El Independiente https://ww.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=597209 La Muela, o los límites de la sinrazón. Escribir sobre el Ayuntamiento de La Muela me produce algo muy parecido a la náusea, porque todo lo que rodea la gestión de ese municipio es contrario al sentido común y a la más simple lógica democrática. ¿Legal? Muy rara e inoperante ha de ser la Ley cuando a su cobijo puede sobrevivir en el cargo una alcaldesa como Pinilla. Está imputada por no sé cuantos delitos (y con una carga de prueba abrumadora) y encima puede permitirse el lujo de seguir mangoneando las míseras cuentas de una localidad que provocaba en el pasado el asombro de los infelices y hoy es un juguete roto y saqueado. Hay gente que todavía sigue considerando a María Victoria Pinilla aquella alcaldesa de los huevos de oro que convertía en dinero todo lo que tocaba. Existen aún personas abducidas por su relumbrón de purpurina: los viajes pagados, el spa, el auditorio, las urbanizaciones, el equipo de fútbol. Incluso los hay deslumbrados por el ascenso a Segunda B del susodicho equipo. ¿Y el precio de todo este oropel? ¿Y la pasta que se ha ido quedando por el camino? ¿Y la millonaria deuda que mantiene a la hacienda municipal en quiebra técnica? Que pueda darse una situación así resulta increíble. Los escrúpulos de PSOE y PP a la hora de adoptar medidas legislativas para cortar de cuajo el culebrón de La Muela, también. Pero además el caso de esta localidad aparece como el paradigma de una forma de administrar los intereses públicos marcada, no digo ya por la corrupción (es palabra mayor), sino por el descontrol en el gasto, el abuso del crédito y los manejos contables opacos. Las sociedades públicas de todo tipo (las locales o autonómicas) esconden a menudo otros agujeros negros paralelos a los existentes en los libros oficiales. Si se incluye esa deuda semioculta es seguro que los setecientos millones de euros que debe Zaragoza a bancos y proveedores pegarían un notable estirón. Porque tengamos en cuenta otro tema: si en La Muela hay una situación de evidente emergencia, en Teruel (por poner otro caso), el debe no le va mucho a la zaga. ¿Cómo ha llegado dicha ciudad a semejante desastre financiero? Esto es sinrazón en estado puro. |