MAYO

EL “MAYO”

La tradición, básicamente, consiste en izar un esbelto tronco de árbol en la plaza del pueblo, pero hace unos años que lo colocan en la zona deportiva. En el extremo superior del tronco se coloca un monigote, hecho de trapo y relleno de paja, que representa a un hombre. La tarea se inicia durante la tarde de la víspera del día primero de mayo, cuando los mozos equipados con hachas y sierras, acuden a los bosques del lugar y eligen el árbol más alto- normalmente un chopo-, que talan a ras del suelo y, quitadas sus ramas y corteza, lo trasladan hasta el pueblo. Allí, a las doce en punto de la noche, se procede a “pinarlo”, introduciendo la base en un hoyo que previamente se ha cavado para tal finalidad. Con el mayo ya erguido, se inicia la fiesta o juerga entre los mozos.

El “mayo” permanece izado hasta las doce de la noche del último día del mes, momento en que es derrumbado.

El origen de esta tradición podría remontarse a épocas neolíticas, respondiendo a una remota intención de dar culto a los espíritus arbóreos, habitantes de los bosques, que llegada la primavera eran trasplantados al centro del poblado en rogativa de fertilidad para hombres, animales y cosechas. La creencia pervivía entre los celtas, para quienes en cada árbol moraba un espíritu benefactor y los bosques eran su santuario.

Mi agradecimiento a todos los que se esfuerzan por mantener las tradiciones en Olmillos.