Alconchel de Ariza - Zaragoza

Felix te agradezco que me des animos para escribir dices que te gustaria saber quien soy pues no te lo digo, pero te boy a dar una pista solo te puedes equibocar de uno soy cinco quintas mas viejo que tu heramos cinco y quedamos tres uno en el pueblo y dos en Barcelona cuado veas alguien de nuestra hedad le preguntas y pasais un rato ahora que supongo que tendras tiempo .
Lei lo del lavadero y tambien me parece como a ti los tendrian que haber dejado el bar esta bien aunque yo no he ido mas que una vez pero lo podrian haber hecho donde el horno que tambien lo han tirado y la fuente falto poco para llebarsela pues me contaron que hace unos años si no estan los viejos en la plaza ya la estaban quitando para llevarsela salud y hasta otra

Amigo M. Como no quieres dar tu nombre, yo no lo voy a dar, pero, como verás, ya te he descubierto, con las pistas que me has dado.

Este fin de semana he estado en Alconchel y he hecho averiguaciones: el único superviviente de tu quinta que vive en el pueblo y que es una enciclopedia viviente y lo sabe todo, me resolvió el problema: Dos de los cinco quintos han muerto, uno era sacerdote y el otro ex seminarista. El que vive en el pueblo es él. Otro vive en Barcelona, que eres tu, el pequeño de tres hermanos, los dos mayores como el primo de zumosol, uno de ellos con burro a cuestas. El último, que vivía por la Morería, ahora vive en un pueblo de Barcelona.

Una mujer, siempre las mujeres, me confirmó que eras tu, porque habías comentado con ella que habías escrito al foro y que yo te había contestado.

Me ha alegrado saber de tí, pues aunque eras mayor que yo y no ibamos en la misma cuadrilla, te recuerdo con cariño, lo mismo que a tus hermanos F. y P., porque erais muy buena gente. Creo recordar que cuando fuiste a la mili te dejaste un bigotillo de los que se llevaban entónces. También recuerdo a tu padre, el tío G., que tenía hasta una cuesta, que daba acceso al pueblo y una bodega en la que había agua y los chicos poníamos varetas con pez para intentar cazar pájaros. Digo intentar, porque no caía ninguno. Por último también recuerdo con cariño a tu madre, la tía L.

Un abrazo. Félix Turbica