San Juan de Mozarrifar - Zaragoza

Hoy he asistido como casual espectador, a la tradicional entrega del roscón en el domicilio de un jubilado, por parte de miembros activos del club de jubilados local y no por saber de esta costumbre ha dejado de emocionarme al igual que el citado anciano que me comentaba el gran valor de este acto que le ayudaba a sentirse VIVO ya que sus compañeros con más salud se acordaban de él. Con nuestro egoismo no vemos el latir de la verdadera vida, la que encierran los pequeños detalles. Quiero agradecer el esfuerzo de quienes trabajan por dignificar la vejez y pediros que aguanteis un poco que si la salud nos lo permite pronto iremos a echar una mano, mejor las dos. Gracias por ser asi.