TERRENO PROPICIO PARA LOS SALTEADORES TERRENO PROPICIO PARA LOS SALTEADORES En el Archivo Municipal hay una copia de la instancia dirigida al director del Instituto de la Guardia Civil, de 7 de septiembre de 1900, solicitando para Villalengua un puesto de cuatro números y un cabo, alegando la precaria situación de inseguridad y los altos índices de delincuencia que se daban por algunos de sus términos. En el capítulo sobre " LOS BANDOLEROS EN VILLALENGUA " se describe el asalto que sufrió una casa del pueblo en la noche del 12 de febrero de 1876, y que terminó con la muerte del dueño y de un joven de la casa. En un párrafo de ese escrito se dice que: " En el pueblo no se recordaba ningún hecho tan espantoso como el ocurrido aquella noche. Sin embargo, los representantes locales volvían a reivindicar a la autoridad superior de la provincia que la Guardia Civil residiera en la población. Hacía ya mes y medio que se había concedido el asentamiento de un destacamento de la Guardia Civil y todavía no había llegado; su presencia se consideraba necesaria para que no se repitieran crímenes tan abominables y crueles como el que había consternado a toda la comarca ". De esos escritos se deduce que la inseguridad que se daba por algunos parajes del término municipal y por los caminos que lo atravesaban sembraba inquietud entre nuestros paisanos, y el tema venía de lejos. Hay un escrito de 22 de julio de 1805, en el que Don Vicente Urcelay, alcalde y juez ordinario de Villalengua, lugar que es de la Religión de San Juan de Jerusalén, con el debido respeto expone: " Que luego que tomé posesión del cargo, por ser este término tan ocasionado para ladrones y contrabandistas por lo montuoso del terreno y cruzar por él las carreteras de Navarra a Valencia, Zaragoza y Cataluña, nos reunimos en el presente año ocho pueblos convecinos por la necesidad de vigilar con gente armada las carreteras y el paraje llamado Los Cuchillejos, para evitar los continuados asaltos y robos que se producen. Y para llevar a prisión a los muchos ladrones que se detienen, solicito al Señor Comendador se arreglen lo antes posible las cárceles de la Encomienda de San Juan ". El documento lleva fecha de 22 de julio de 1805, y lo firma Don Vicente Urcelay, alcalde y juez de Villalengua. El Comendador le respondió dando largas al asunto, y alegando que en los - 1 - cabreos ( inventarios ) de la Encomienda no constaba que las cárceles de Villalengua hayan sido o sean de su incumbencia, por lo que no le corresponde a él el hacer los arreglos que solicita el Alcalde. ( AHN, Encomienda de Calatayud, legajo 8194, documentos con el nº 2 ). OBSERVACIÓNES - Por la cantidad de documentos que hay sobre este asunto, parece que al Alcalde le costó convencer al Comendador de que le correspondía a él hacer los arreglos necesarios. - También llama la atención que se hable de las cárceles, en plural, lo que quiere decir que eran frecuentes las detenciones de ladrones y bandoleros. - Según se puede ver en el capítulo de " REFERENCIAS HISTÓRICAS " página 8, y se deduce de que esta documentación esté en el AHN y no en el Archivo Municipal, el Comendador se hizo cargo, finalmente, de los gastos para hacer los arreglos que solicitaba el Alcalde. Crispín Mínguez - 2 - TERRENO PROPICIO PARA LOS SALTEADORES En el Archivo Municipal hay una copia de la instancia dirigida al director del Instituto de la Guardia Civil, de 7 de septiembre de 1900, solicitando para Villalengua un puesto de cuatro números y un cabo, alegando la precaria situación de inseguridad y los altos índices de delincuencia que se daban por algunos de sus términos. En el capítulo sobre " LOS BANDOLEROS EN VILLALENGUA " se describe el asalto que sufrió una casa del pueblo en la noche del 12 de febrero de 1876, y que terminó con la muerte del dueño y de un joven de la casa. En un párrafo de ese escrito se dice que: " En el pueblo no se recordaba ningún hecho tan espantoso como el ocurrido aquella noche. Sin embargo, los representantes locales volvían a reivindicar a la autoridad superior de la provincia que la Guardia Civil residiera en la población. Hacía ya mes y medio que se había concedido el asentamiento de un destacamento de la Guardia Civil y todavía no había llegado; su presencia se consideraba necesaria para que no se repitieran crímenes tan abominables y crueles como el que había consternado a toda la comarca ". De esos escritos se deduce que la inseguridad que se daba por algunos parajes del término municipal y por los caminos que lo atravesaban sembraba inquietud entre nuestros paisanos, y el tema venía de lejos. Hay un escrito de 22 de julio de 1805, en el que Don Vicente Urcelay, alcalde y juez ordinario de Villalengua, lugar que es de la Religión de San Juan de Jerusalén, con el debido respeto expone: " Que luego que tomé posesión del cargo, por ser este término tan ocasionado para ladrones y contrabandistas por lo montuoso del terreno y cruzar por él las carreteras de Navarra a Valencia, Zaragoza y Cataluña, nos reunimos en el presente año ocho pueblos convecinos por la necesidad de vigilar con gente armada las carreteras y el paraje llamado Los Cuchillejos, para evitar los continuados asaltos y robos que se producen. Y para llevar a prisión a los muchos ladrones que se detienen, solicito al Señor Comendador se arreglen lo antes posible las cárceles de la Encomienda de San Juan ". El documento lleva fecha de 22 de julio de 1805, y lo firma Don Vicente Urcelay, alcalde y juez de Villalengua. El Comendador le respondió dando largas al asunto, y alegando que en los - 1 - cabreos ( inventarios ) de la Encomienda no constaba que las cárceles de Villalengua hayan sido o sean de su incumbencia, por lo que no le corresponde a él el hacer los arreglos que solicita el Alcalde. ( AHN, Encomienda de Calatayud, legajo 8194, documentos con el nº 2 ). OBSERVACIÓNES - Por la cantidad de documentos que hay sobre este asunto, parece que al Alcalde le costó convencer al Comendador de que le correspondía a él hacer los arreglos necesarios. - También llama la atención que se hable de las cárceles, en plural, lo que quiere decir que eran frecuentes las detenciones de ladrones y bandoleros. - Según se puede ver en el capítulo de " REFERENCIAS HISTÓRICAS " página 8, y se deduce de que esta documentación esté en el AHN y no en el Archivo Municipal, el Comendador se hizo cargo, finalmente, de los gastos para hacer los arreglos que solicitaba el Alcalde. Crispín Mínguez - 2 - TERRENO PROPICIO PARA LOS SALTEADORES En el Archivo Municipal hay una copia de la instancia dirigida al director del Instituto de la Guardia Civil, de 7 de septiembre de 1900, solicitando para Villalengua un puesto de cuatro números y un cabo, alegando la precaria situación de inseguridad y los altos índices de delincuencia que se daban por algunos de sus términos. En el capítulo sobre " LOS BANDOLEROS EN VILLALENGUA " se describe el asalto que sufrió una casa del pueblo en la noche del 12 de febrero de 1876, y que terminó con la muerte del dueño y de un joven de la casa. En un párrafo de ese escrito se dice que: " En el pueblo no se recordaba ningún hecho tan espantoso como el ocurrido aquella noche. Sin embargo, los representantes locales volvían a reivindicar a la autoridad superior de la provincia que la Guardia Civil residiera en la población. Hacía ya mes y medio que se había concedido el asentamiento de un destacamento de la Guardia Civil y todavía no había llegado; su presencia se consideraba necesaria para que no se repitieran crímenes tan abominables y crueles como el que había consternado a toda la comarca ". De esos escritos se deduce que la inseguridad que se daba por algunos parajes del término municipal y por los caminos que lo atravesaban sembraba inquietud entre nuestros paisanos, y el tema venía de lejos. Hay un escrito de 22 de julio de 1805, en el que Don Vicente Urcelay, alcalde y juez ordinario de Villalengua, lugar que es de la Religión de San Juan de Jerusalén, con el debido respeto expone: " Que luego que tomé posesión del cargo, por ser este término tan ocasionado para ladrones y contrabandistas por lo montuoso del terreno y cruzar por él las carreteras de Navarra a Valencia, Zaragoza y Cataluña, nos reunimos en el presente año ocho pueblos convecinos por la necesidad de vigilar con gente armada las carreteras y el paraje llamado Los Cuchillejos, para evitar los continuados asaltos y robos que se producen. Y para llevar a prisión a los muchos ladrones que se detienen, solicito al Señor Comendador se arreglen lo antes posible las cárceles de la Encomienda de San Juan ". El documento lleva fecha de 22 de julio de 1805, y lo firma Don Vicente Urcelay, alcalde y juez de Villalengua. El Comendador le respondió dando largas al asunto, y alegando que en los - 1 - cabreos ( inventarios ) de la Encomienda no constaba que las cárceles de Villalengua hayan sido o sean de su incumbencia, por lo que no le corresponde a él el hacer los arreglos que solicita el Alcalde. ( AHN, Encomienda de Calatayud, legajo 8194, documentos con el nº 2 ). OBSERVACIÓNES - Por la cantidad de documentos que hay sobre este asunto, parece que al Alcalde le costó convencer al Comendador de que le correspondía a él hacer los arreglos necesarios. - También llama la atención que se hable de las cárceles, en plural, lo que quiere decir que eran frecuentes las detenciones de ladrones y bandoleros. - Según se puede ver en el capítulo de " REFERENCIAS HISTÓRICAS " página 8, y se deduce de que esta documentación esté en el AHN y no en el Archivo Municipal, el Comendador se hizo cargo, finalmente, de los gastos para hacer los arreglos que solicitaba el Alcalde. Crispín Mínguez - 2 -
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