Muelas de los Caballeros - Zamora

El hombre enamorado de la gloria funda su bien en lo que hacen los otros; el voluptuoso, en sus propias sensaciones; el hombre inteligente, en su propia conducta.

¡Cuántos hombres venidos al mundo conmigo han partido ya!

Nadie te impedirá vivir según tu naturaleza y nada te ocurrirá que vaya contra la razón de la naturaleza universal.

¿Quiénes son aquellos a quienes se quiere complacer? ¿Para qué? ¿Con qué procedimientos? ¡Qué rápido enterrará el tiempo todo eso! ¡Cuántas cosas ha enterrado ya!

¿Es suficiente mi inteligencia para eso, o no? Si es suficiente, la empleo como instrumento que me ha sido otorgado por la naturaleza universal. Pero si es insuficiente, me retiro para dejar paso a quien pueda hacerlo mejor (siempre que no sea un deber mío), o bien, hago como mejor puedo lo que es oportuno y útil a la comunidad en el momento, con la colaboración del hombre que pueda hacerlo, ayudado de mi guía interior.
Haga lo que haga, solo o con ayudante, mi obligación es siempre inclinarme hacia lo útil para la comunidad y lo acorde con ella.

No te de vergüenza que te ayuden.

Es propio del hombre amar incluso a quienes lo ofenden. Esto ocurre cuando piensas que son tus semejantes y que han errado por ignorancia y sin querer; cuando piensas que, en muy poco tiempo, ambos estaréis muertos, y que, sobre todo, no te ha perjudicado, pues no ha dañado tú guía interior que continua tal como era.

Puedes admitir queotro sea mejor luchador que tú, pero nunca más sociable, ni más modesto, ni mejor adaptado a los acontecimientos, ni más indulgente con los errores de los demás.

Ama sólo lo que te corresponde, pues ¿qué puede irte mejor que esto?.

La perfección moral consiste en vivir cada día como si fuera el último, no ser apasionado ni indiferente, y no actuar con falsedad.

¿No puedes leer? Pero puedes refrenar tu arrogancia, puedes dominar placeres y dolores, puedes despreciar la vanagloria, no enfadarte con groseros e ingratos, includo puedes interesarte por ellos.