¡QUÉ APROVECHE!

Creo que todos los que peinamos canas tenemos el recuerdo del olor y del sabor de los platos favoritos de nuestra infancia; de aquellos potes y pucheros que hervían lentamente en las viejas cocinas de lumbre.
Yo recuerdo de forma especial la época de matanza, cuando tenía la ocasión de comer los "chumarros" asados ala brasa, los "coscarones", las chichas, el lomo adobado y metido en caldo que después se freía y la costilla que, en mi casa, se comía guisada y acompañada de patatas de cosecha propia. También se me hace la boca agua al recordar la torta de chorizo que, a veces, (el día que se "masaba" en casa) me esperaba al salir de la escuela. Están también en mi memoria los chicharros, las bogas y los barbos fritos o en salsa que se preparaban, en sartenes hondas y con tres patas, al amor de la lumbre y las sabrosonas fritadas de pimientos y tomates en los días que abundaba la cosecha. Pero sobre todo vienen a mi memoria "los rellenos" para el cocido que preparaba mi abuela con trocitos de tocino, chorizo, jamón(previamente cocidos),miga de pan, ajo, perejil, huevo y con el toque personal que le daba ella.

Las manzanas que colgaban del techo, los pimientos que se ponían encima del montón de las patatas y las uvas de cuelga aromatizaban las casas. Era tan intenso su aroma, penetró tanto en mí, que me acompañan allá donde voy.
Aprovecho la ocasión para dar las gracias a las personas que se preocupan por mantener las costumbres culinarias de los pueblos. Saludo cordialmente a los que degustastéis y degustáis los productos autóctonos y a todos los de Olmillos les invito a hacerlo y ... ¡Qué aproveche!