San Mateo de Gállego - Zaragoza

Fernández Mesa oculta que su plaza de funcionario es como auxiliar de jardinería en una oposición donde apenas se pedía el graduado escolar, que la multinacional inglesa donde dice haber trabajado es una empresa de pintura para barcos y que sus "diplomaturas" son unos cursos del Ministerio de Defensa para diputados y senadores, no una titulación universitaria como podría parecer. Su único mérito, ser un reaccionario ultraderechista en sus años mozos, y disculpar la responsabilidad de Rajoy en la catástrofe del Prestige, por lo que ha sido premiado con un cargo "digital" que le sobrepasa en setecientas leguas.

Fernández Mesa mintió durante la marea negra del Prestige y lo ha vuelto a hacer ahora, con la tragedia de Ceuta. Hoy, igual que ayer, el director de la Guardia Civil ha engañado a los ciudadanos, ha manipulado la información de forma palmaria, ha intentado desviar la atención y ha hecho todo lo posible por eludir su responsabilidad.

Mucha más información sobre este andoba:

https://ww.eldiario.es/escolar/Prestige-Guardia-Civil_6_227537268.html

No hay nada malo en ser auxiliar de jardinería, faltaría más, pero la mentira en la vida pública debería de estar castigada con el apartamiento inmediato y de por vida.
Ya en su día su antecesor Luis Roldán intentó engañarnos a todos y a punto estuvo de ser ministro del Interior. Lo mismo que llevaba idea de hacer el andoba Fernández mintiendo con los datos de la tragedia en Ceuta y eludiendo su responsabilidad. (digo llevaba, porque si dios existe, lo lógico es que sea defenestrado de inmediato)

Los mentirosos curriculares, sean del partido que sean, son unos falsarios acomplejados incapaces de presentarse con sus méritos, muchos o pocos reales y, por tanto, son dignos de total desconfianza y desprecio, y los que los mantienen en sus puestos una vez conocidas sus mentiras son sus cómplices y, por ello, deberíamos echarles a patadas.