San Mateo de Gállego - Zaragoza

Huelga decir, que rompecorazones es hombre de palabra. Yo lo se, y lo que los demás piensen de ello, me importa un pito. Me tocó vivir los tiempos en los que un apretón de manos, era más que suficiente para cerrar un trato, y la palabra de un hombre tenía más valor que cualesquiera de los documentos actuales.

Es por ello, que habiendo prometido en su día, que me personaría ante la casa de heidi, con la noble finalidad de deleitarle con románticas sonatas y alguna que otra jota de estilo, encontré no hace mucho, el momento oportuno.

A los dioses pongo por testigos -y a la mismísima heidi-, que todo cuanto a continuación voy a relatar, es cierto. Escrupulosamente cierto.

Aconteció uno de éstos pasados días. La noche, se presentó serena. Tranquila. Ya habían dado las doce, cuando Rompecorazones, acompañado de una vieja guitarra y pletótico, más de ilusión que de confianza, se encaminó con paso firme y deciddo, hacia la casa donde heidi vive.

Tras saludar, con la brevedad que el momento exigía,a unos amigos que, tomaban apaciblemente la fresca, junto a la acequia y esquivar, con disciplencia a algún que otro tonto del ciruelo, con cara de "no registrado",llegué sin más dilaciones al domicilio de tan singular dama.

Después de inspirar aire repetidas veces y soltarlo con fuerza, tomé la guitarra, entre mis brazos, como si de un frágil bebé se tratara, y acariciando las cuerdas, con la destreza que los años me han otorgado, conseguí arrancarle al fiel instrumento, sus mejores notas.

No habían pasado muchos minutos, cuando los rasgueos de la guitarra, acompañados de las cuartetas que por mi garganta salían, consiguieron el efecto deseado.

Una angelical figura de mujer, comenzó a dibujarse tras los cristales de la ventana en la que yo tenía posados mis ojos. Dejé de cantar. No podía. El balcón se abrió, y ella, Heidi, salió con majestuosidad al exterior. ¿..Rompecorazones..? ¿...Rompe...?

Quedé absorto. Perplejo. No era posible que un frágil balcon, pudiese albergar tantísima belleza. No pude sino balbucear.. ¿heidi....?. Sonreí. Heidi también lo hizo.

Rompecorazones, aquella mágica noche, había conseguido conocer a la heroína de nuestro foro, y juro que superó todas las espectativas.

Sin decir nada, y con los nervios a flor de piel, me encaminé hacia mi casa. Volví a saludar a mis amigos que todavía permanecían de charrada.

cuando estaba intentando abrir la puerta de mi vivienda, me saludó mi vecina. La de la camiseta roja. Me preguntó, al verme con la guitarra, y yo le expliqué todo lo que había sucedido. Ella sonrió y dejó es ca par un "Rompecorazones.., genio y figura..como siempre".

Al momento me acosté, dispuesto a dormir, y a soñar. Y...¡Ya lo creo que soñé...!

Había sido una tarde dura…

El día había comenzado con la lectura del foro de San Mateo, pues era festivo y pretendía dedicar un rato al mismo, pero mi consciencia sufrió un severo golpe al leer como, de nuevo, un “no registrado”, recordándome cual es el motivo de la creación de la mujer, me citaba lo sucia que debía estar mi casa, a tenor de que por mis escritos, salta a la vista que pierdo mucho tiempo en otras cosas.
Eso resquebrajó los cimientos de mis valores femeninos, y después de un periodo considerable de tiempo, (y después de comer, por supuesto…), con la carga del remordimiento, decidí ponerme a hacer limpieza.
También sufría, gracias a que este “no registrado” me abrió los ojos, cierta tristeza por no haber sabido interpretar mi papel de mujer en la vida. Tenia que haber buscado marido…Un hombre que llegase a su limpio hogar, al cual esperar con su copa de Brandy veterano entre los dedos, y después de colgarle el abrigo ofrecerle un beso y correr a la cocina (el que siempre ha sido nuestro hábitat natural…), un hombre que al caer la noche me hiciese suya diciéndome aquello de:- Mujeeeer! Ponte…! -.

Dejando al margen la envidia que aun siento por la vida y pensamientos de algún no registrado, comencé la batalla contra la suciedad, aun a riesgo de contaminar estéticamente mis preciosos deditos, y vaya si los contamine…
Termine después de unas siete horas frotando, dos fiestas de la espuma, tener una pelea con una rata, cinco incendios, el descubrimiento de que la borrilla de debajo del sofá era en verdad el capitán cavernícola (vaya…la segunda vez que lo nombro aquí…reflexionaremos…), y varios incidentes con la lavadora que no mencionaremos ni yo, ni el desaparecido por circunstancias paranormales loro de mi vecina.
Había sido una tarde dura…

Pero ya había pasado y me encontraba frente al ordenador, haciendo la última labor de limpieza, en concreto estaba rascando el Tipp-ex, de la pantalla, para poder volver a escribir, cuando mi linda gatita llamo mi atención.
Estaba fuera, en el balcón, sentada en la barandilla y dibujando su elegante silueta en la Luna, no hacia nada, solo miraba hacia las calles y tejados como si supiera que algo iba a pasar. Yo simplemente apague la luz artificial y la mire con el esplendor de la noche a través del cristal,-¿cuantas veces habremos visto esa imagen de un gato delante de la luna? En carteles, cuentos, películas…y nunca pierde su belleza, además de que en esta ocasión no era un gato cualquiera, era la gata de Heidi, un ser divino creado para acompañar en la vida a un igual…El caso es que de pronto, saltó hacia arriba y se fué hacia los tejados, y yo me quedé mirando a la Luna…
Un sonido acarició mis pensamientos suavemente, venía de la calle, era un sonido melódico, perfecto, ¡parecía estar hecho para mí!, encendí una tenue luz y me acerqué a la puerta del balcón, había alguien cantando, así que me asomé poco a poco.
En seguida supuse quien era aquel trovador que dejó de cantar de golpe, y pronuncié su nombre una vez y media, puesto que me cortó pronunciando el mío con cierto nerviosismo enternecedor, después se calmó, sonrió, y yo le correspondí con el mismo gesto.
No habría de hablar de la apariencia física de aquel trovador, por que una señorita no debe mostrar debilidad, aunque no puedo resistir la tentación de generar envidia a otras señoritas, pues (como es lógico debido a mi preciosa superficie) puedo decir que he tenido al mismísimo Héctor bajo mi balcón.
Retomó la guitarra y comenzó a cantar, ¡que digo cantar!, mas bien parecía que le daba formas y colores al aire que nos rodeaba, convirtiendo su voz en un sonido traído de los mismísimos jardines del Edén, al tocar sus dedos las cuerdas de la guitarra, salían destellos mágicos, era como si sus dedos fuesen pequeñas hadas dispuestas a sacar un mundo de maravillosa fantasía de aquel instrumento…
Después de cierto rato, comenzó a aparecer gente que venía atraída por la música, y por ver como Rompecorazones rondaba a Heidi, mi calle se lleno de gente, el artista se animó, y aquello desembocó en una fiesta improvisada y maravillosa, Rompecorazones era capaz de cantar todo, y continuaba cantándomelo a mí aunque hubiera tanta gente, el Tractor Amarillo, Mariana Mambo, Paquito el Chocolatero, incluso una romántica jota que decía algo como: -Cuando yo era pequeñito, me daban la leche en bote, y ahora que soy mayorcito, me la sacan del….- la última palabra no la llegue a oír pero imagino que seria algo muy bonito.
La fiesta estuvo bién, incluso por una vez, entendí a ese chico de la comisión que llevaba todo el rato un cartel en el que ponía “¡¡Temazo!!”, pues en esta ocasión, el artista lo merecía…
Pero lo realmente importante no fue la fiesta que rodeaba el halo del trovador y que yo observaba desde mi balcón, ni las canciones, ni tan siquiera la perfecta belleza que puede alcanzar la música, cuando se hace desde el corazón de aquel que los rompe.
Lo importante es la palabra cumplida, todavía existen seres puros que piensan, sienten, y cumplen…
Píensenlo, crean en esta pobre (a la vez que superior física, anatómica y estilísticamente) niñita, y quizás algún día reciban el regalo de tener a Rompecorazones bajo su ventana, un gran regalo de la vida…
En cuanto a ti Rompe…Aun me debes una!..jeje!
Gracias y como dijo el caesar: ERA CIPOTE NENITA!!CI-PO-TEE!