Cariñena - Zaragoza

NO DAR PIE CON BOLA

Ayer dejamos al alcalde de Granada "meando fuera del tiesto". Bueno, pues una Delegada, no sabría decir de qué, hay tantos Delegados y Delegadas... Decía que una Delegada va y coge y dice que al señor Hurtado lo que le ocurre es que no da pie con bolo. Lógico. Si está meando fuera del tiesto es difícil que atine a darle a los bolos, y más si tiene que hacerlo con el pie. Además, hay que ser un poco cafre para liarse a patadas con los bolos, con lo apasionante que resulta ver cómo los bolos van cayendo por el impacto de la bola, cual boxeadores noqueados.
"No dar pie con bola" es "no hacer una a derecha", no acertar ni en dichos ni en hechos, posiblemente tampoco en pensamientos, pero eso no se sabe, porque nadie está dentro de nadie. En resumen, como un jugador de fútbol, aunque sea un galáctico, que ya al final del partido da más patadas al aire que a la pelota.
Pero rompamos una lanza en favor de la señora Delegada, que lo mismo fue el periódico el que le quitó la bola y le puso el bolo, que esto ha sido muy frecuente desde tiempos inmemoriales, aunque siempre se le echaba la culpa al duende de los periódicos, que nadie sabe cómo es ni qué hace, pero que lo mismo sirve para un roto que para un descosido, y a más de dos periodistas ha sacado de un apuro, aunque a otros los haya metido. Como le ocurrió a cierto periódico de la costa levantina. Un día, el obispo de la diócesis visitó cierta ciudad donde las señoras de la parroquia estaban realizando una serie de actividades con el fin de sacar dinero para los necesitados. El obispo, muy satisfecho, alabó el trabajo, la dedicación y el celo de las señoras. Al día siguiente el periódico local tituló: "Su Excelencia Reverendísima, alabó el gran culo de las señoras”.Verídico, hubiese dicho el gran Paco Gandía.
Pues algo similar le debió de ocurrir a la señora Delegada con lo de los bolos y las bolas.