Ansiedad en colores. Un cosmos,dentro de otro cosmos….. dentro de otro cosmos y así hasta donde cada cual decida llegar. Las estrellas eclosionan entre sí, a millones de años luz, las especies se extinguen, el hambre y las epidemias asolan al Tercer Mundo y yo aquí, preocupado y sin dormir la siesta, porque mi “carrilana” tiene un: cric..cric..cric como de grillo, cuando piso el embrague. Se lo conté a mi psiquiatra y me dijo: que bajo ningún concepto volvería a subirme la medicación. Prefirió interpretarlo como otro toque de atención por mi parte: - Cuanto más pequeño es el problema que me planteas, más lo magnificas. Tengo la certeza de tu necesidad, por reducir tu mundo a la más mínima expresión. ¿Por qué no llevas el taxi a un taller? – me dijo, rompiendo la hoja con sus últimas anotaciones. Seguí su consejo y acudí al taller de Paco “El Brujo”. No tardó en arreglar el ruido, pero nada más sacarlo del taller, comencé a oír otro ruido en el eje trasero: un grú... grú...grú, como de grulla. Desoyendo otra vez los consejos de mi psiquiatra, tomé dos pastillas una roja y otra blanca, de mi caja de ansiolíticos y me taponé con ellas los oídos. Ahora… no oigo nada. ¡Mano Santa, rapaz! ¡Como se ponen las cabezas! Goyo Cañibano. |