Naturalista y médico, este aragonés nacido en Encinacorba (Zaragoza), ha sido considerado como la figura más relevante de la botánica española. Estudió botánica en Zaragoza y Valencia. Formó un gran herbario que constaba de 4.000 especies, entre ellas dos nuevas gramíneas y fue Director del Jardín Botánico de Madrid. Entre sus obras destacan Introducción a la criptogamia española (1802), que redactó en colaboración con Donato García y Simón de Rojas, y Variedades de Ciencias, Literatura y Artes (1805), que recogía trabajos sobre distintas especies, algunas nuevas para la Ciencia. Por causas políticas, en 1823 perdió todos sus manuscritos y su gran herbario, fruto de treinta años de trabajo y tuvo que huir a Inglaterra, donde también desarrolló una notable labor botánica. Finalmente pudo regresar a España pero, enfermo y con escasos recursos económicos, murió en Barcelona en 1839. Veinte especies vegetales llevan su nombre, como homenaje que le rindieron botánicos de distintos países.
Enviado por: la maña | Ultima modificacion:17-11-2006 23:16