Santa Cruz de Marchena - Almeria

- EL CICLISTA O EL BURRO -

Había una vez un pueblo que tenía un alcalde muy trabajador, pero que no sabía cuando iba a llover, así que en plenas fiestas se le presentaba una tormenta que ponía furiosos a todos los vecinos de su pueblo.

Llamó a un experto en meteorología, pronosticador del tiempo y le preguntaba un mes antes si iba a llover en las fiestas o no. El experto no acertaba ni una y el pueblo cansado, comprometió a don Francisco, que cuando dejara la alcaldía buscara a alguien entendido sobre el tema de lluvias, riegos por goteo, comunidad de regantes, arreglos del KAR DEL BELEMBIN, puesto que además el futuro era hacer una residencia y tenía que conocer como vertían las aguas fluviales y fecales para evitar hacer un pozo oscuro con todo el dinero negro que eso costaba.

Don Francisco, un día se cruzó con un ciclista cerca de un burro en la plaza de Santa Cruz, que estaba perdiendo el tiempo, porque en Santa Cruz no se trabaja, se pierde el tiempo, ya que hay mucho y nadie lo encuentra.

El ciclista, cerca del burro, le dijo:

- ¿Dónde va usted, con la que va a caer?

Don Francisco, oyó ¡¡¡con la que va a caer!!! Y preguntó:

- ¿Seguro que va a llover?

- Y no poco (respondió el ciclista cerca del burro)

Don Francisco penso “Qué sabrá este cazurro” y siguió su camino.

A los pocos minutos, empezó a caer una tormenta que por poco Don Francisco no lo cuenta. Furioso por no haber hecho caso al ciclista que había cerca del burro, mandó a Don José el Municipal, para que le buscara donde estuviese.

Don José así lo hizo, y lo llevó al Ayuntamiento.

Una vez en el Ayuntamiento, le preguntó:

- ¿Quieres ser el alcalde del pueblo, tú que sabes cuando va a llover?

El ciclista que había cerca del burro, respondió:

- Me tendrá que enseñar a ser alcalde, porque yo sé que va a llover cuando veo al burro con las orejas bajas.

Don Francisco, desde ese día, puso a su alcalde en Santa Cruz.

No se sabe si puso al ciclista o al burro.

Así comenzó la costumbre de apañar alcaldes o burros, que desde entonces ¡¡¡Los burros tienen los puestos más remunerados en el Ayuntamiento.!!!!!

(con perdón para los pobres burros de cuatro patas)

¡HALA!