Romance:¡ Ven Olmillos de Valverde!

ROMANCE:¡ Ven a Olmmillos de Valverde!


Si no estuviste en Olmillos,
¡ven! Te invito a conocerlo.

Un pueblo ilusionante
y de horizontes abiertos.
Un pueblo acogedor,
donde nadie es forastero.
Un pueblo que lucha,
que trabaja sin denuedo,
para preparar la tierra
de la que obtiene el sustento.

Te presentaré a la gente,
campesinos hay a cientos;
visten fundas, no corbatas,
y boina en vez de sombrero.

¡Este trabajo es muy duro!
¡Este trabajo es muy recio!

Son los alisos del río,
los pájaros en concierto,
los sembrados, los colores;
son las nubes, es el cielo
y hasta el antiguo Charcón
los que lo hacen pintoresco.

Casas de adobe, tapial y teja,
leñeras, arados y aperos,
son la cultura de Olmillos
y también son nuestro espejo.
En los apriscos, naves y tractores,
es donde apreciarás el progreso.
También hay casas, no mansiones,
que se adaptan a los tiempos.

¡Qué bonito es este pueblo
recuerdo de los abuelos,
e involucrado en proyectos!

Te invitaré a merendar,
en las bodegas del pueblo,
y a degustar los manjares
del domingo tortillero:
ricas carnes a la brasa,
que resucitan los muertos.
Podrás practicar deporte
que en Olmillos va en progreso.

La alegría y el bullicio,
te sorprenderán, viajero;
son las fiestas de Olmillos,
la Plaza es un hervidero.

Y se mezcla con la gente…


Contagiado del contento,
Habla, canta, ríe, baila.
_ ¡Qué corazón más abierto
tienen estos olmillenses!
¡ Huy, qué ambiente tan fiestero!
Pues la explanada del Charcón
es de noche un hormiguero;
hombres, mujeres y niños,
alzan los ojos al cielo,
para ver los cohetes
que anunciarán el comienzo.
Los ¡huy! de admiración
son el común sentimiento
y las estrellas envidian
las verbenas y disfraces del pueblo.

Ya se marcha el invitado,
ya se despide el viajero,
y va cargado de pena
y va feliz del encuentro.
Promete volver muy pronto.
Se enamoró de este pueblo
que pasa desapercibido
en los anales del tiempo.