acto excentrico, me costaba pensar en un ambiente menos propicio para hacerlo, toda la gente que me rodeaba estaba de fiesta y eso me hacia sentir, con una intensidad especial, de un animo turbio y cenizo, y asi llegue a la prision, con la cabeza y los hombros llenos de confeti y casi tuve que gritar lo que queria, lo que me habia llevado hasta ahi, para sobreponer mi voz al griterio de fuera, que se trenzaba con la musica estentorea de una banda que estaba formada a base de trombones y trompetas. <<¿En que puedo ayudarlo?>>, pregunto el centinela que estaba detras de un escritorio, vestido de policia, y que habia dejado momentaneamente la chorcha que sostenia con otros dos colegas uniformados, una chorcha que incluia risotadas y bocablos como <putain o mamelon >, que indicaban a las claras el tema que los ocupaba, un tema vital y caliente que era la antipoda del que me habia llevado hasta ahi; explique brevemente lo que queria y añadi disculpas anticipadas por no haber hecho una cita y por no haber averiguado, como por otra parte tenia que haberlo hecho, que dias de la semana, o del mes, podian hacerse ese tipo de peticiones; cuando el centinela comenzaba a dedicarme una serie de prof
undos ¡ooolala-lala, le dije que reconocia mi ingenuidad, al haberme presentado asi de precipitadamente pero que, le suplicaba, entendiera mi situacion <<se trata de un familiar al que durante años habiamos dado por muerto y en cuanto supe que vivia no tuve cabeza para pensar en las formalidades y todo lo que me importo fue verlo inmediatamente>>, dije con una efectiva teatralidad que incluso a mi me dejo sorprendido; el centinela intercambio un par de miradas con sus colegas que, conforme habia yo ido explicando los motivos que me habian llevado hasta ahi, se les habia ido congelando el entusiasmo y la risa y ya en ese momento eran un par de policias serios, atribulados y un poco cenizos. <<Pues menudo dia ha elegido usted para conocer a su tio>>, dijo el centinela y despues añadio: <<vere que puedo hacer>>, y ya sin oolalas y tomandose mi peticion nuy en serio desaparecio por una puerta mientras sus dos camaradas, ya con el animo por los suelos, hacian un discreto mutis. Yo me quede ahi solo, oyendo la algarabia que llegaba desde la calle, sintiendome muy nervioso por primera vez ese dia y casi deseando que el centinela saliera por la puerta y me dijera<< lo siento, regrese otro dia y asegurese de haber hecho antes una cita>>, o mejor, <<ha habido un error lamentable, su tio murio hace veinte años y, por alguna razon, alguien se olvido de trasladar su nombre a la lista de decesos>>; pero nada de aquello ocurrio y el policia, al cabo de quince minutos eternos, salio por la puerta para decirme que, a pesar de la irregularidad de mi peticion, el director me autorizaba, <<como caso excepcional>>, a ver a mi tio. <<Es lo que queria ¿no?>>, dijo el centinela al ver la cara de susto que puse. <<Sigame por favor>>, ordeno con energia mientras pasaba al otro lado del escritorio y enfilaba la puerta por donde yo habia entrado; lo que paso durante los siguientes quince minutos me dejo muchos meses perturbado, sin saber que hacer con lo que ese dia habia visto y sabido; regrese a Barcelona conduciendo mi coche como un automata, bajo un persistente aguanieve, y dias despues, cuando logre salir un poco del sopor en que me habia dejado la visita a Oriol, pense que era el momento de ir a contarselo al gigante, Noviembre era la unica persona que podia ayudarme a digerir lo que me habia pasado en Prats de Mollo, y ademas tambien me parecio que era una buena forma de redondear la historia, contarle quien era su amigo, si es que de verdad no lo sabia, contarle de su traicion y de sus asaltos y del asesinato de la niña y contarle que aquello que le habia dicho el cabrero de Toulouges era falso porque yo acababa de ver a mi tio vivo asi que, por enesima vez, cogi el coche rumbo a Lamanere, convencido de que contarle todo a Noviembre, compartir con el esa carga, era imperativo porque, por otra parte llevaba varios dias en casa erratico y meditabundo y mi mujer comenzaba a preguntarme si no estaba exagerando con esa historia de mi tio. <<¿Porque no simplemente pasas pagina?>>, me habia dicho y yo pense que contandoselo al gigante, encontraria la manera de hacerlo, pero llegando a Lamanere me di cuenta de que algo no iba bien, era martes al mediodia y el bar estaba cerrado y afuera de la casa del gigante habia tres hombres fumando, toda una multitud para ese pueblo donde no habia nunca nadie; aquellos dos elementos me hicieron pensar lo peor.
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11-07-11 16:55 #8347849 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
<<El gigante ha muerto>>, murmure con aprension y en cuanto lo dije senti que no podia ser cierto. <<Imposible>>, dije, <<seria una casualidad siniestra, una cosa absurda>>, pero conforme fui acercandome a la casa esa cosa absurda fue consolidandose, el bar cerrado y los tres hombres fuera no podia significar mas que eso, o la fase previa, que mi amigo estaba en las ultimas y esa gente, que no sabia de donde podia haber salido, lo acompañabam en su agonia; en cuanto estuve suficientemente cerca vi que se trataba de tres cabreros, uno de ellos un viejo enjuto que ya habia visto por ahi, rodeado por sus animales, algun dia, me didico una mirada ambigua donde cabia el reproche y la empatia, aunque cuando me tope con la mirada de los otros dos, me parecio que mas que una mirada especifica, se trataba de una actitud conjunta de duelo y tambien me di cuenta, en ese instante, de que los tres sabian perfectamente quien era yo, de que mis visitas al gigante eran mas notorias de lo que yo habia pensado y que, seguramente, eran tema de conversacion, quiza hasta un motivo de broma y de guasa como lo habia sido en su tiempo la relacion de Noviembre con mi tio, la historia aquella de la bête et petit soldat que me habia contado la dueña del bar probablemente con toda mala intencion, a lo mejor motejandome como le petit-neveu soldat, el sobrino del soldadito, todo eso pense en lo que me abria paso para entrar en la casa, pronunciando un indeciso bonjour, un bonjour titubeante, cuando lo que tocaba era decir lo siento, que pena, como ha podido pasar esto, lo bueno es que ahora ya descansa en paz, porque para estas alturas, justamente antes de entrar en la casa, yo ya estaba completamente seguro de que esa casualidad siniestra, esa cosa absurda, habia efectivamente pasado y, un instante despues, pude comprobarlo, vi a la vagabunda arrodillada tratando de meter en una bota enorme el pie descomunal del gigante que estaba tendido en el suelo, sobre una alfombrilla, con el gesto pacifico e inequivoco de quien acaba de morirse en paz. El cuerpo de Noviembre parecia todavia mas grande ahi tirado sobre esa alfombrilla que debia haber sido su cama porque yo, hasta ese momento, nunca me habia preguntado donde dormia mi amigo, que hacia, cuando llegaba la noche, con ese cuerpo descomunal; la vagabunda advirtio inmediatamente mi presencia, me dedico una mirada tan ambigua como la de los cabreros y siguio en lo suyo hasta que consiguio meterle la bota en el pie, yo me quede ahi sin decidirme a ayudarla en su forcejeo, me sentia un intruso y ademas estaba profundamente conmocionado con la muerte de ese hombre, porque habia aprendido a estimarlo y habiamos llegado a tener cierta amistad, cierta intimidasd pero, sobre todo, porque se habia muerto justamente ese dia, precisamente antes de que yo hubiera podido contarle lo que sabia de Oriol, lo que acababa de ver en Prats de Mollo, lo que habia pensado y lo que pienso hacer con esta historia; estaba profundamente conmocionado porque me habia dejado solo, me habia puesto tras los pasos de Oriol, me habia enredado en esa aventura ingrata y al final, tranquilamente, me abandonaba.
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12-07-11 13:34 #8353089 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
Mientras la vagabunda cogia la otra bota y se ponia a forcejear con el otro pie, empezo a invadirme una intensa sensacion de mareo,tenia el estomago revuelto, sabia que lo correcto era ayudarle a la vagabunda con el zapato pero me sentia incapaz de hacerlo, de arrodillarme ahi junto a ella que en ese momento parecia muy pequeña con el pie gigantesco en su regazo, un pie desnudo, amarillo, sucio que era del tamaño de un torax; la imagen provocaba compasion y risa, era penosa, era la suma de ese hombre colosal, magnifico, de vida miserable, habia mucho de el en ese pie que terminaba de vestir la vagabunda con una bota desastrosa, sin calcetin; en cuanto termino de amarrar el cordon me dedico otra mirada no tan ambigua como la anterior, en esta habia hartazgo, rencor, se veia en sus ojos que mi presencia ahi era una verdadera molestia y sin decir palabra salio de la casa, se integro en silencio al trio de los cabreros y me dejo ahi, sin saber ni que hacer ni que pensar, desamparado ante ese cuerpo vencido y enorme que era mi amigo nuerto, ese cuerpo que parecia la replica de la montaña, su reproduccion a escala con sus cumbres y sus valles, sus abismos y sus endiduras, su magno corpus ramificandose y desvaneciendose hacia la tierra plana, ese cuerpo tendido en medio de la casa era mi amigo muerto pero tambien era el final de la historia que el me habia descubierto,el final de ese breve lapso en el que habuiamos convivido, el punto final del azar que me habia llevado a descubrir la otra vida de Oriol, eso me dio por pensar mientras lo contemplaba, me dio por suponer que de haber tardado mas en ir a Argeles-sur-Mer, de haber ido despues de ese dia, despues de la muerte del gigante, nadie mu hubiera entregado la carta y la foto y esta historia se hubiera perdido, se hubiera quedado sin existir,hubiera sido como esa casa deshabitada de la pelicula rusa, yo no hubiera tenido manera de enterarme de que Oriol no habia muerto en 1939 y me hubiera quedado tan tranquilo, dando por valida la historia comoda que le habiamos inventado en la Portuguesa; y aun cuando no me queda claro todavia si es mejor saberlo que ignorarlo, en ese momento de soledad acentuada por el cuerpo muerto del gigante, agradeci el hecho de que hubiera sucedido, di las gracias a Noviembre, a la horrible y rencorosa vagabunda, al azar que nos habia reunido, a esa historia que involuntariamente hemos terminasdo habitando y convirtiendo en casa, a esa aventura que termino en Prats de Mollo, el dia en que por fin me vi frente a frente con Oriol, ese episodiio negro y perturbador que ya no pude contarle al gigante y que me tuvo inquieto, irritable y erratico durante varios dias, volviendo, con mi incomoda enfermedad moral, turbio el ambiente en casa hasta ese momento preciso, frente al cuerpo muerto de mi amigo, en que, todavia dudando si era mejor saberlo que ignararlo, di las gracias, me quede en paz, e inmediatamente despues entendi que era hora de irme, que mi presencia ahi sobraba, que cualquier cosa que ofreciera, ayuda o mis condolencias, iba a causar tension y malestar; me intrigaba como iban a hacer para sacar de la casa ese cadaver monumental, como iban a cargarlo hasta el sitio donde pensaban darle sepultura y, aunque esto me provocaba una gran curiosidad, sabia que mi papel era irme en silencio, despedirme con una inclinaciion de cabeza y no decir ni preguntar nada, y menos ese detalle que me haria quedar como un insensible; antes de abandonar la casa senti el impulso de tocarlo, nunca habia tenido ni el mas minimo contacto fisico con el, no nos habiamos nunca ni estrechado la mano y me parecio que tenerlo entonces era una buena forma de despedirme, una cosa simbolica la de tocarlo ese dia por primera y ultima vez, asi que me acerque a su cuerpo y me agache para poner mi mano sobre la suya, fue un contacto fugaz y gratificante, la mejor manera que encontre para decirle gracias y adios; al salir de casa me encontre con la mirada hostil de sus cuatro conocidos,<<¿Has terminado?>>, me pregunto la vagabunda con una malicia que hizo mella en la paz con que me iba y que tambien me animo, una vez inauguradas las insensibilidades, a preguntarle, a ella o a los otros tres, donde pensaban enterrar a Noviembre; la vagabunda me dedico su habitual mirada de sorna y despues me dijo; <<Lo enterraremos en el sitio donde se ha quedado muerto>>, y añadio buscandose algo, un cigarrillo, entre las ropas, << como se ha hecho siempre con los gigantes>>, pero antes de la muerte de Noviembre estaba en Prats de Mollo,calculando que despues, cuando llegara el momento, iba a contarle todo lo que veia, no pensaba desde luego ni debatir con el lo visto ni esperaba ninguna clase de diagnostico, ni de consejo, ni de apoyo moral, ya he dicho que el gigante era un poco idi.ta y todo lo que yo pretendia era, simplemente, contarle que Oriol estaba vivo y que yo acababa de verlo, aunque ahora que voy escribiendo esta y que el gigante esta muerto, me pregunto si hubiera servido de algo que el supiera lo que ahora se, y si es que no fue mejor que muriera sin saberlo; en todo caso yo iba pensando en comtarselo todo, iba siguiendo al centinela con esos ojos, con ese objetivo que era en realidad un subterfugio, un macanismo de defensa, un desplazamiento de la responsabilidad para que el encuentro con Oriol no me cayera a mi solo.
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12-07-11 17:42 #8354706 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
<<Sigame y procure no perderme de vista>>, me dijo el centinela en el momento en que cruzamos la puerta de la prision y ante nosotros aparecio la calle atestada de gente, familias completas, bañadas por un sol ambiguo, que avanzaban hacia un punto especifico, en direccion a la plaza donde debia estar tocando la banda que se oia a lo lejos, y habia otras que se quedaban a mirar algo en los puestos, o a consultar un mapa, o a decirse algo o a reagrupar a los niños, quiero decir que no perder de vista al centinela no era tarea facil, el lo sabia y por eso procuraba ir volteando continuamente para que no me perdiera en la multitud, y lo hacia con esa efectividad, con esa economia de medios conque suelen seguir los policias aunque aquel a quien siguen vaya detras de ellos,le bastaba un movimiento de cuello minimo, una ligera reorientacion de la cabeza, un fugaz reojo para tenerme absolutamente controlado. <<¿A donde vamos?>>, le pregunte cuando apenas habiamos salido del edificio porque me parecia raro, si no absurdo, lo que estaba empezando a suceder. <<Su tio esta inscrito en un programa de servicio a la comunidad y hoy le ha tocado trabajar fuera>>, me respondio el centinela y yo recorde que algo de eso me habia contado la mujer de la comisaria de Serralongue, algo de esa concesion que le daban a los presos que observaban buen comportamiento, aunque en el caso de mi tio, que nacio en 1918, el buen comportamiento debia ser mas bien la pasividad y la poca movilidad propias de la vejez, pensaba mientras seguia muy de cerca al centinela, caminabamos practicamente codo con codo, esquivando no con poca dificultad el rio de gente que bajaba por la calle y que se arremolinaba en un puesto de comida, en una esquina o a mitad de todo para consultar el programa de la Fête de lòurs; la palabreria continua de la muchedumbre y la musica de trompetas y trombones de la banda que tocaba en alguna plaza, mas la forma accidentada y erratica en que nos ibamos desplazando, dificultaba la conversacion que trataba de establecer, queria extraer toda la informacion posible antes de que llegara el momento de enfrentarme con mi tio, queria ir preparado, listo para verlo y preguntarle un par de cosas y despues irme, habia concluido que era importante evitar la relacion, el compromiso a futuro con ese delicuente, la reconstruccion del lazo familiar; mi objetivo no pasaba de verlo, preguntarle dos o tres cosas y despues largarme y no volver a entrar en contacto con el nunca mas, el nunca mas muy breve que debia darle por la edad. <<¿Y que hace mi tio en la calle?>>, pregunte al centinela en un momento propicio, en el instante en que tuvimos que detenernos en una esquina para que pasara, con mucha lentitud porque iba tratando de abrirse paso entre la muchedumbre, una furgoneta del Ayuntamiento. <<Esta destacado en la plaza principal>>, me respondio y como la furgoneta seguia pasando alcance a preguntarle: <<¿En la plaza donde esta tocando la musica?>>. <<Justamente ahi>>,dijo, con una sonrisa de simpatia e inmediatamente despues se echo a andar porque la furgoneta nos habia dejado el paso libre y una nube espesa de humo del escape me hizo toser, perder el paso y la oportunidad de preguntarle que carajo hacia mi tio, un hombre condenado a cadena perpetua por asesinato, en la plaza publica el dia de la fiesta del pueblo. Se trataba en realidad de una pregunta para confirmar lo que yo acababa rapidamente de deducir, que el <<servicio social>> que prestaba Oriol consistia en tocar en la banda municipal, que era lo unico decente que, hasta donde yo sabia, era capaz de hacer, aunque la verdad no se entendia como podia insertarse un piano en aquella escandalera metalica; mientras intentaba recuperar mi paso junto al centinela, que iba un par de metros delante de mi, aplicando magistralmente su persecucion inversa, pense en el desternillante gracejo que significaba la participacion de Oriol en esa banda estentorea de pueblo; durante varias decadas, en nuestro exilio en La Portuguesa, habiamos oido a Arcadi, su hrmano, pronosticar que Oriol aparederia un buen dia en Mexico, convertido en un importante pianista; durante decadas lo habiamos imaginado entrando en la plantaciion, de traje negro impecable, cargando un pequeño portafolios bajo el brazo donde llevaba sus partitiras, habiamos imaginado tanto y con tanta intensidad esa situacion que habia inventado mi abuelo que, durante todos esos años , la unica posibilidad que nos planteabamos, en el caso remoto de que Oriol no hubiera muerto en la cima del Pirineo en 1939, era la de que fuera un pianista consagrado, y toda la teoria sobre la que mi abuelo se habia basado para inventar aquello que era su hermano, antes de enrolarse en el bando republicano, habia estudiado piano en Barcelona, eso era todo, en realidad nunca habia tocado mas alla de las aulas de musica de la universidad, ni siquiera era uno de esos muchachos que animan las reuniones familiares tocando un instrumento, decia Aecadi cuando le preguntabamos sobre su heremano Oriol, sin darse cuenta de que diciendo esas cosas dinamitaba su propio mito; eso era todo, no habia mas datos que aderezaran la imagen de Oriol convertido en pianista celebre en Sudamerica, no habia nada mas y, en un descuido,ni siquiera era cierto que fuera pianista, o quiza solo se habiainscrito y habia asistido a un par de clases, o probablemente ni eso, no hay documentos donde comprobarlo y todo lo que hay es lo que contaba su hermano que lo mismo hubiera podido decir que era escritor, o alquimista o campeon nacional de tenis pero, en todo caso, concediendo la importancia que tuvo el mito en nuestra concepcion de Oriol, no dejaba de tener gracia, aunque tambien fuera un acontecimiento tragico y deprimente que Oriol estuviera tocando un instrumento, no un piano pero quiza un clarinete, cuando no dirigiendo esa banda metalica de pueblo que atronaba con una energia que llenaba las calles de Prats de Mollo, se desbordaba por esta como una inundacion, como si se hubiera roto la represa que lo contenia y su corriente desbocada estuviera a punto de ahogar a los habitantes con sus notas de metal agudo,una corriente que era un escandalo que ya no me permitio preguntarle al centinela por la clase de actividad que desarrollaba Oriol en la plaza principal, el ruido no permitia el intercambio de palabras y la velocidad y destreza con la que iba desplazandose el centinela entre la multitud tampoco facilitaba el acercamiento,.........
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13-07-11 17:40 #8361256 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
........la cercania necesarea para preguntarle, ¿ mi tio esta tocando en esa banda de metales agudos que nos ahoga?, una pregunta pertinente, necesarea para prepararme aunque fuera con extrema para el encuentro y para echar por tierra de una vez el mito del pianista, esa imagineria que durante años habia promovido Arcadi en la Portuguesa y que yo, que toda la vida la habia creido a pies juntillas, empece a cuesionar a medida que habia ido descubriendo, reconstruyendo y recreando la vida nefanda de Oriol, ¿ como podia ese animal haber sido musico?, otra pregunta pertinente cuya respuesta estaba a punto de llegar porque la musica se oia cada vez mas cerca y yo caminaba cada vez mas rapido abriendome paso en la muchedunbre, tratando de no perder de vista al centinela que volteaba todo el riempo, lanzaba sus reojos majistrales, para comprobar que no me habia extraviado, y en el momento en que estaba a punto de alcanzarlo, a punto de cogerle con excesiva confianza del brazo para preguntarle eso que me parecia fundamental, en el momento preciso de estitar la mano, una fraccion de segundo antes de que las yemas de mis dedos tocaran la manga de su abrigo, di un paso en falso sobre un desnivel que habia en la calle y para evitar la caida, la rodada aparatosa por el suelo, me cogi instintivamente de un hombre, mucho mas bajo que yo, que por poco rueda conmigo pero el caso es que nada paso, conseguimos los dos mantener el equilibrio y yo pedi disculpas y el dijo cortesmente que no era nada, <<¿se encuentra usted biem?>>, todavia educadamente pregunto y en seguida regreso a lo suyo, al brazo de su mujer y al paseo alegre por la calle el dia de la fiesta del pueblo, no paso absolutamente nada, no fue mas que un traspies trivial, uno de esos malos pasos que da uno a veces sin ninguna consecuencia pero aqui, esos segundos que perdi fueron suficientes para que el centinela desapareciera de mi vista, me quede ahi de pie tratando de localizarlo entre la multitud, temiendo de pronto no volver a encontrarlo y perder la oportunidad de ver a Oriol, una cosa de la que habia dudado hasta ese momento en que, agobiado porque la oportunidad podia desvanecerse, me parecia un deber, algo que tenia obligatoriamente que hacer, un episodio imprescindible en esa historia que llevaba meses reconstruyendo y que, sin ese encuentro, quedaria incompleta, trunca, inhabitada como la casa de la pelicula rusa, perdida para siempre; me quede quieto, inmovil, volteando de un lado para otro, esperando que el centinela me repescara con uno de sus golpes de ojo magistrales, pero el tiempo empezo a hacerse largo, el centinela no me habia repescado en el acto, y eso me hizo pensar que debia moverme, debia dejarme guiar por la multitud, avanzar hacia delante porque al final de la calle, que era una arteria estrecha, parecia que se abria un espacio, podia adivinarse por la forma en que la gente, que llegaba hasta alla en una fila apretujada, se dispersaba y tambien porque el ruido de la banda aumentaba a medida que nos acercabamos a ese espacio que debia de ser la plaza principal, la plaza donde iba a encontrarme con mi tio, y mientras miraba a un lado y a otro, con creciente ansiedad, para ver si lograba localizar al centinela, pense en el mapa de Google que habia usado para localizar la carcel y que traia en el bolsillo, no nos habiamos desplazado demasiado y encontrando el nombre de la calle donde estaba podia averiguar con toda exactitud si aquel espacio abierto que se adivinaba era una plaza, y empezaba a mirar las paredes en busca del nombre de la calle, y a palparme el bolsillo en busca del mapa, cuando el centinela se me planto enfrente. <<Le dije que no me perdiera de vista>>,me dijo y en seguida, sin que yo pudiera decirle nada, se echo a andar delante de mi y yo no pude hacer mas que salir pitando detras de el e intentar no perderlo, tratar de irme colando entre la multitud de la misma forma que el lo hacia, moviendose en diagonales, en breves corrimientos a un lado, presionando disimuladamente los cuerpos que tenia a su alrededor un poco con el hombro, un poco con el antebrazo, de repente con la cadera, una efectiva coreografia que le permitia andar con rapidez entre la gente sin perder el paso y asi,conmigo detras, haciendo de su sombra, llegamos al final de la calle donde, efectivamente, estaba la plaza, varias calles confluian en ese espacio y en el centro se apeñuscaba una muchedumbre que gritaba, jadeaba y se divertia, lograba imponer su bulla a la musica estentorea de la banda que, efectivamente, tocaba ahi mismo, entre la gente, montada en un templete que hacia que los musicos sobresalieran medio metro por encima de la muchedumbre, eran ocho, iban uniformados con una casaca azul y tocaban una pieza, con aires de sardana, fundamentada en una vigorosa melancolia; sin perder de vista al centinela que se abria paso en direccion a la banda, trate de mirar los rostros de los musicos, pero desde la distancia en que nos encontrabamos me era imposible, soy miope y aun con las gafas puestas no veo muy bien de lejos y sin embargo no podia quitarles los ojos de encima a esos ocho rostros borrosos que me producian un vacio en el estomago, cualquiera de ellos podia ser el rostro de Oriol, era posible que yo estuviera ya, sin darme cuenta, frente a mi tio, frente a esa mancha en la familia, frente a la parte mas sucia de mi arbol genealogico y de pronto pense que, aun cuando estuviera suficientemente cerca, me iba a ser muy dificil reconocerlo, la foto que me habia enseñado la mujer de la comisaria de Serralongue tenia varias decadas, tenia, sin ir mas lejos, mas años que yo y en esas condiciones iba a ser muy dificil reconocerlo;,,,,,,,,,,
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15-07-11 17:30 #8373792 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
,,,,,,,,,,el centinela habia logrado colocarse mas alla de la mitad de la plaza y yo detras de el, como su sombra, ya a una distancia mas propicia para observad la cara de los ocho musicos que soplaban esa pieza vigorosa y melancolica, desde esa distancia podia apreciar, con una incomodidad creciente porque la multitud se apretaba a medida que nos acercabamos al centro, que la mayoria de los musicos eran viejos y en ese momento, procurando no perder de vista al centinela, cai en la cuenta de que Oriol bebia de tener demasidos años para soplar en plena plaza publica un instrumento de viento, o quiza no, recule a continuacion, quiza su rusticidad, la vida de bruto que habia llevado, su desasosegante animalidad lo habia endurecido suficientemente, lo habia vuelto correoso y longevo, quiza eterno como la mala hierba, quiza capaz de soplar una pieza tras otra por la boquilla de un clarinete, de un corno ingles o de una tuba, esto intentaba yo mientras intentaba descifrar los rostros, sacudido de un lado a otro por nuestro accidentado desplazamiento, estabamos ya muy cerca del templete y ya podia ver las caras, los rasgos de cada uno, el gesto deformado por el esfuerzo de soplar en su instrumento, los mofletes hinchados, una vena palpitante en la sien y otra bajando por la frente, estaba ya verdaderamente cerca con un hueco en el estomago y el corazon desbocado ante la posibilidad de que los ojos de alguno de los ocho dieran con los mios y se produjera el chispazo, el relampago de reconocer a uno de los tuyos, de reconocerme en el, de identificar, con un golpe de ojo, el santo y la seña de la tribu, en ese trance me encontraba, hipnotizado por esos ocho rostros, cuando el centinela redujo su paso para quedar junto a mi y decirme con su boca pegada a mi oreja, porque era considerable el ruido que hacian de cerca: <<su tio deba de andar por aqui>>, grito el centinela en mi oido y señalo con la mano un horizonte amplio que quedaba mas alla del templete, en el fondo de la plaza. <<¿Alla?>>, pregunte con un grito en su oido, desconcertado porque acababa de desbaratarme la historia del musico, esa historia de la que yo de por si siempre habia tenido dudas, pero durante los minutos que me habia tomado llegar frente al templete esa historia se habia vuelto posible, factible, incluso deseable porque verlo ahi, de casaca azul y soplando esa pieza vigorosa en un corno ingles, hubiera matizado un poco su escabrosa biografia, quiero decir que su vida hubiera tenido siquiera un destello positivo, era un asesino y un hijo de p.ta pero tocaba el clarinete, pense y casi sonrei y en el acto conclui que ante su solido historial criminal el matiz hubiera sido irrelavante <<y ahora>>, pense, << no le queda a Oriol ni esa irrelevancia>>, y segui avanzando junto al centinela que habia bajado el ritmo porque a medida que nos acercabamos al fondo de la plaza la gente se apretujaba mas y mas y aprovechando que estabamos codo con codo , atrapados en un momentaneo impase, me dijo a gritos, para sobreponerse al escandalo: Su tio sale a veces a hacer trabajos para la comunidad, reparar una puerta, levantar un bordillo, limpiar una calle, o ayudar en lo que haga falta cuando hay fiesta>>, dijo y con eso aniquilo de forma definitiva, la carrera de musico de Oriol, su fulgurante trayectoria como pianista de la filarmonica de Buenos Aires, su llegada a la Portuguesa con las partitiras bajo el brazo, aniquilo todo eso y ademas lo puso em su sitio, mi tio era un asesino y punto, un prisionero a cadena perpetua y lo que le correspondia no era ponerse una casaca azul y tocar la tuba, sino recoger la basura, limpiar las cloacas, acaso cargar los tablones para el templete de los musicos. <<Venga debe de andar por aqui>>, grito el centinela mientras se abria paso, un poco a la fuerza, entre la gente y yo para no quedarme atras, para no retrasar ni un segundo mas esa expedicion que ya empezaba a pesarme, me pegue a su espalda y ne fui introduciendo por los mismos huecos que el abria, metiendo primero un hombro y luego la rodilla o la cadera, caminando de perfil, introduciendome cada vez mas hondo en esa masa de personas que de pronto se reian o gritaban por algo que estaba pasando en el fondo y que era eso que los tenia tenia ahi apretujados, algo que yo no alcanzaba a distinguir porque iba pegado a la espalda del centinela, concentrado en no separarme ni un milimetro porque empezaba a pensar que a mi solo me iba a ser imposible abrirme paso, en cuanto lograba meter un hombro entre dos personas, por el hueco que acababa de abrir el centinela, tenia que desatascar una pierna que se habia quedado prensada atras, en la capa anterior de gente, y meterla en la capa siguiente, donde ya habia metido el hombro en el hueco que habia abierto el centinela, y despues tenia que hacer lo mismo con la otra pierna, iba adentrandome capa tras capa y en cierto momento, en que una señora grito y me increpo que le habia pisado un pie, voltee fugazmente para disculparme, para decirle que hacerle daño no habia sido mi intencion y lo que vi detras de ella me lleno de agobio porque hasta ese momento no habia reparado en todo el camino que habia recorrido, en lo mucho que me habia adentrado en esa multitud densa, compacta, estaba atrapado en medio del gentio y la marcha atras era impensable, no tenia mas remedio que seguir pegado al centinela y tratar de salir por el otro lado, donde se suponia que ibamos a encontrarnos con mi tio;...........
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16-07-11 20:01 #8379313 -> 8288771
Por:Jose Manuel Z.L

RE: La fiesta del oso.....de jordi soler....3ª
........al verme ahi atrapado, apretujado en esa multitud, comenzo a faltarme la respiracion y una oleada de claustrofobia fue subiendome desde el estomago y un instante despues ya empazaba a solapar la posibilidad de abrirme paso con violencia y escapar de ahi por uno de los costados que parecia mas accesible, el panico de estar encerrado en esa multitud habia relegado el motivo por el que estaba ahi encerrado, el objetivo que me habia llevado hasta ahi, en ese momento no pensaba mas que abrirme paso como fuera para escapàr de mi encierro, de mi horrenda claustrofibia y empezaba a manotear y a mover los brazos y a tratar de pasar literalmente por encima de la gente cuando el centinela me cogio con autoridad de un brazo y me grito<<¡Calmese!su tio esta aqui, a unos cuantos metros>>, y esa noticia disipo mi claustrofobia, deje de manotear y volvi a pegarme sumisamente a la espalda de mi guia y unos segundos mas tarde, como por arte de magia, llegamos al borde de la multitud y ante nosotros se abrio un espacio vacio por donde corria gente, los personajes de una representacion que era lo que tenia a toda esa muchedumbre concentrada en ese punto, y no la banda de musica como yo habia creido, esos ocho musicos que seguian tocando la pieza vigorosa con aires de sardana y que ahi, en el borde de la multitud, ya era menos estentorea, era un fondo para las risas, los gritos y el jaleo que provocaba la representacion. <<Cèst la fête de lòurs>>, dijo el centinela señalando a los chavales que corrian disfrazados de arriba abajo, ya sin gritarme en el oido y con una sonrisa que, tuve la impresion, se debia menos a la fiesta, que seguramente habia visto demasiadas veces, que al alivio de haber llegado hasta ahi y de estar a punto de coronar esa engorrosa encomienda; estaba tan distendido el centinela, tan contento de haber cruzado con exito ese mar de gente que, mientras me explicaba mecanicamente los pormenores de la representacion, rebusco en el bolsillo de su abrigo hasta que encontro un purete que se llevo a la boca; la representacion era como cualquier fiesta pueblerina, una simpleza que la gente se tomaba en serio, una corrediza entre dos bandos de muchachos, unos pintados de blanco y otros de negro, que debian estar haciendo lo mismo que hacian a su edad sus padres, y sus abuelos y sus bisabuelos cada 18 de febrero en ese pueblo, los negros corrian detras de los blancos e intentaban ponerles las manos encima para mancharlos, y los blancos intentaban la misma cosa, era la representacion, segun me explicaba el centinela, de la historia del oso y de la pastora, y a mi su explicacion me parecia fuera de sitio porque yo lo que queria era ver a mi tio y desaparecer, el sol tibio que nos habia acompañado todo el tiempo acababa de ser sepultado por una masa de nubes negras y un viento helado comenzaba a barrer la plaza,<<ahi viena la nieve>>, dijo el centinela mirando con displicencia el cielo, dedicandole un largo churro de humo, como si estuviera apoltronado en un bar criticando la humedad del techo, <<espero que se equivoque porque yo tengo que regresar a Barcelon>>, le dije, pensando en el lio que iba a ser el regreso con la carretera nevada, como hacia un buen dia no habia tomado la precaucion de llevar las cadenas, una lamentable tonteria. <<Habra nieve, se lo aseguro>>, dijo y me miro con cierta compasion, con esa condescendencia que tienen los hombres del campo, acostumbrados a interpretar la naturaleza, frente a los habitantes de la ciudad que no tenemos que interpretar nada: se abre el paraguas cundo llueve o se coge el metro o un taxi, no es casi nunca una amenaza en las ciudades, no como en la montaña donde puedes terminar tus dias en una tormenta de nieve, y al pensar esto regrese al gigante, y a Oriol y al asunto que me tenia en esa plaza abarrotada de gente y barrida por el viento, el centinela seguia fumando y añadia con bastante desgana datos y anecdotas para ilustrar la Fête de l'ours que, como he dicho, me parecia una simpleza, y mientras hablaba y fumaba el centinela note que entre los chavales negros y blancos que se perseguian para mancharse unos a otros habia un hombre vestido de harapos, cubierto de arriba a abajo de una pintura aceitosa que se le apelmazaba en la greña y en las barbas y que sujetaban un par de muchachos con dos cadenas, a la muñeca una y al tobillo la otra, y esta sujecion excentrica lo hacia moverse con dificultad e incluso irse de bruces al suelo, cosa que divertia mucho al gentio que, entonces me di cuenta, jaleaba a los muchachos para que tiraran de las cadenas: por lo que habia entendido de la explicacion mecanica del centinela, se trataba del hombre que representaba al oso en el momento en que los campesinos lo habian hecho prisionero y lo habian afeitado para humanizarlo y para que desenpeñara tareas en el pueblo, como reparar una puerta, o tapar un socavon en una calle, actividades que ese hombre simulaba hacer, las actuaba, las fingia como una rutina inverosimil, nas bien ridicula, cogia tierra que no habia con una pala imaginaria y, cada vez que ponia en practica ese falso quehacer, pasaba un muchacho negro o una blanco y le daba una patada en el culo, o le pegaba con la mano abierta en la cabaza y despues seguia a lo suyo, que era manchar de pintura a sus contertulios y el <<oso>>, como la gente se dirigia a quien lo encarnaba, era el personaje tragico y comico de la fiesta, nadie perdia oportunidad de darle un golpe y la muchedumbre celebraba a rabiar cada vez que caia al suelo, de todas las formas posibles, decara, de culo, de costado sobre alguna extremidad, el pueblo completo le aplicaba la misma rutina, con la misma saña e igual crueldad que habian aplicado sus antepasados al oso real, a la bestia que habia secuestrado a la pastora, ese pobre hombre lleno de aceite no lo pasaba mejor que el oso autentico y encima los harapos no lo protegian del viento que barria la plaza ni del intenso frio que era, ya no me quedaba ninguna duda, el preanbulo de la nieve; no habian pasado ni cinco minutos desde que nos habiamos plantado ahi a ver la representacion y yo ya esraba angustiado por el maltrato que le dispensaban al oso, un maltrato real que incluso le habia abierto una brecha en la frente, de donde le brotaba un hilo de sangre que nada mas salir se mezclaba con la pintura aciotosa, me parecia inexplicable que alguien fuera capaz de prestarse para representar ese personaje pero, pense, tambien es verdad que cada pueblo tiene sus codigos y cada fiesta su elenco y a lo mejor salir de oso era un honor, un privilegio, una distincion que los vecinos comentarian el resto del año, solo de esa forma podia explicarse que ese pobre hombre resistiera semejante maltrato y que la gente aplaudiera feliz cada vez que alguien le daba un golpe, o una patada, o cada vez que sus dos custodios tiraban de las cadenas para que se fuera al suelo, y la algarabia era tal cuando caia, los gritos y el jaleo eran de tal magnitud que la orquesta estentorea, que ya habia pasado a un deshilvanado swing, quedaba sepultada debajo del griterio y yo empezaba a preguntarme que haciamos ahi, la nieve iba a caernos encima en cualquier momento y no me apetecia estar en medio de la plaza cuando eso sucediera.<<¿Cuando veremos a mi tio?>>, pregunte con cierta impaciencia y el centinela me hizo un gesto con la mano, un gesto que invitaba a la calma y la tranquilidad, supuse que esperariamos a que terminara la representacion para cruzar hacia el otro lado sin interrumpir a los actores, mas alla habia dos menesterosos trabajando en el portal de un edificiio, un par de hombres agachados que reparaban algo en la pared, una conexion, una toma de agua, una zona descascarada de la pintura, su trabajo llamaba la atencion porque eran los unicos que no participaban de la fiesta del oso; desde la distancia donde me encontraba, que no era mucha, podia distinguir que uno de ellos era un viejo que podia tener la edad de Oriol y de pronto tuve la certeza de que era el, de que en cuanto terminara la representacion nos acercariamos, ¿quien mas que un preso podia estar haciendo ese trabajo precisamente ese dia?, e iba a decirle todo esto al centinela cuando senti un violento empujon que casi me tiro al suelo, un par de personajes blancos se habian descontrolado, habian brincado hacia atras para que el oso no los manchara de grasa y en cambio me habian manchado a mi de blanco una manga del abrigo y el pantalon al centinela, al tiempo que nos envolvia un chillido general, casi histerico, porque el oso al que todos maltrataban y del que todos huian habia caido nuevamente al suelo, a un metro escaso de donde estabamos y trataba de levantarse con dificultad, sin dejar de representar su papel, de fingirlo, de actuarlo, tirando zarpazos inofensivos y adoptando una actitud de oso enfurecido que contrastaba con el aspecto desvalido y lastimoso de su cuerpo, y al tenerlo tan cerca de mi vi que se trataba de un hombre mayor y me dio todavia mas pena, debajo de los harapos se veia una espalda huesuda que segun se moviera quedaba completamente a la intemperie. <<¿Como pueden tratar a ese hombre asi?>>, le dije al centinela, <<tenerlo con tan poca ropa con el frio que hace>>, y el centinela se me quedo mirando de una forma que me desconderto, me miro con una dureza que me dio incluso miedo; y cuando iba a preguntarle que porque me miraba de esa forma, el oso, al tratar de levantarse, volvio a caerse casi encima de nuestros pies y pude ver de cerca su pelo grasiento, su barba grasienta y llena de porquerias y su boca sin dientes que emitia, hasta entonces no lo percibi, un remedo de gruñido de oso y tanta lastima me produjo el viejo que, pasando por alto el protocolo de la fiesta, me agache y lo cogi de una axila y en cuanto tire hacia arriba para levantarlo vi que la pierna que tenia libre, la que iba sin cadena, era una pata de palo, y en cuanto lo tuve frente a mi, precariamente de pie porque las cadenas amenazaban con llevarlo de nuevo al suelo, en cuanto sus ojos hicieron contacto con los mios senti que el mundo se me venia encima, vi los ojos de mi madre y de mi hermano, vi en su rostro mis propios rasgos, vi en su gesto patetico el santo y la seña de mi tribu, voltee a ver incredulo al centinela y vi que seguia con esa expresion durisima, inquebrantable, donde no cabia ni una debilidad, ni una fisura donde pudiera yo apoyarma, encare nuevamente a Oriol, la muchedumbre gritaba y sus custodios tiraban de las cadenas, el oso tenia que regresar a la fiesta y yo lo tenia cogido por las axilas, observandome con una mirada vacia, casi id.ota, una mirada desoladora que me dejo sin palabras, sin argumentos, sin fuerza para seguir adelante y lo solte, lo deje ir, lo regrese a la multitud que exigia verlo tropezar,caerse, derrumbarse.

SE TERMINO....MAÑANA EMPEZARE OTRA QUE SE QUE OS GUSTARA.....
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