Hace algún tiempo me enamoré de un pueblo llamado Herrera de los Navarros, me cautivaron sus gentes y sus paisajes, y cuanto más tiempo paso aquí más cautiva quedo. He estado viendo una exposición magnífica de acuarelas, en la casa de cultura, he visto plasmadas allí las calles de este pueblo con sus balcones de forja, el color de las tejas, y esa luz tan especial que tiene Herrera.
También me hubiera gustado reconocer en algún cuadro la calle en la que yo vivo y el campo que me rodea, esta primavera estaba lleno de amapolas y flores de multiples colores, ahora cuando se llega al pueblo por este lado de la carretera, lo primero que se ve, son electromesticos viejos amontonados con coches para la chatarra, montones de tierra y de piedra. No me imagino un cuadro así en una exposición de pintura, con este motivo. Pero cuando los amigos que vienen a visitarme me preguntan:¿Esto es la escombrera del pueblo?, mi cara es ésta:
