Ricla - Zaragoza

Oportunidades perdidas...

Todos los años veo pasar las fiestas sin ningún beneficio para el
pueblo de Ricia y, sin embargo tienen grandes posibilidades de mejorar.

Todos los años me acerco a ver un poco las vacas por las calles y oigo el descontento de muchos paisanos/as, por lo aburrido del evento: desde el momento que pasa una vaca por una bocacalle hasta que vuelve a pasar, a veces, pasan 10 o 15 minutos, para durar unos segundos el entretenimiento y otra vez a esperar. En una palabra: todo un aburrimiento.

Todos los años las mismas fiestas sin novedad alguna...

¿Qué nos pasa? ¿Que la gente no tiene creatividad, en dos palabras, ideas novedosas? Lo dudo. Lo que pasa es que no se les escucha.
Es sabido que a la mayoría de la gente le gusta los “encierros”; pero, tienen el problema del aburrimiento. ¿Por qué no hacer un encierro como en Pamplona? ¿Os imaginaís? Los toros saliendo desde las escuelas y corriendo toda la calle adelante hasta alguna plaza, pasar el puente del rio y terminar en la plaza de toros. Puede ser que la carrera
sea muy larga para el primer año: se puede empezar a mitad de la calle de Doña Clara o menos.
La idea la colgué ya hace tiempo en este foro y no se tuvo en cuenta. Cuando lo he comentado en las calles, siempre aparecen los que nunca harán nada: ¿No sabe Ud. la cantidad de rejas o puertas que habría que hacer para tapar las calles?
No desprecio las contestaciónes, pero si lo pensamos con tranquilidad para un pueblo como Ricla, que dispone de muchos ingresos, no sería tan oneroso. Un ejemplo de persona decidida y avanzada la tenemos en el Sr. Heladio, que en gloria esté, se embarcó en la construcción de una plaza de toros que es la envidia de todos los pueblos de alrededor.
¿Cúanto, 300 millones? Bueno, ahí está. Que la quiten de donde está. ¿Que fue mucho dinero para usarla un par de veces al año? ¿Y qué? Ahí está. De otro modo el dinero habría desaparecido y no estaría la plaza donde está. Mi padre, señores/as, siempre me lo decía: hijo mio el dinero se lo come el diablo y la mejor manera de darle valor es usarlo en cosas que mejoren nuestra manera de vivir, de divertirnos, etc.
¿Os imagináis un encierro estilo a las fiestas de San Fermín, en Pamplona? La gente de los alrededores vendría a correr y todo no quedaría ahí. Al haber más gente en las calles, los bares tendrían más clientela. Las tiendas verían aumentadas sus ventas. Las relaciones humanas se aumentarían, con lo que muchos jóvenes conocerían a su pareja con lo que estas cosas ya sabéis lo que significa. El ayuntamiento aumentaría sus ingresos y hasta el Sr. cura vería su cepillo aumentado.
Creo sinceramente que todos ganaríamos.
Pronto aparecerían gente con talento musical y le harían una o varias canciones a las fiestas.
¿Otra idea?
Todos los años veo estupefacto la festividad de los “Amantes de Teruel” Un mozo y una moza que se amaron como los que se aman en la juventud: ella rica y él pobre, nada de particular, sin riesgo ni emoción. Y ahí tenéis la fiesta, sea verdad o leyenda, ahí está la fiesta. Todos los años con un poco de propaganda atrae gran cantidad de personas “Teruel la ciudad del amor”. Y me preguntaréis, ¿qué relación tiene Teruel con sus amantes y nosotros? Muy fácil. Nosotros tenemos otra historia que sea leyenda o verdad es mucho más heroica que la de Teruel. ¿Cúal? Pensad un poco. ¡Ah, ya ha habido uno/a que lo ha descubierto: ha pensado lo mismo que yo. ¿Donde? En el arco de san Sebastián. ¿Quienes? Un cristiano y una mora. Como sabemos los moros vivían arriba, en el monte y los cristianos abajo, separados por una puerta y, esto no fue inconveniente para que se amaran... Bueno, ya sabéis la historia. A mí me suena más interesante que la leyenda de los “Amantes de Teruel”. Imaginaros dos civilizaciones opuestas en todo: en el modo de vestir, de alimentarse, de pensar, de rezar a distinto Dios... Hay muchas provincias que organizan fiestas de moros y cristianos...
Bueno, ahí van de nuevo estas dos ideas. Estoy seguro que habrá gente en el pueblo que se les ocurran algunas más.