Candás - Asturias

VIENTO SOLITARIO

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Al cruzar sus anchas puertas
en la oscura madrugada,
la caricia de la helada
las calles halló desiertas.
Y las hojas halló muertas
en el parque del camino,
donde el viento solitario
sigue un rumbo peregrino.

Y la aurora rompió el hielo,
no lejos de los jardines,
en la acera de los cines,
al asomarse en el cielo.
Y, en su callado desvelo,
se hizo beso mortecino,
donde el viento solitario
sigue un rumbo peregrino.

Y las gentes, con premura,
dejando atrás sus portales,
pisaron blancos cristales,
quebrando la helada pura.
Y ya el tráfico murmura
en ese lunes mezquino
que, perdido y solitario,
sigue un rumbo peregrino.

Y, a voces, el pordiosero
su pregón alza valiente
para que quiera la gente
darle un poco de dinero.
Y la mañana de enero
que consume destino,
como el viento solitario
sigue un rumbo peregrino.

Y en los kioscos, a la venta,
la actualidad, la mentira,
el ambiente que respira
el lector que se lamenta.
Y el carterista que intenta
robar de nuevo al vecino,
como el viento solitario
con un rumbo peregrino.

2009 © José Ramón Muñiz Álvarez"