Cariñena - Zaragoza

Murió el León.
Un año y otro año y otro año
han ido interponiéndose, nos han ido alejando
de su ladrido tenso, allí, en la punta
de la cadena, junto
a aquel portón de líquenes antiguos
por el que nuestros pasos deslumbrados
entraban al verano.

Y luego las carreras, su lengua agradecida,
aquellos pezoncillos
cuando se revolcaba por los prados,
el golpe de sus patas delanteras
en nuestro pecho, el ritmo
de su respiración marcado en los ijares,
las horas que colmó su compañía.

Se nos fue con el tiempo.
Ya nunca cruzará por nuestros juegos.
Qué extraño ese vacío
que aún sujeta, oxidada, su cadena.

Pero nos ha quedado
la palabra: miradlo cómo aceza,
cómo mueve la cola en estos versos.

Beber alcohol es malo, pero peor es el agua, que si no la bebes te mata... TOMATE UN VASO DE AGUA jeejejejeje