San Mateo de Gállego - Zaragoza

Bárcenas, Bárcenas, Bárcenas...

Una de las muchas situaciones que más me desesperan de este país es la cobardía generalizada de la inmensa mayoría ante los desmanes de las clases dirigentes. Bueno, cobardía en unos casos, o intereses compartidos en otros. Ambos por separado, o a veces juntos. Pero cobardía e interés son lo que fuerza el silencio en España, en Aragón y en San Mateo.

Qué gran oportunidad van a desperdiciar los dirigentes honrados que pueda haber en la cúpula del Partido Popular para explicar diligentemente y con todo lujo de detalles lo que está sucediendo. Si quieren demostrar su honestidad, no van a tener mejor oportunidad que ésta, la del “caso Bárcenas”. O lo hacen así, cueste lo que cueste, o toda esa podredumbre va a dejar al PP al mismo nivel de indigencia moral, política y social del P$O€, que ya es caer bajo.

En contrapartida, uno de los escasos consuelos que tengo respecto a este país es que todavía haya periodistas independientes que se atrevan a publicar lo que descubren, sin importar que el escándalo vaya en una dirección u otra. Ellos son parte de los muy escasos españoles que han asumido que es necesaria la lucha contra la corrupción, a pesar del coste tan alto que conlleva.

Hoy en la rotonda del Heraldo de Aragón traía un articulo que hablaba de lo mismo, diciendo que ahora es el momento de que den un paso a delante los políticos honrados y que caiga quien caiga si es que no esta ya todo patas arriba que creo que no pero ya hace tiempo que no distingo entre tanto gris y gris oscuro.