Épila - Zaragoza

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Pero que llegue ya, que este invierno es un calvario. No había hecho tanto
frio desde que estoy por estas islas. Y este finde, gris. Tengo ganas de que empiecen a verse los turistas, aunque en agosto te aburran, y los conciertos de jazz en la plaza, la cala y su cuevecita de mares. Pero tarda, tarda, y todos estamos hartos de este singular invierno. Aqui no hay patos, lo que vienen son bandadas de flamencos rosas, preciosos.

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Las puestas de sol en la playa de Ladoira, las acabo de ver en la web. Perdona, creia que vivias en la zona catalana y es en la Coruña.Nos llevamos bien, no; los maños y los gallegos. Siempre me he llevado bien, sobre todo en el trabajo; aunque digan que no son de fiar y no se sabe si sube o baja la escalera. Tonterias.

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EL dicho es: Que cuando te encuentras a un gallego en mitad de una escalera, no sabes si sube o baja. Formentera, pues un rollo en invierno; poca gente, frío y humedad. Y en verano, toman posesión los italianos, insoportables, y los niñatos catalanes rastafaris con perro y furgo vivienda regalo de papa, para que se vaya de casa y quedarse tranquilos. Mucha rotonda de nueva instalación, precios carisimos, y la mania de asfaltar los caminos. Encantos, muchos, pero en otoño y primavera, cuando sientes la isla como tuya y los colores, los caminos, las puestas de sol y amaneceres, bares y chiringuitos no estan superpoblados. La gente, pues mediterranea a tope, cada uno en su casa, y nadie se mete en tu vida. Llevas años y no sabes como se llama el vecino: Bon dia, adeu, y cada uno a lo suyo. En eso un placer vivir tan libre y con tanto respeto. La primavera es que arrebata, hasta el suelo de los caminos se llena de campanulas violetas, un flash, luego los primeros baños en soledad, uf, sí tiene su encanto, pero luego julio y agosto, mejor centrarse en el trabajo y disfrutar de la casa.