San Esteban del Molar - Zamora

LUIS DONCEL

Tres innovadores debaten sobre las trabas en España para el cambio de modelo.

La imagen de estos tres fundadores de empresas innovadoras dista mucho de la del típico empresario. Ni rastro de trajes ni de corbatas. Zaryn Dentzel, estadounidense que creó en 2006 la red social Tuenti, llega en bermudas y chanclas directo de Boston. José María Castillejo, fundador de Zinkia, la empresa de Pocoyó, y Carlos Barrabés, pionero de Internet y uno de los líderes globales menores de 40 años de la lista de Davos, le están esperando. Hablarán con pasión durante más de una hora de los problemas de


José María Castillejo: En España hay que cambiar la mentalidad no sólo de la población, sino de los políticos. Hemos crecido en los últimos 50 años en torno al modelo del sol e inmobiliario. La gran ilusión de todo español es tener una renta para vivir sin hacer nada o ser funcionario.
Carlos Barrabés: La tierra del prejubilado
Zaryn Dentzel: La gente no quiere crear algo a largo plazo, se quiere forrar.
C. B. He oído varias veces que en Estados Unidos se refieren a Europa como el balneario. Y en Asia nos llaman el parque temático. Si todo el mundo nos ve así, es que algo pasa.
J. M. C. A mí me llama la atención que la gran mayoría de países ricos tengan grandes déficits financiados por países pobres. Cómo es posible que esos déficits no vayan destinados a hacer carreteras o puentes, sino a pagar las pensiones, hospitales o las estructuras políticas gigantescas. Está muy bien reformar el mercado laboral o y ampliar la edad de jubilación para luchar contra el déficit, ¿pero alguien se ha planteado reducir al 50% la estructura de funcionarios de este país? ¿Por qué tenemos Senado, Congreso, diputaciones, autonomías, alcaldías, coches oficiales…? Aquí lo que hay que hacer es cortar. Yo tengo una empresa y no tengo ni coche oficial, ni secretaria. Soy el que cierro las ventanas por las noches si me quedo el último, las abro si llego el primero.
C. B. Lo que más me preocupa es que el debate se centra en los recortes, cuando ése es un debate técnico. La grasa es un hecho objetivo: vas al médico y te dice que estás gordo y tienes que perder 20 kilos. El problema no es tanto los recortes, que hay que hacerlos de la forma menos dolorosa posible para que el fallo de toda una generación no tenga que pagarlo otra, pero nadie habla de qué vamos a hacer. Hace mucho tiempo que no veo ni una sola idea sobre qué vamos a hacer.
J. M. C. Es que si alguien ha perdido la iniciativa ante esta situación son los Gobiernos, de cualquier color. Ya no tienen dinero para convertirse en motores, sino que se tienen que centrar en pagar sus deudas. El qué vamos a hacer tiene que venir de la iniciativa privada. Y en vez de fomentarla, se está estigmatizando al rico. Que paguen más impuestos los ricos. Si estás ganando dinero, con ese planteamiento, qué vas a hacer. ¿Quedarte en España o irte a otro sitio donde te favorezcan? Aquí te estigmatizan no sólo por ser rico, porque yo por lo menos no lo soy, sino por pretender serlo. ¡Tendría que ser un motivo de orgullo!
C. B. Son sospechosos los que ganan dinero, excepto los toreros. Porque viene de la pobreza más absoluta. En cambio, si vienen de Stanford, ya son sospechosos.
Z. D. Aquí la idea es que el empresario es alguien del que te tienes que proteger porque se va a aprovechar de ti. Todos los convenios, los días de vacaciones… están bien, pero en España no se incentiva a la gente a crear valor. Hay una gran barrera entre los ricos que invierten y que tienen una actitud señorial y los trabajadores. En Estados Unidos no existe esa distinción como aquí. El que tiene un taxi es un empresario, y aquí o eres trabajador o señor.
C. B. Así como es cierto que los empleados tienen que hacer una autocrítica, porque tienden a buscar unos entornos de seguridad excesivos, los empresarios también tenemos que hacerla. Un buen porcentaje de los empresarios se han dedicado en los últimos años a especular. Son tíos con tripa y traje que conocen a alguien en el ayuntamiento.
J. M. C. Pero eso es por el modelo…
C. B. Sí, y esa es la representación por la que un trabajador no se quiere quedar luego hasta las diez de la noche. Porque luego ese tipo tiene dinero negro, a lo mejor tiene a la mitad de la plantilla sin contrato… Todo esto lo muestra bien la pirámide española de empresas: tenemos un millón más de empresas pequeñas, con menos de diez empleados, que Alemania. Mucha gente cuando tiene una empresa no se preocupa en crecer. También hay un gran elemento funcionarial entre el empresariado español. Ése es la gran cuestión. La patronal y los sindicatos están en cuestión.
J. M. C. El presidente de la patronal tiene un problema personal grave que le puede pasar a cualquiera. Probablemente, es el mejor presidente de la patronal que podríamos tener porque está metido en un problema que están viviendo la mayoría de empresarios españoles. Creo que no es motivo de crítica sino de admiración. Aquí nos gusta mucho criticar, pero ha construido un grupo de empresas impresionante que ahora con motivo de la crisis se le han venido abajo. Representa a los empresarios porque está sufriendo los problemas de un 90% del empresariado español. Y en medio de tantos problemas, se ha mantenido firme en la defensa de los empresarios. En España nos encanta criticar, pero él se negó a firmar una reforma descafeinada.
C. B. Yo no lo personalizaría...
J. M. C. A lo mejor te sorprende, pero a mí hay tres políticos que me admiran mucho, y uno de ellos desde hace bien poco. Esperanza Aguirre, porque tiene una postura clara de defensa de la empresa pequeña, el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, porque es de los que ofrecen un modelo de austeridad, y desde hace tres semanas, Zapatero. El presidente ha dado un cambio copernicano y se ha puesto en la línea de lo que tiene que hacer: reducir el déficit y el Estado de bienestar porque esto si no se va al garete.
Z. D. Quizá demasiado tarde…
J. M. C. Como quieras, pero lo ha hecho. Y mientras tanto, me parece muy triste que el Partido Popular votara en contra del plan de ajuste. En un momento en el que hay que hacer país y unirse han dejado al presidente del Gobierno solo.
C. B. Los agentes sociales han sido durante los últimos 150 años un lobby, o por parte de los empleados o de los trabajadores. Se tienen que transformar a un elemento impulsor de la economía. No hay ninguna razón para que tengamos que vivir mucho peor. Te doy un argumento para ello: nunca en mi vida había visto tanto emprendedor. En el mundo de la tecnología, estamos en una preburbuja. No sé si se va a materializar, fundamentalmente por falta de capital.
Z. D. Pero yo pienso en los cuatro años que llevo en España, ¿y cuántos de esos proyectos se han materializado y han tenido éxito? Muy pocos.
J. M. C. Lo que falta en muchos proyectos es la visión global. Plantearse un producto que se venda exactamente igual aquí que en Karachi que en Boston.
C. B. Se hace mucho copy paste de propuestas que se han visto. Haces eso en Silicon Valley y te ponen una cruz, en cambio aquí te invitan a charlas. Pero hay que verlo por fases. Estamos en una primera en la que hay mucha gente que quiere hacer cosas. Luego ya se verán si son mejores. Uno de los problemas de España es que ha habido suficiente negocio fácil como para no preocuparse. Somos como aquellas aves que perdieron la habilidad de volar.
J. M. C. Hay que cambiar la cultura completa de un país. Era tan fácil comprarse una casa que tres años más tarde valía el doble que para qué íbamos a pensar en otros negocios.
C. B. Y el pelotazo que hemos vivido es la tercera o cuarta vez que pasa en España. Hay una prueba del algodón: España, con un sistema de protección increíble y el mejor clima de Europa, no ha conseguido atraer talento. Aquí algo pasa. Es increíble que la costa española no sea la California europea. Las empresas no son felices aquí.
J. M. C. No se fomenta al pequeño empresario. ¿Cuánto tiempo lleva la banca española anquilosada en que solo te presta dinero si le llevas una garantía hipotecaria? No hay un solo banco en los últimos 25 años al que vayas con un buen y se meta. Los banqueros de principios de siglo no sólo le prestaban dinero sino que se metían de socios. Eso en España ha desaparecido. No se dan créditos a las ideas, sino a las casas, para que el sistema bancario sea sólido.
Z. D. EE UU va a salir antes de la crisis porque los negocios que iban mal se han venido abajo y la gente se ha formado para ir a trabajar a otro sitio. El español cambia muchísimo menos de trabajo.
J. M. C. Si tiene dos años de trabajo garantizado, para qué se va a buscar otro.
Z. D. He contratado gente que viene de otras empresas. Pero si viene de otro puesto me cuesta una pasta. La propia administración hace que esta persona no pueda venir a trabajar conmigo.
J. M. C. Ahora es el momento de hacer cambios. Si te rebelas de la situación de Europa y dices Voy a hacer un poquito de dumping y se fomenta que los ricos vengan a España a trabajar.
C. B. Apostar por las pymes y los emprendedores es apostar por el empleo. Y ahora no se está haciendo. Hay una base estructural muy amplia, que si les va un poquito mejor crearán más empleo. Si consigues que haya 40.000 empresas innovadoras, algo razonable y posible, tienes el país salvado. Ahora no hay más de 4.000.
J. M. C. Con el escenario actual, la situación más probable para España es Japón en los años noventa. Deflación y una década perdida.
Z. D. Los cambios de los que ahora se están hablando deberían de haberse tomado hace dos años.
C. B. Creo que hay posibilidades. No se puede condenar a la próxima generación a vivir en un entorno tan poco estimulante. España tiene por primera vez de las mejores escuelas de negocios del mundo. Ahí hay talento. Tenemos gente que quiere montar empresas. Y tenemos por primera vez una visión más global del mundo. La gente que ha ido a estudiar y a trabajar fuera formará una diáspora que a largo plazo será positiva. El futuro de España está muy ligado a Europa. Uno de los problemas que tenía Japón es que no podía salir y aquí veo opciones.
J. M. C. El crédito está cerrado y no hay ningún escenario que me permita pensar que en los próximos 18 o 24 meses se va a abrir. Además, el poco crédito se lo va a tener que llevar el Estado español para financiarse. Si no hay crédito, no hay puesta en marcha de empresas. Además, no hay una sola persona que se esté planteando consumir más que lo absolutamente necesario. ¿Qué pasa cuando cada día hay una marca más barata? Pues que esperas al día siguiente porque mañana será más barato. Eso es Japón.
C. B. Sí, pero Japón no tenía Europa. Ahí puede estar la clave. Europa está pensando ahora en recortes, pero en otoño tendrá que pensar en crecer. Alemania tendrá que competir con la India o con Brasil. Hay dinero en Europa, la cuestión es a dónde va.
J. M. C. Esa oportunidad va a venir solo de los cambios que los españoles queramos hacer en nuestro propio país.
Z. D. En mi empresa tengo varios suecos que son unos cracks. España tiene la posibilidad de atraer mucho talento. Tiene que pensar en su papel dentro de Europa.
C. B. Una Europa más innovadora nos beneficiará también a nosotros. El cambio de modelo ya es un hecho. Si miras las grandes multinacionales españolas ya son tecnológicas. El problema es que las estructuras empresariales intermedias no lo han hecho. Los líderes ya lo hicieron hace tiempo. El cambio de modelo es una necesidad, pero tiene grandes riesgos. Tenemos un problema educativo muy serio. Los chavales ahora no están formados. Nos hemos gastado el dinero en hacer AVEs, en hospitales, en subsidios y a lo mejor hay que ponerlo en otro sitio.
J. M. C. Al final es un problema de porcentajes. España seguirá siendo un país de sol y turismo, que ha creado valor y que seguirá estando. España tiene una gran capacidad de atracción de talento europeo. Ese es un gran valor.
C. B. Por eso no se pueden perder los avances sociales. El cambio de modelo es fijarse en la i pequeña de la fórmula. I+D+i. significa diseño, tecnología, negocios más globales… Que los hoteles sean mejores, por ejemplo. Modernizar la estructura de la empresa española. La innovación tiene que ser una vocación para 2017; pero en cambio ser líderes en i pequeña es posible mañana. Hay regiones en las que el 97% de los empresarios no tienen formación. Ese es el problema.