Villalpando - Zamora

Un buen día en Villalpando
Eran las ocho menos cinco, cuando aparcaba en San Nicolás, y encaminándome hacia la plaza sonaba el cohete de salida del toro del alba, me encarame a las garitas de la contribución, y un pío bien encastado” barría” plaza, me sorprendió que los cortadores mas veteranos fueran los que le plantaran cara, y eche de menos la falta de “Bregadores “ solo con el toro ya “maduro” recibió algún pase deslavazado, pero cuado uno va a su pueblo, los toros son solo la disculpa que necesitamos para cubrir la necesidad de reencontrarnos con esos amigos y conocidos con los que pasamos nuestra niñez, nuestra adolescencia, nuestra juventud, y nuestra madurez,” los nuestros”.Eran las diez de la mañana, cuando acabo el encierro, y como hasta la una no empieza el siguiente, es el momento de visitar a la familia y amigos mas íntimos, después de tomar un café, donde mis buenas amigas, las hermanas Herrero, y mi buen amigo Salva, después de visitar a mi madre decidí visitar las naves donde mi hermano y mis sobrinos tienen el ganado, y donde pase muchas horas de mi vida. Comentando sobre los vaivenes de la economía, y de las ilusiones y proyectos que todos tenemos, allí pase con mi hermano otro buen rato, ya de regreso hacia la plaza, me entristeció ver a mi tío Antonio sentado en el primer banzo de la subida a la calle San Pedro, aquel hombre tan poderoso que yo conocí, y ahora era una sombra de aquella vitalidad, ya en la plaza me uní a una tertulia ,con Miguel; el Rubio; Lorenzo y Luis el torero, al fondo sentado estaba Andres Vázquez el maestro, conversando animadamente con una lugareña en la terraza del Burgos, mientras el alguacil regaba la plaza, buen año, toros bravos, vacas bravas, después de ver un rato los toros, mi amigo Lorenzo me acompaño a hacer la ronda, por los bares y tomarnos nuestros cortos con esas tapas especiales que tienen los bares de Villalpando, hicimos una parada en una exposición sobre fotografías de toreros y ganaderos que había en el ayuntamiento, después de hablar un rato con Félix el hijo del alcalde que en breve vera la luz su próxima novela, el alcalde nos invito a una cerveza, me pareció un hombre sobrio, y con la sabiduría que da el conocer otros lugares, seguimos alternando hasta las tres y pico,Lorenzo se fue a comer, yo me encontré con mis buenos amigos Isidro y Andres y tras los abrazos de rigor, seguí la ronda en compañía de mi prima Sefora y familia, hasta pasadas las cuatro de la tarde, ya pensando en la ”espuela” me encontré con Cael ; Miguel Ángel y esposa, con los que siempre me es grato pasar un rato, ya que conocen el arte de cuchares, y el cante como pocos, luego se unió Luis el torero, ya comido, con lo que la tertulia se enriqueció, queriendo hacer justicia con “Bambino” pues era dominador de otros “Palos” además de la rumba en la que se le encasillo, así nos dieron las cinco de la tarde, mi amigo Amalin hacia entrada en el Burgos y era la hora de la partida, a las siete de la tarde, mas buenos toros, en fin que el día estuvo muy entretenido.
M.B.