Sabiñán - Zaragoza

Los alcaldes vaticinan el fin del festejo en los pueblos pequeños.

07/01/2011 J. OTO

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La insistencia de la DGA en aplicar de forma inminente un decreto por el que se exigirá la presencia de un segundo médico en los festejos de vaquillas de los pueblos, ha indignado a los alcaldes de las localidades que celebrarán sus fiestas patronales durante este mes por el coste adicional que supondrá la instauración en tiempos de crisis. Es el caso de Cabañas, cuyo alcalde afirmó que las vaquillas seguirán formando parte del programa aunque "si realizáramos un plante veríamos la incidencia que iba a tener en la economía". Nicolás Medrano calificó la decisión de "cachondeo y sin ningún sentido".

Para el edil zaragozano, la seguridad del festejo ya está garantizada con la presencia de un médico, un ATS y la ambulancia, lo que hace "innecesaria" la presencia de un segundo facultativo. "Además, tiene que ser cirujano, que cobran lo que quieren y no veo por ningún lado ese supuesto plus de seguridad porque, si pasa cualquier accidente grave, lo primero es acudir al hospital"

A falta de una reunión con el concejal de festejos, todo apunta a que también habrá vaquillas por San Sebastián en La Almunia, a pesar del coste extra provocado por el decreto. "Las localidades con más volumen y magnitud que disponemos de plazas o abonos podemos asumir ese encarecimiento, pero resulta imposible para los pueblos pequeños", aseguró el alcalde Pascual Garcés, que vaticinó el fin del festejo en poblaciones menores de 1.000 habitantes porque "difícilmente podrán asumir los costes de seguridad, medios, infraestructura o personal que se disparan por encima de su presupuesto".

En este sentido, Javier Lambán, presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza y alcalde de Ejea, ya mostró su malestar con la aplicación de una normativa que está sub iudice. "Es una falta de sensibilidad", expuso Lambán, que lamentó el coste adicional de la implantación. "Supone una carga más para las arcas municipales sobre unos festejos tan populares y en una situación tan delicada para la economía municipal", apuntó.

El decreto del 30 de abril del 2010 obliga a contar en estos festejos con un cirujano o traumatólogo, además de un médico y un ATS. Este requerimiento se incorporó después de que la Justicia diese la razón a la Federación Aragonesa de Médicos de Atención Primaria (Fasamet), que había impugnado el párrafo del decreto en el que se recogía "al menos" un médico y un enfermero como equipo necesario. Los ayuntamientos recurrieron y la DGA dio por buena su versión, pero, ahora, quiere volver a aplicar el decreto.