La Vilueña - Zaragoza

Unos días antes de la Semana Santa del 85, se nos ocurrió a dos amigos mostilleros, otro de Calmarza, y el último soriano, preparar un viaje a París. Nuestro París del 85 estaba mucho más lejos que el de ahora, sobre todo si el trayecto se pretendía hacer en autostop y sin un duro, era nuestro particular “Pekín Express” pero 23 años antes.

El plan era el siguiente salíamos por parejas la mañana del miércoles y quedábamos dos días más tarde a las 18h. debajo de la torre Eiffel (pero sin que nos esperase la Paula Vázquez).

Los GPS, los móviles, la Visa, el portátil y los e-mail de Internet los sustituimos por una fotocopia de un mapa de Francia sacada de un atlas, dos mil o tres mil duros mal contaos (unos 60 ó 90 euros),y una postal que mandamos el último día .

Los primeros que salieron fueron Rafa el de Calmarza y Miguel Ángel, este es de Valdelagua del Cerro (Soria) pero se pegó todo el viaje diciendo que era de Vall de l´eau de la petit Montaigne…….le pareció más francés, más Chick.

Jose y yo fuimos unos privilegiados pues una amiga nativa nos llevaba en su Mini, (y aquellos sí que eran minis… minis….) hasta Burdeos.

Llegamos casi de noche y no era plan de intentar seguir ruta. Pensábamos en ese momento, que una gran ciudad nos daría más juego y posibilidades, que una gasolinera en mitad de un cruce de carreteras. Despedimos a nuestra amiga y nos preparamos para conocer Bordeaux la Nuit

Por fin estábamos solos en Francia, esa Francia civilizada, europea, cosmopolita, paradigma de las libertades ...bien ,... bien a los 5 minutos y en el primer bar vimos como le metían cuatro soplamocos entre tres gabachos a un moreno que vendía relojes . Estos debían de estar de vacaciones en Mayo del 68.

Después de cenarnos el último bocata ”de casa” que nos quedaba en la mochila , el resto de las provisiones era laterío y un socorrida maza de jamón ,decidimos pasar la noche en la estación .

Que bonita era por fuera la estación, la gare du train, le chemin de fer ……Por dentro estaba llena de todo tipo de fauna había un borracho con una gabardina mugrienta y sin pinta de haber pasado por un barbero desde lo de la Bastilla , al que le caímos bien y cada 10 minutos venía a avisarnos por “lo bajinis” que venía los gendarmes .La police…. , la police….. decía, calculad que compañeros teníamos de habitación , por que se suponía que ahí teníamos que dormir y pasar la noche .

Agarramos fuerte las mochilas nos tumbamos en un banco y ……buenas noches, buenas noches, que descanses.

A las dos de la mañana y como si lo hubiesen dicho por la megafonía de la estación se oye de lejos:
¡¡¡¡ARTILLERO!!!!!!.

Rafa y Miguel llevaban todo el día en la carretera, subiéndose en cualquier coche que les paraba, con la gente más peculiar, pasando la frontera a pie …… y habían terminado como nosotros en la estación de Burdeos. Eso había que celebrarlo.

Sacamos la botella de JB y empezó la fiesta, se nos terminó apuntando un militar de la legión extranjera con unas patillas como el algarrobo, que llevaba el macuto lleno de unos botellines que ponía l´eau de vie, y no sé si era agua de vida o no, pero ya no pegamos un ojo en toda la noche.

Al hacerse de día templamos un poco el cuerpo con un café au lait “exquisito “ ! qué cafés que daba aquella máquina!, pero había que seguir la ruta y aprovechar el día , estábamos todos juntos y Paris nos esperaba 700 km al Norte.

Nada más salir de la estación se lía a llover. Caía agua pal mundo entero cuando llegamos una hora más tarde a una gasolinera de las afueras, sin dormir, empapaos y sin idea de como salir de allí.

Después de 2 horas intentando hacer dedo tragándonos las salpicaduras de los coches al pasar, calándonos hasta los huesos, a Jose no se le ocurre otra que ir a la dependienta de la gasolinera y decirle textualmente:
“Maña mía más te valía preparanos una miaja asientos que estamos reventadicos, no tendrás unas sillas en el almacén que me duelen los riñones más que si hubiera estau haciendo hoyos”, todo esto a voz en grito braceando y haciendo gestos de levantarse y sentarse.
Como es lógico la pobrecica pensó que estaba ante unos piraos peligrosos, llamó al encargado y nos tuvimos que marchar.

Había que tomar decisiones, estaba claro que de esa ciudad ese día, a dedo, lloviendo… no salíamos cuatro tíos. Si pillábamos un tren hasta París, nos quedábamos sin dinero para sobrevivir o para regresar. Y alguien dijo ! pues a tomal pol saco nos colamos en el tren!

Vuelta a la estación, otra hora de caminata y agua. Para disimular sacamos billetes hasta Poitiers que era la siguiente parada.

Una vez sentados en el vagón se nos vino todo el agotamiento encima, pero había que preparar la estrategia para que ese tren nos llevase hasta París.

Decidimos no volver a hablar una palabra en francés. Éramos españoles, casi de un país en vías de desarrollo … lo de Tejero había sido antes de ayer ,por lo tanto éramos medio lelos y de eso había que aprovecharse. Para terminar de ambientar a los personajes y el escenario podíamos hacer que estábamos borrachos y se nos ”pasaba “ la estación de Poitiers .Pero en ese teatrillo quizás no representásemos bien el papel con lo cual lo mejor era meterse en el personaje y emborracharse de verdad , con el cuerpo que llevábamos y sin comer no iba a ser difícil , sacamos de las mochilas la artillería pesada compuesta de whisky caliente y una botella de Martini de aperitivo .


Como habíamos pasado la frontera no nos podíamos ceñir sólo a las jotas y metimos en el repertorio algún “ Asturias patria querida “ , y casi todo lo de Antonio Aguilar …Caballo prieto azabache, tu retratito, y México lindo y querido .
¿Cuanto le debemos a D. Antonio esa generación de mostilleros?, pero eso casi es motivo de otro capítulo que empezará en el Seat 124 rojo de Alfredo.

Había una francesa al final del vagón que no paraba de levantarse y montarnos la bulla, pero como lo hacía en francés nosotros ni caso , se ve que le molestaban las botellas que rodaban por el suelo cada vez que frenaba el tren .!Como son estas francesas! les molesta que cantes, que bebas que hables a voces , vamos lo normal .

Un portugués que teníamos al lado se había quedao con la copla y estaba muerto de risa viendo el morro que le estábamos echando.

Cuando arrancó el tren en la estación de Poitiers ya éramos polizones en ese barco, pero no nos iban a pasar por la quilla por habernos confundido y habernos pasao “ sin querer” unos kilómetros de nada además lo de la guillotina lo quitaron unos años antes .

Todo iba bien , la juerga seguía , Antonio Aguilar sonaba como nunca, el portugués estaba en primera fila de uno de esos días que te coge inspirao. Nosotros ya estábamos convencidos que hasta la estación de Austerltz no había quien nos parase, pero un poco antes de llegar a Orleans a 110 km del final aparece el revisor .Bueeeeno…… ya la hemos liao, cuando nos pide los billetes con la mejor sonrisa que tenemos y una botella en la mano se los damos sin rechistar.
!!!!!! Son para Poitiers, y estamos en Orleans!!!!!!!
En Orleans , dice uno y donde esta eso…, tú saca el mapa …., al otro que le entra la risa….. ,el que se había ido a la toilette viene diciendo que si hemos pagao billete pa Poitiers y nos hemos pasao ,le dice con gestos al “pica “ que hable con quien sea pero que le den la vuelta al tren que nosotros a Orleans no vamos ,que no se nos ha perdido nada allí.


La situación era de lo más surrealista, nosotros indignaos, haciendo con las manos el gesto de un altavoz y gritando los cuatro a la vez !!!!!!! a Poitiers, a Poitiers , a Poitiers….!!!!!! Otro liao todavía con el mapa que no encontraba ni París, ni Poitiers, ni Orleans ni a La Vilueña aunque la hubiesen puesto en MAYUSCULAS. A todo esto el portugués que llevaba viviendo cinco años entre esa gente , se estaba corriendo la juerga de su vida.

Salimos del vagón, uno pidiendo la hoja de reclamaciones por no darle la vuelta al tren, otro refunfuñando que eso no era serio” vaya país ”decía, el otro todavía seguía doblando el mapa y el último saludando cortésmente a la gabacha que nos había montao el pollo por unas cancioncillas de nada.

Jamás se me olvidará la cara del revisor satisfecho de habérsenos quitao de encima subido en el estribo y agarrado a la barra diciéndonos mientras arrancaba el tren.
Maintenant a Poitiers a pie Ja JaJa……(se reía con cara de francés el muy capullo)
Y nosotros riéndonos todavía más le contestamos en un francés clarísimo: Au revoire nous allons a París.

Tomamos prestao un carro de un ALCAMPO metimos las mochilas dentro , hicimos dedo, y nos cogieron y esa misma noche estábamos montando la tienda en el camping del bois de la Boulogne en París
Un abrazo.
J.B.

¡Qué tremendo! Como cronista no tienes precio...es un placer leer tus relatos, esperamos la siguiente entrega.
C.G.

Lo hemos leído uno a uno "chez L.B." y estamos encantados, qué divertido. Para mí lo mejor, es que tal como lo cuentas realmente consigues hacerte partícipe de la aventura parisina, como un polizón más en ese vagón...No conocían en Francia la picaresca mostillera!
Me encanta escuchar las historias de tus viajes. Un beso
R.M.

me he reido muchisimo con esta historia.JB tienes que seguir contando mas son muy buenas.
Da gusto como esta ahora de animasdo el foro.
Unabrazo a todos los mostiller@s

Me he reido que para qué, he sufrido con la lluvia que no veas (estos chicos..podían haber cogido una "pulmonía"), ¡qué mala mujer la de la gasolinera! Malísima, pero en el tren me he puesto a cantar yo y todo, el que venía del baño, por Dios, que diera la vuelta le train, bueno bueno me imagino, buenísimo. TRAS.
El revisaire aún se acordará de vosotros