Villafáfila - Zamora

Hace un par de horas, en la peluquería de Soco, esperando mi turno, me dio por ojear una de las muchas revistas que en la mesita había.

Caí en la cuenta del siguiente detalle: abrir cualquier diario, por cualquier página al azar. Lee cualquier sección o cualquier revista del corazón. Verás que todas, absolutamente todas, intuyen un solo mensaje: el dinero da la felicidad.

Leerás historias de cenicientas que se casan con navieros, de humildes matrimonios agraciados con el euro millón, de estudiantes con acné que venden por fortunas sus ideas, listas Forbes, parados que ganan concursos de la tele (y marcan en negrita el dinero ganado, o los discos vendidos), o los orígenes humildes de J. K. Rowling antes de escribir su primer Harry Potter, mujer cuya fortuna ya supera a la mismísima reina de Inglaterra.
Fíjate en la palabra: FORTUNA. A los muchos ceros lo llaman “fortuna”.
Lo malo es que al leer estas noticias no puedes evitar emocionarte: Si ellos pudieron yo también podría.
Dinero. Aparecen en fotos sonriendo.
Dinero. Posando en el (inmenso a la par que hortera) salón de su casa. Dinero. Asocias: triunfo = dinero. Evolución = dinero. Golpe de suerte = dinero. Felicidad = dinero.

Jamás verás en las noticias a un agricultor de los Valles del Esla, explicando el secreto de su dicha. Jamás verás gráficas del volumen de antidepresivos en función de la renta. Eso no vende. Sólo vende el dinero, o más bien la ilusión por tenerlo. La esperanza del triunfo, evolución, golpe de suerte, felicidad plena = dinero.

Yo ahora gano el dinero justo para mantenerme. Unos pequeños ahorros, son mi enclenque patrimonio. Lo siento por ti, amigo Forbes, pero no me gustan los lujos. Tampoco juego nunca a la lotería por mi miedo irracional a que me toque y convertirme sin querer, como tantos otros, en un completo gil..... Me gusta la cerveza, pero no es cara. Me gustan tus besos, esos son gratis. Y hacer el amor, por supuesto. Y leer tampoco es caro si renuncias a las primeras ediciones encuadernadas en piel de robo. Y echarme unas risas. Me río mucho, últimamente hasta en los Plenos del Ayuntamiento. Y hablar. Y escuchar al que tiene algo chulo que decir. Y escribir por encima de todo lo anterior. Juego la partida de mús., donde puedo ganar o perder, un euro. No se necesitan grandes sumas para nada de eso. No quiero más. No necesito más. Que no me intenten vender más.
Ha llegado el momento de decir que el dinero me aburre, que los periódicos me aburren, que las revistas que demuestran un solo estilo de vida, un solo fin, me aburren. Sé que el dinero es necesario, pero no tanto. Ni quince cuartos de baño, ni yates fálicos, ni fundas Louis Vuitton para el iPad.
Doy prioridad a la: Salud, cabeza, arte y alma.

Eso es todo.

Si señor,asi se escribe, pienso como tu...

Me ha divertido un montón,es la pura realidad.

Buenas noches y a ser feliz.Yo lo intento!!!!

Un abrazo.Carmen.