Hoy día de San Gregorio voy a enviar el artículo que en su día escribí sobre él y que tuve problemas técnicos en enviar. A ver si hoy tengo suerte:
SAN GREGORIO.-
Su nombre viene del griego y significa “vigilante”. No se tienen noticias sobre su nacimiento, ni sobre quiénes fueron sus padres. Sólo se sabe que, en su juventud, ingresó en el convento de San Cosme y San Damián, de la orden de los benedictinos, en Roma y que, por su sabiduría y santidad, fue elegido abad del monasterio.
El Papa Juan XVIII lo hace Obispo de Ostia ( era el puerto de Roma), de aquí que se le denominase con el gentilicio e esa ciudad para distinguirlo de otros santos de igual nombre. Posteriormente, es nombrado cardenal y designado como Bibliotecario Apostólico ( dignidad muy importante en la Iglesia).
Se tienen noticias de que, en la primera mitad del siglo XI, fue nombrado Legado papal ante las cortes de Castilla (Burgos) y Navarra (Pamplona), para resolver cuestiones relativas a la organización eclesiástica, en unos tiempos en los que se hacía necesaria la determinación de los límites de las diócesis, no sólo por la interferencia de los distintos obispos, sino por la pertenencia de los territorios a distintos soberanos. Esto conllevaba negociaciones con los reyes y con los obispos interesados.
Intervino en la delimitación de las diócesis de Valpuerta, Nájera, San Millán de la Cogolla y Albelda, ( en La Rioja) cuyos territorios coincidían en su mayoría con la visigoda de Calahorra, que, por entonces, todavía estaba en manos de los moros. Posteriormente, cuando se conquistó Calahorra se acabó el problema; pero mientras tanto . . . .
Mientras trataba de mediar entre los reyes y obispos de estas tierras, se dedicaba a predicar a los fieles. En estos menesteres fue acompañado por Santo Domingo de la Calzada, quien le servía de paje.
San Gregorio fue famoso, en su día, por algo mucho menos importante para la historia; pero mucho más entendible para el pueblo, en especial, para los agricultores.
Se cuenta que, en aquellos tiempos, una plaga de langosta asolaba los campos de La Rioja y sur de Navarra. Por su mediación, la plaga fue vencida y todo el pueblo comenzó a venerarle como Santo.
Agotado y enfermo, se retiró a Logroño, donde parece que murió alrededor del año 1.044 ( algunos dicen que en 1.04

. Hay una pequeña ermita de San Gregorio en la calle de la Rúa Vieja en Logroño. Su cuerpo se venera en la iglesia de San Gregorio de Pinave ( o Peñalba), entre Viana y Logroño.
Este Santo es muy venerado en distintos lugares de La Rioja y Navarra ( valle medio del Ebro). Y siempre se le ha representado vestido de obispo.
No puedo constatar en qué fechas fue entronizado como patrono de nuestro pueblo. Sería, probablemente, cuando Santa Bárbara, a principios del siglo XVI. Lo que sí está claro el por qué: para protegerse de las plagas de langosta y otros animales perjudiciales para las cosechas. En un pueblo agrícola como el nuestro es de lo más apropiado.
De esta manera, el Lugar de Terrer, se sentía protegido por Santa Bárbara, de las consecuencias de las tormentas y por San Gregorio, de las consecuencias de las plagas.
Nada se dice, sin embargo, de La Señoría de Terrer que, como era moro por entonces . . . .
El patronazgo de San Gregorio ha quedado oscurecido, en tiempos recientes, con la aparición de los productos químicos “anti-plagas”, tales como el DDT ( el primero) y otros más modernos que los agricultores de Terrer conocen mejor que yo.
A la vez que a Santa Bárbara, a San Gregorio lo ha desplazado la tecnología. Y ésta nos quitó los recuerdos de nuestra niñez. Aún recuerdo de niño el tener que ir toda la familia a la vega a quitar a mano los escarabajos de la patata . Ahora, eso sería impensable.
Igualmente, recuerdo ir a la ermita de San Gregorio en carros engalanados y al cura, bendecir los campos, rogando la protección divina.
En fín, creo que es bueno que mantengamos las tradiciones, aunque conociendo el fondo de las mismas.