Encinacorba - Zaragoza

D. Mariano Lagasca Segura se encuentra entre los hijos más ilustres de esta villa. Nació en el año 1776 y murió en el de 1839. Cuesta pensar que de zagalín corriera por estas calles, bajara hasta los huertos del río, se enzarzara entre las espinas de las zarzamoras, o se ensimismara observando la floración de las plantas y su polinización por los insectos. Sus restos mortales han permanecido hasta hace poco tiempo en un cementerio de Barcelona. Olvidados o ignorados por parte de la clase científica española, fueron recuperados para Aragón hace pocos años. Ahora ya están de forma honrosa y definitiva en el cementerio de su villa natal. Tiene, además, un monumento en el jardincillo que hay delante de la iglesia. Una sólida roca sobre la que se ha esculpido su rostro de perfil. Hay también, dos placas dedicadas a D. Mariano Lagasca. Una en la fachada de su casa natal. Otra en la fachada del Ayuntamiento. Posiblemente falte lo esencial, y lo esencial, es la creación del "Jardín Botánico Mariano Lagasca" en el entorno de la ermita de Santa Quiteria. Es tal la pervivencia actual de su figura que no hay nadie en Encinacorba que no sepa reflejar algún dato sobre tan ilustre personaje: Director del Jardín Botánico de Madrid. Diputado a Cortes en 1821. Médico militar. Exiliado al Reino Unido durante 12 años. Una vida llena de peripecias, trabajos y sinsabores. Pero también una vida agotada en la lucha por la ciencia y la libertad. Un hombre que apostó por el liberalismo en una España oscura y atrasada. Don Mariano nos deja su recuerdo permanente, su ejemplo siempre presente y su importante obra científica. Hombres como él hacen grande a una nación.
* Segun dice el propio autor estudia Derecho en Zaragoza.

Pues a mi me parece una fantasmada. Mucho mejor meter las ovejas a la ermita que hacer cualquier otra cosa.A este Juan Antonio quien le ha dado vela en este entierro. Que mande una carta al ayuntamiento si quiere que le hagamos caso y sino que se calle.Mira que meter al pueblo en los papeles. Solo para dar que hablar.