Desacertada crítica a la segunda equipación del S.D. Huesca El coordinador del Rolde de Deportes de CHA, Carlos Ezquerro, señala que “esta polémica es innecesaria porque se está poniendo en entredicho el uso de un símbolo que llevan ya distintos equipos como el Barcelona o el Milán sin que en ningún momento hayan sido generadores de violencia” CHA muestra su perplejidad ante la noticia de que la segunda equipación del Huesca contraviene la normativa antiviolencia de la FIFA. Para el coordinador del Rolde de Deportes de CHA, Carlos Ezquerro, “no compartimos el inicio de esta polémica y menos teniendo en cuenta que la cruz de San Jorge está siendo usada desde hace años por equipos de primera categoría como el Barcelona o el Milán sin que jamás se haya producido un acto violento por la inclusión de la misma en escudos y equipaciones”. Del mismo modo hay que recordar que la propia cruz de San Jorge es la bandera de Inglaterra y, por tanto, la enarbolan los aficionados de la Selección inglesa sin que suponga ninguna llamada a la violencia. En cuanto a los colores de los equipos y selecciones hay datos que conviene recordar al respecto; por ejemplo la Selección de Alemania juega de blanco en recuerdo al Imperio Prusiano y en su escudo enarbola el águila del káiser Guillermo II de Prusia obviando los colores de su bandera actual surgida en 1919 para hacer olvidar el blanco del Imperio. Y nadie se siente ofendido ni supone ninguna llamada a la violencia.Del mismo modo, Italia viste de azul y blanco, que son los colores de la Casa de Saboya, a pesar de ser una República con una bandera tricolor y nadie se siente ofendido. Y, por último, Holanda usa el naranja (que nada tiene que ver con su bandera) en referencia a la dinastía protestante de Guillermo de Orange-Nasau. Y nadie considera una llamada al conflicto entre protestantes y católicos que hay en otras partes de Europa. Y añade “comprendemos que el Huesca quiera emplear este símbolo que se asocia a la ciudad y a Aragón –del que San Jorge es su patrón desde hace casi un milenio- y, al margen de que se use como un elemento identitario y de unión, no vemos que se incite a la violencia ni al racismo”. Para Carlos Ezquerro, “consideramos que esta polémica sobra, que el uso de este tipo de símbolos no perjudica la sensibilidad de nadie y que lo importante es seguir apoyando a los equipos aragoneses y su labor futbolística”. Paralelamente, considera que “hay que actuar en el grave problema de la violencia en el deporte profesional desde la raíz y atendiendo a sus auténticas razones y no desviar la atención en cuestiones que no pasan de mera anécdota relacionada con las raíces históricas de las distintas Naciones”.
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