La Muela - Zaragoza

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Suscribieron en un año dos operaciones inmobiliarias por . 18 millones de euros. Una jefa de Cajalón afirma no saber quién ingresó 300.000 en metálico

El empresario guipuzcoano Ignacio Unsain, propietario de Construcciones Sagain, y C. B., directiva de Cajalón --hoy integrada con Multicaja en Bantierra--, firmaron un par de transacciones inmobiliarias por valor de varios millones de euros en La Muela a finales de la pasada década. Ayer, ninguno de ellos recordaba conocer al otro cuando les preguntaron, por separado, en el Juzgado número 1 de La Almunia, en el que ambos comparecieron dentro de las diligencias de la operación Molinos.

El vasco lo hizo como imputado, para repetir la declaración que había prestado a finales de enero y que no quedó grabada por un fallo técnico. La aragonesa fue citada como testigo para tratar de aclarar cómo tramitó la entidad financiera un ingreso de 300.000 euros en efectivo efectuado en febrero del 2006 en una cuenta del exalcalde muelano Carmelo Aured, y que fue documentalmente justificado con una factura emitida por este último contra la firma constructora guipuzcoana.

EL FISCO Unsain, que a grandes rasgos ofreció el mismo testimonio que hace mes y medio, dijo que se enteró de ese pago cuando la Hacienda Foral de Guipúzcoa fue, meses después, a preguntarle por él. El guipuzcoano dijo que no era cliente de Cajalón --aseguró que ni siquiera sabía dónde estaba su sucursal de La Muela-- ni tenía ninguna relación con esa entidad, a cuyos responsables fue a preguntar por la operación tras su contacto con el fisco. Estos le dijeron que no tenían documentación sobre ese ingreso.

C. B., por su parte, también negó que conociera a Unsain.

Sin embargo, la parte de sus versiones referente al conocimiento entre ambos y a las relaciones entre sus entidades quedó en entredicho --por separado-- conforme les fueron mostrando la documentación de dos operaciones entre Sagain y Cajalón en las que Unsain intervino como representante de su empresa y la ayer testigo, como apoderada de la entidad de crédito.

En la primera transacción, efectuada en el 2008 y en la que Unsain creía recordar que pagó alguna comisión a Aured por su intermediación, Sagain vendió a Cajalón la mitad de una finca por algo más de seis millones de euros. Al año siguiente, ambas entidades acordaron una permuta por la que la constructora vasca recibía la totalidad de la finca y traspasaba a la caja rural 23.000 metros cuadrados de suelo industrial para construir naves. La segunda operación, valorada en doce millones de euros, la formalizaron en un contrato privado.



EFECTIVO La directiva de Cajalón aseguró que no participó en la tramitación de la operación de los 300.000 euros. Ella había explicado a la Agencia Tributaria que el ingreso del dinero en efectivo --en billetes de 500 euros-- fue hecho a nombre de Sagain y con Aured como destinatario por alguien que dio los NIF de ambos. Supone, declaró, que sería Aured quien lo efectuaría, ya que fue a parar a una de sus cuentas.

Las pesquisas de la Brigada de Blanqueo y el juez de La Almunia no han logrado descubrir la identidad al autor de la imposición, que firmó con un garabato inidentificable. El exdirector de la sucursal de Cajalón en La Muela, Alberto Lozano, está imputado por esa operación, de la que mantiene que tomó los datos al autor y la registró en la red informático de la caja. Esta estaba obligada a informar de ella al Banco de España, que ahora debe aclarar qué le transmitió de este asunto.