Alagón - Zaragoza

Han pasado 24 desde que ayer recibiera una llamada de teléfono. No podía ser, pero era. Era una de esas llamadas que nunca quieres recibir. Me remonto a hace 10 días, hablé con Javi, me comento lo triste que es la vida, lo difícil que es olvidar a un hermano al que no qieres olvidar y lo triste qe es saber que no lo vasa volver a ver. Jesús nos dejó me dijo. Nosostros, los hermanos, lo acabaremos superando, aunque ya sabes que jesús y yo... éramos más que hermanos. Pero mis padres, no creo, eso es un golpe muy duro. Ojalá nunca me toque perder a un hijo. Me corren las lágrimas cuando lo pienso y cuando escribo esto, no sé si este es el lugar adecuado, pero necesito escribir, contar... también me dijiste, que no creías en que hubiera cielo, pero que ojalá lo hubiera para encontrarte a Jesús en él. Ojalá exista cielo y que en él os hayáis encontrado y donde tengamos el reencuentro en un futuro espero que lejano.
Javi, nos has dejado dolorosos, costernados y doloridos. Todos los que te queremos no asbemos todavía como responderemos, pero, ten por seguro que siempre tendrás un hueco en nuestros corazones y cabezas. Te queremos.