Mejor imitar a Austria Resulta que las oficinas de farmacia austriacas venden, además de específicos, pescado fresco. De momento han puesto a la venta la trucha ártica ahumada, considerando sus elevados niveles de ácidos grasos omega-3. ¡Chupa del frasco! ¿Ustedes imaginan qué sucedería en España si nos acercásemos a esa hora intempestiva de la noche a una farmacia de guardia para pedirle al mancebo cuarto y mitad de palometa? --Se me acaba de terminar, pero tengo una lubina fresquísima, recién traída de Benicarló. --Bueno, ponga un kilo y medio. ¿Y mejillones, tiene mejillones? --También. De roca, magníficos. --¿Alguna cosita más? --Sí, una caja de aspirinas y otra de condones. --¿De qué talla? --Hombre, no sé... Aquí, en España, para no ser menos que los austriacos, pronto veremos en las farmacias de los pueblos con playa establecimientos en los que vendan, además de medicinas, chupetes y potitos “Bledine”, uvas del Vinalopó, bombillas de bajo consumo, planchas, ordenadores y hasta flautas traveseras, para echar el viento por arriba y evitar el abuso de “Aero-Red” y echarlo por abajo. El pescado se vende menos por estos pagos, por el precio. Si acaso, sardinas rancias en salazón en tabal de madera. No sé si tendrán ácidos grasos omega-3, o freno y marcha atrás, pero sirven para hacer ejercicios manuales. Pelarlas lleva su tiempo. |