Rueda de Jalón - Zaragoza

¡Vaya responso, rapapolvo, bronca que me ha echado el tio Fernando!
Por lo visto, mi querida prima Dolores, se enfadó porque debí decir alguna inconveniencia respecto al champán o a la invitación... o ¡yo que sé! El caso es que se molestó y yo no veo ofensa por ningún lado.
Para alcanzar tu perdón y desenfado imponme, prima Dolores,
la penitencia que creas oportuna y perdona a este mísero ofensor que postrado humildemente a tus pies te implora la absolución y no volverá nunca jamás a hacer referencia alguna a la invitación y al champán.
Es gracia que espera obtener de Vd. cuya vida guarde Dios muchos años.
Queda arrastrandose como alpargata tu esclavo, tu siervo
Auparueda