San Mateo de Gállego - Zaragoza

Levante-EMV.com

El Arzobispado de Valencia ha apartado del sacerdocio y de la docencia de manera fulminante al párroco detenido por presuntos abusos sexuales a dos niños de 13 y 14 años. La decisión fue dada a conocer ayer a través de un comunicado en el que el máximo órgano de los sacerdotes valencianos informó de que el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, ha retirado al clérigo de "todos los ministerios pastorales" y le ha pedido que "se aleje de la comunidad en la que servía".
En la práctica, esto supone que el encausado, que permanece en libertad provisional -no ha ingresado en prisión, pero continúa imputado en el proceso judicial-, ya no podrá celebrar misa, entre otras cosas. El sábado, tras salir del juzgado de Alzira, regresó a su parroquia, en el municipio de la Ribera Alta en el que estaba destinado desde hacía cuatro años, para recoger sus efectos personales.
Además, se le ha rescindido "de forma inmediata" su relación laboral con la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir.
Ambas determinaciones fueron dadas a conocer ayer, el día en que Levante-EMV publicó en exclusiva la detención e imputación judicial del sacerdote, quien admitió los abusos sexuales a los menores en su declaración ante la Guardia Civil.
El comunicado incide en que "se han seguido todas las indicaciones que el Santo Padre, a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha dispuesto para estos casos".
"Nos avergüenza y humilla"
El prelado afirmó ayer que "siente profundamente los hechos denunciados, que nos avergüenzan y humillan", y no dudó en expresar su "total disposición a prestar la ayuda que fuese necesaria a los afectados y sus familias".
Por último, Osoro mostró su confianza en la "pronta resolución ante los tribunales de justicia" del caso de abusos sexuales. De momento, la Guardia Civil no tiene constancia de más denuncias de otras posibles víctimas del acusado.
Además de retirarle los ministerios pastorales y rescindir su contrato como profesor universitario, el cura ha sido apartado de las charlas y cursos que impartía en un colegio religioso del municipio de la Ribera Alta donde ejercía como párroco. El director del centro escolar confirmó ayer a este diario que no volverá a acudir al colegio a dar clases de ningún tipo.

Es normal que piensen lo primero en los afectados y sus familias, Siempre lo han hecho así. Pero qué hipócritas...