La Vilueña - Zaragoza

No pude ir a Gallocanta, ¿alguien se anima a narrar la crónica del día?
C.G.

Yo no estuve con la excursion del pueblo a gallocanta, pero por esas casualidades de la vida, fui junto con Angeles el dia anterior, y vimos la llegada al anochecher de las grullas a sus dormideros, el espectaculo es brutal, miles de grullas chillando en bandadas haciendo la clasica cuña y que se dejan caer luego en la laguna, en este caso la de Lazaida, que esta un poco antes de llegar a Gallocanta, justo antes del cruce de la carretera de Daroca. El espectaculo es sublime, te quedas con la boca abierta y eso ocurre, aqui, cerquita del pueblo, a 40 kms de nada. Tambien fuimos a ver las hoces del rio Piedra cerquita de de Cubel en Torralba de los Frailes, otro espectaculo de la naturaleza que recomiendo a todos. Un saludo cordial mostilleros.

El pequeño del aguacil.

Ernesto, no coincidimos de casualidad, también yo estuve esa misma mañana en Gallocanta viendo el apeadero que usan las grullas en su viaje de las estepas Rusas a África.Me fastidio no poder hacerlo con todo el pueblo, pero eramos once personas y lo teniamos programado con anterioridad,aunque realmente lo programado era disfrutar de un MAGNÍFICO arroz con berberechos(había más berberechos que arroz)que nos preparó Ángel en su casa.
A pesar de cojerlo con mucho jaleo,pues estaba preparando la comida delos mostilleros del día siguiente,nos atendio como siempre con todo el cariño ,a este hombre habría que nombrarlo nuestro embajador en las tierras frías.
Un abrazo
J.B.

Por fin; y para ti "el local de relato corto", y a Ernesto y a algunos más. Suelo ir con frecuencia por la laguna y alrededores, las Hoces del Río Piedra me embrujan, me quedaría a vivir en la guarida que hay para lobos solitarios, en el alto de Tornos te sientes como una grulla más que sobrevuela la laguna, Berrueco es un pueblo pequeño, sereno y duro como su piedra. Encaramado en un ventanal del Hotel Secaiza se puede ver Bello, Torralba de los Frailes y hasta a Angel entre sus fogones en Calamocha, y aquí en este Hotel se descansa de verdad, no hay tele, no móviles, mucho rélax y buenísima mesa; éste era un secretillo..
Besos y ¡feliz Navidad!
TRAS