Carenas - Zaragoza

Gran pregunta: ¿qué esperamos de nuestras autoridades?, por ejemplo, ¿qué espera un ciudadano o un vecino de su alcalde?

Mi inocente respuesta: espera guía, consejo, acción para solucionar problemas antes de que vayan a más, intervención cuando es necesaria, información al vecino, etc.

Les voy a contar una historia real vivida en primera persona el pasado 25 de julio de 2008 en nuestro querido pueblo de Carenas, y para contarla voy a ser totalmente objetivo, contando los hechos tal y como se produjeron:
1).- Es de todos sabido que hay en este pueblo un Casa de la Cultura con un equipo de música con unos potentes altavoces al exterior, quiero pensar que para cuestiones de utilidad pública y avisos importantes.
2).- También es de todos sabido que estos altavoces se utilizan impropiamente para otras cosas, como por ejemplo, que un señor nos de discursos, monsergas y letanías variadas sobre "Dios te ama", etc. Soy cristiano, pero francamente es muy duro aguantar semejantes arengas por varios motivos: por lo inapropiados, por su incoherente contenido, y porque si seguimos así los pocos cristianos que vamos quedando nos tendremos que ir "borrando" pues acabaremos siendo el "hazme reir". Francamente, ¡es una vergüenza!
3).- El día 25 (Fiestas de Santiago y Santa Ana) a las 22:00 desde dicha Casa de la Cultura (tengo mis dudas sobre el que a ese edificio se le deba dar tal nombre) se puso una música a un volumen inaguantable. En mi casa no podíamos hablar pues no nos oíamos.
4).- Mi esposa subió a dicho edificio a rogar que bajaran el volumen. No fue atendida lo más mínimo.
5).- Subí yo personalmente, y en ese momento también otra pareja de vecinos a protestar y a rogar que bajaran la música. Aporreando la puerta de dicha ¿"Casa de la Cultura"? no conseguimos que nos abriera nadie.
6).- Y AHORA VIENE LO MÁS ALUCINANTE DEL CASO: Me fui a la plaza del pueblo a hablar con el Señor Alcalde y les transcribo la "interesante conversación":

EL VECINO (o sea yo):"Hola, por favor, la música está a un volumen tal que en mi casa no podemos hablar, no nos oímos"
EL ALCALDE: "Se encoge de hombros y no responde nada"

EL VECINO: "¿Con quién tengo que hablar para que me abran la puerta y bajen el volumen?"
EL ALCALDE: "Con la comisión de Fiestas"

EL VECINO: "¿Quién es de la Comisión de Fiestas?"
EL ALCALDE: "Se encoge de hombros y dice: "No se"

EL VECINO: "Pero, ¿no me puedes decir alguien con el que yo pueda hablar?"
EL ALCALDE: "No se" (encogiéndose de hombros)

Ante esta "alucinante" conversación, me vuelvo a la "¿Casa de la Cultura?" en la que todavía estaban los otros dos vecinos y golpeando la puerta y gracias a que "Dios nos ama" conseguimos que salga el "predicador" al que le explicamos la situación y le rogamos que, por favor, baje el volumen de la música. Lo cual hace ...

ESTOS SON LOS HECHOS.

Ahora vienen muchas preguntas. ¿Que esperamos de nuestras autoridades? ¿Saben las autoridades que son "siervos" del pueblo, es decir, que están para servir? ¿Cómo es posible que un bien público se use para molestar a los vecinos? ¿Puedo yo, también, coger el micrófono y dar discursos a todos los vecinos sobre mis ideas religiosas, políticas, futbolísticas? ¿Por qué hay que aguantar todas estas agresiones a la libertad? Un Señor Alcalde que dice "no se" y se "encoge de hombros", además de insultar a mi inteligencia, ¿sirve para algo? La próxima vez, ¿tengo derecho a poner en mi terraza "Iron Maiden" a un volumen brutal (tengo amplificadores para poder hacerlo)?

Queridos vecinos, un abrazo.
y ¡VIVA CARENAS!

Luis María