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Los andaluces se obsesionan con el paro y la economía y se despreocupan de lo demás

Según el Barómetro de Consumo de 2009, más del 85 por ciento de los andaluces considera el desempleo uno de sus mayores problemas

ÁNGELA RODRÍGUEZ / SEVILLA

Día 27/08/2010

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Como era de esperar en el contexto de crisis económica en el que se encuentra el país, el paro ocupa el puesto número uno de las preocupaciones de los andaluces. Se coloca como el mayor problema para el 85,6 por ciento de los ciudadanos, seguido de la economía con un 30,9 por ciento. Así lo indicó en la mañana de ayer la consejera de Salud, María Jesús Montero, durante la presentación del V Barómetro Andaluz de Consumo (BACO) 2009.
El desempleo ha escalado en la pirámide de preocupaciones andaluzas un 7,3 por ciento con respecto al pasado año y 17,8 puntos con respecto al año 2005. El significativo aumento va de la mano de la situación económica desfavorable, es por ello que en el caso de la economía también se haya experimentado un sustancioso aumento pasando de 24,4 por ciento del pasado año o el 6,6 de 2005 al 31 por ciento actual.
Sin embargo, la preocupación por la vivienda ha disminuido del 20 por ciento del año pasado a un 5,9 por ciento en 2009. Una importante baja en la escala, superada por la inseguridad ciudadana, la inmigración, la sanidad o la enseñanza.
Uno de los datos más curiosos aportados por el BACO 2009 es que sólo un 17 por ciento de los andaluces afirma haber comprado por Internet. Un método que está en auge y que los andaluces únicamente usan para electrónica, viajes y música, anteponiendo los supermercados de barrio a esta nueva fórmula, e incluso a los centros comerciales y a los pequeños comercios.
Problemas con la telefonía
De otro lado, la consejera de Salud señaló que uno de cada dos andaluces, según el cuestionario realizado por el Instituto Andaluz de Estudios Avanzados (IESA) a 1.200 andaluces, confiesa sentirse desprotegido en telefonía y uno de cada tres en los sectores de la banca y el suministro eléctrico.
Los servicios de telefonía son los que generan una mayor sensación de inseguridad en los consumidores andaluces, convirtiéndose en el sector más conflictivo. El 56,3 por ciento de los mismos reconoce no sentirse protegido como usuario de este sector, que acumula un mayor número de reclamaciones. En lo que se refiere a la banca y los seguros son el 38,7 por ciento de los andaluces encuestados los que se sienten vulnerables ante tal rama, frente a los 36,6 por ciento que sienten esta desprotección en los suministros de agua, luz y gas. Una desprotección que se hace patente en las 1.571 reclamaciones relativas a estos sectores que la Junta ha recibido durante el primer semestre del año.
Miedo a las reclamaciones
De otra parte, el consumidor andaluz, casi el 93 por ciento, se caracteriza por intentar solucionar los problemas relativos al consumo de forma personas acudiendo al establecimiento en el que han hecho la compra. Así, sólo el 44,3 por ciento de éstos solicita la hoja de reclamaciones, aunque la mayoría de ellos no lleva este documento a ninguna oficina municipal lo que lo hace inválido a la hora de hacer factible la reclamación. El usuario andaluz, por normal general, desconoce la normativa al respecto y es por ello que se encuentra «desprotegido» ante el consumo.
La falta generalizada de conocimientos en relación a este ámbito, puntuada por los andaluces con un «insuficiente», 4,3 puntos sobre 10, ha llevado, según explicó ayer Montero, a la puesta en marcha en octubre de «Consumo Responde», un sistema integral de información, idéntico al de «Salud Responde», con objeto de mejorar la comunicación y la respuesta que se da a la ciudadanía a través de distintos canales en materia de consumo.
La participación de la ciudadanía será uno de los elementos que caracterizará este nuevo servicio, así como la calidad en la atención que se preste, de manera que se convierta en referencia para los propios consumidores y también para las empresas.
A este sistema se suma la llamada «Hoja electrónica» a la que se ha adherido recientemente el operador telefónico Vodafone y que se espera que progresivamente se vayan sumando el resto de compañías. Un método que permite mayor comodidad y facilidades para el usuario a la hora de ejercer sus derechos.

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