La Vilueña - Zaragoza

Sales al campo y notas que algo esta apunto ocurrir, miras los árboles henchidos de brotes, los almendros, algunos mas adelantados, exhiben las primeras flores, todo esta gris, pero oliendo el cambio, no queda nada ya, enseguida veremos el estallido de color, flores por doquier, hierba verde que teñira los montes, la naturaleza en su volver a la vida. Es la primavera, esta llamando a nuestra puerta. La comarca, esta, aun paso de vestirse con sus mejores galas, disfrutemos de esta maravilla.

EPDA

Podría ser la última, pero ahora no importa. Imagino que es la primera y me preparo para darle el mejor de los recibimientos.

Abandono mi cuerpo material en un rincón mientras mi esencia vuela a lugares recónditos, inexistentes, pero eso da igual, ahora no importa .

Mi ente transparente se zambulle en el pantano perturbando la tranquilidad de sus aguas. Las acaricio con mis manos al nadar y las ondas resultantes se mezclan con las de la caída del agua de la cascada. Juego con el regalo de la montaña despreocupadamente durante unos instantes, pero ansiosa como estoy por gozar de todas las sensaciones, me deslizo suavemente hacia la orilla y noto el cosquilleo de la arena en mis pies.

Seducida por el espectáculo que ante mi se representa, robo una cereza del árbol y embriagándome con su sabor, acoplo poco a poco el resto de mi ser etéreo al elemento base de la naturaleza, deleitándome son su sutil aspereza.

En una simbiosis perfecta, el agua, la tierra y yo absorbemos la energía del viento.

Cierro los párpados reteniendo mi mirada mientras la brisa juega con mis cabellos y complaciente a sus caprichos, retozo al percibir sus manos volátiles deambular sobre mi. Lentamente me cubro del polvillo amarillento y mi piel inexistente toma la forma de una figura de cristal.

El aura del lugar mueve las ramas de romero que obedientes desprenden su fragancia, anunciándome que la hora de la cita se acerca, cimbreándose reverenciosas ante la aparición del rey del universo, telonero del acontecimiento.

Sus rayos merodean a mi alrededor vacilantes al ver mi quietud y cuando por fin comprenden que estoy preparada, deseosa, caen sobre mí sin miramientos y mi ser recibe esta lluvia de energía cálida como al mejor de los presentes.

Vacía de conflictos, llena de agua, de tierra, de aire, abro mis párpados irreales, absorbo todo el fuego de la luz del sol y lo vuelco en mi interior. Vendo mis ojos con nubes de seda azul impidiendo fuga alguna y con una sonrisa serena le doy la bienvenida a ella …LA PRIMAVERA.

Mucho te gusta a ti robar cerezas.

En La Vilueña nadie roba cerezas, jajaja
A mi me gustó el relato. Pelín blando, como dice J.B., pero esta bien, ánimo, sigue escribiendo. TRAS

La primavera ha llegado
y me siento zozobrar
pero de la primera colleja
enderezo a sarmentar

Padre, ¿no ve las flores...?
flores las que te voy a dar
que llavamos la mula coja
y se nos "caira" el morral

Padre usté no "entiende"....
si entendiera aquí ibas a estar
Padre no me comprende...
¿y a la zurriaga la entenderás?

Por esta y otras razones
en La Vilueña jamás
han salido margaritas
y si gallos de corral.

Espero que no se me tache de homófobo, simplemente es una broma que se me ha ocurrido sobre la marcha pa darle un poquico de chispa al foro....os estaba viendo un pelín blandos.
Un abrazo.
J.B.