Avilés - Asturias

“Ingresé en el Hospital por la noche y en muy mal estado, según parece. Estaba en la cama inmóvil. En el otro lado de la habitación había otra cama, al lado de una ventana, desde la que oía a otro enfermo que me preguntaba algo de vez en cuando. Al cabo de algún día,le pregunté qué se veía desde la ventana: el compañero enfermo me describía un paisaje casi ídilico en unas vistas que me relataba con un detalle de lo mas deseado para un enfermo inmóvil.
Una noche, debió ponerse muy enfermo y oí como lo sacaban de la habitación; a la mañana seguiente pregunté a la Enfermera que era de mi compañero y me contestó: ha muerto. Me quedé un rato sin decir nada y tal vez quiso salirme una lágrima. Le dije a la enfermera: ahora que estoy solo, podías ponerme en la cama de la ventana. Así lo hizo y pude ver, entre desconcertado y confuso, que la ventana daba a una tapia. Le pregunté a la Enfermera: si solo se ve la tapia, ¿ como es que ese hombre me describía un paisaje tan agradable ?. Aquel hombre -me contestó la enfermera-, era ciego.
Al cabo de un instante, me salió aquella lágrima que le debía al compañero.”

Salud. GALIANA

Relatos como ese dan nivel al Foro.