Muelas de los Caballeros - Zamora

El amigo Estrada nos pregunta, tal vez con ciertas ganas de sano debate, por nuestra opinión sobre el trabajo. Dios, qué tema. Siempre he sido partidario del trabajar mesurado, sin excesos ni esclavitudes. Mi compañera Adela Cortina defiende la renta básica, a saber: que cada ciudadano cobre mensualmente una pensión (que cubra necesidades básicas) sólo por el mero hecho de ser ciudadano. De ahí se deduce que, los que tengan pocas ambiciones, podrían vivir sin trabajar (no se irían de crucero, no tendrían celular, pero comida, ropa y vivienda sí disfrutarían). Siempre me ha fascinado esta idea: cobrar por el mero hecho de ser ciudadano. Me recuerda a Sócrates, cuya mujer era un poco plomo, y él se iba al mercado a dar la tabarra a los que por allí pululaban. Que no nos cuenten milongas: en Atenas nadie soportaba a Sócrates, porque siempre estorbaba a toda la gente que deseaba pasear por el mercadill, sin cuestionarse qué era la virtud, la justicia o la libertad.
Me parece que debería haber una ley que impidiera trabajar en algo que no te guste. Esto debe ser algo duro, Mariano, y tú sabes que un trabajo que no es de tu agrado te convierte, casi seguro, en esclavo.

No diré más. Sólo estos apuntes para que otros amigos del foro arrojen sus armas de construcción masiva. Saludos,

Agustín

Pues yo sí creo que el trabajo dignifica, bajo estas dos condiciones: que le guste a la persona que lo realiza y que no se ejecute bajo explotación, cosa muy difícil de aquilatar, ciertamente. En caso contrario, por supuesto que denigra.
Salvo casos de derecho o de necesidad, estoy totalmente en contra de lo que se llama vivir del presupuesto. Vamos, estar a la sopa boba. Creo que los llamados “paniaguados” son una especie de sanguijuelas sociales.
Dicho esto, también quiero decir que trabajamos demasiado y que lo hacemos con excesiva presión e incomprensible prisa. ¿Y todo para qué? Para comprar un montón de cosas superfluas, o sea cosas que no aportan nada a nuestro enriquecimiento como personas.
Por último, si todos tuviéramos una renta básica, como dice Agustín que propone Adela (entiendo que la misma para todos), y si de ello se deriva que algunos pudieran vivir sin trabajar ¿qué harían los otros, trabajar más para pagarles a ellos? Y si todos nos apuntáramos a esa bicoca de la pensión mínima por el hecho de ser ciudadanos, ¿quién diablos trabajaría para que la pudiéramos cobrar? No sé, seguramente he entendido mal la propuesta. Un abrazo.

Amigo Mariano: Estoy de acuerdo contigo al cincuenta por cien. Comento párrafo por párrafo mis discrepancias.

"Pues yo sí creo que el trabajo dignifica, bajo estas dos condiciones: que le guste a la persona que lo realiza y que no se ejecute bajo explotación, cosa muy difícil de aquilatar, ciertamente. En caso contrario, por supuesto que denigra".

Acepto las dos condiciones. Otra historia es que se cumplan... Me atrevo a decir, bote pronto, que en el 80% de los trabajos no se cumple, al menos una. El término explotar suena fuerte, pero yo creo que aún hay mucha explotación, de muy diversas maneras, modos y sabores. Por eso, acepto tus condiciones pero creo que brillan por su ausencia.


"Salvo casos de derecho o de necesidad, estoy totalmente en contra de lo que se llama vivir del presupuesto. Vamos, estar a la sopa boba. Creo que los llamados “paniaguados” son una especie de sanguijuelas sociales.".

Aún tenemos una deuda pendiente con los que no pueden trabajar (discapacitados físicos o mentales, etc.). Cobran una miseria, deben pasar exámenes inhumanos, cada cierto tiempo, y si no me equivoco, viven con 300 euros al mes. Esto no es de recibo. Aún espero que haya una gran movilización social contra este maltrato a los discapacitados.


"Dicho esto, también quiero decir que trabajamos demasiado y que lo hacemos con excesiva presión e incomprensible prisa. ¿Y todo para qué? Para comprar un montón de cosas superfluas, o sea cosas que no aportan nada a nuestro enriquecimiento como personas."

Chapo. Aplaudo todo el párrafo. Me uno a tu denuncia.

"Por último, si todos tuviéramos una renta básica, como dice Agustín que propone Adela (entiendo que la misma para todos), y si de ello se deriva que algunos pudieran vivir sin trabajar ¿qué harían los otros, trabajar más para pagarles a ellos? Y si todos nos apuntáramos a esa bicoca de la pensión mínima por el hecho de ser ciudadanos, ¿quién diablos trabajaría para que la pudiéramos cobrar? No sé, seguramente he entendido mal la propuesta."

En septiembre veré a Adela, y ella me pasará amplia bibliografía sobre el tema. Los economistas, en tanto que técnicos del asunto, aseguran que la renta básica puede ser una realidad. No estoy de acuerdo en algo, Mariano: nadie trabaja más para pagar más al otro. El que trabaja más, cobrará mucho más, y vivirá muy bien y mejor que uno que trabaja poco o nada. Por tanto, tendrá su merecida y justa recompensa. El que quiera vivir de la renta básica, en tanto que buen ciudadano, se limitará a vivir de su presupuesto. Si pasa necesidad, entonces deberá trabajar, pero si uno puede vivir con 400 euros al mes... ¿Quiénes somos para decirle que trabaje? No puedo decirte nada más del tema porque la cuestión técnica no la sé. Pero que el tema de la renta básica está a la orden del día,y con muchos especialistas estudiándolo, es incuestionable.

Saludos cordiales.

Querido Agustín, no hay polémica. Estamos de acuerdo. Hay explotación, a veces sutil y a veces groseramente. Por otra parte, un discapacitado no es un "paniaguado", ´libreme Dios, sino una persona con Derechos y con necesidad. En cuanto a la renta básica, sí, conozco superficialmente la teoría. Lo que yo pregunto es que si todos nos acogiéramos a ella ¿quién nos la pagaría? Incluso si nos acogiéramos un 30%. Si no hay para pagar a los discapacitados, si no hay para pagar las pensiones...Y conste que no quiero incordiar, es sólo una pregunta íntima. Vale, que Adela nos lo explique en Septiembre. Un abrazo

Bueno, Mariano, yo creo que aunque nos acogiéramos todos a ella habría modo alguno de pagar; no obstante, a ratos creo en la especie humana y estoy seguro de que la gran mayoría trabajaría, porque no es fácil dedicar toda una vida al ocio. Es muy triste, creo yo, que ocurra todo lo contrario en la actualidad: dedicamos casi toda la vida al neg-ocio que, como su nombre indica, es la negación del ocio. La renta básica rompe con esa cadena que nos ob-liga a la Humanidad a seguir el mismo ritmo: que algunos no deseamos trabajar las veinticuatro horas del día, a otros no nos place ser empresarios, tiranos, etc.

Y, ya para acabar, amigo Marino, creo que si se paga poco y mal a los discapacitados y/o jubilados es porque el Estado prefiere derrochar dinero en otros menesteres. El debate, ahora, se desplazaría hacia la siguiente cuestión: ¿Qué necesidades son de primera generación y cuáles de segunda? ¿Qué necesidades hay que cubrir primero? ¿Qué necesidad es más radical? Entonces surge un acalorado debate que, por qué no, podríamos tener en este interesante foro.

Saludos,

Me dirijo a Mariano, porque según Agustín, fue él quién nos lanzó la reflexión sobre el trabajo, y aunque no sé dónde, una vez leído el comentario de uno y otro, quiero dejar mi opinión sobre el tema.¿Qué entendemos por trabajo, porque ahora estoy escribiendo delante de la TFT, al igual que lo hacía en el Banco, y , antes me pagaban y ahora no, ahora estoy disfrutando y antes no?. Habláis de explotación u otro nombre cualquiera ¿Conocéis a algún albañil que le digan: no se preocupe Vd. en poner 5 ó 10 ladrillos, lo importante es ponerlos bien?. Yo recuerdo que en el Centro Administrativo Regional (C.A.R.), lugar en donde trabajaba en mi última etapa bancaria antes de mi prejubilación, había un lema que decía: " Pasa por la máquina la mayor cantidad de talones y en el menor tiempo posible, hasta en detrimento de hacerlo bien". Otra pregunta ¿Cuántas personas conocéis que estén conformes con su trabajo, no sé por qué, pero yo muy pocas?. Con estas preguntas, que llevan implícitas una contestación negativa, creo, que el trabajo no puede dignificar porque es muy difícil que se den esas dos premisas, ahora, si se dan, completamente de acuerdo. Y la teoría de Adela, la compañera de Agustín, en teoría muy buena, si tuviéramos cubiertas nuestras necesidades básicas, podríamos elegir si trabajamos más, aun sabiendo que no nos guste el trabajo y que nos exploten pidiendo más producción sin ver otra cosa, o quedarnos haciendo cosas que nos satisfagan más, pero como dice Mariano ¿De donde saldría el dinero? ¿Cuántas veces se ha hablado de pagar un sueldo a las amas de casa, y no se hace? ¿Cuántas veces se intenta quitar la aportación de los enfermos a los medicamentos, y no se puede hacer?, por lo tanto que no lo explique Adela en Octubre, yo puedo esperar hasta entonces, pero mientras seguiré pensando que es una Utopía.Creo que al final todos decimos lo mismo y estamos bastante de acuero ¿O no?.

También me dirijo a Mariano, no encuentro donde está el primer comentario. El trabajo, ay, ay ayyyyyyyy.
Bueno, parece ser, que según las encuestas ( de las que no me fío mucho), los docentes, somos las personas que estamos más satisfechas con la labor que realizamos.
Sí, tengo que decir que elegí mi carrera porque me gustaba, es vocacional, pero ahora.....pues no estoy contenta.
Las dos premisas expuestas por Mariano, en mi caso, no se cumplen, tal vez porque la docencia es cada vez más difícil, y menos gratificante.
De todas formas, jamás y nunca podría seguir el lema del banco, porque mi "material", es muy frágil, es HUMANO, y debo tener muchísimo cuidado, porque puedo marcar de por vida a una persona.
El trabajo es digno,pero me parece que cada vez es más indigno, hablo de mí, de mi experiencia. Los docentes estamos sometidos a una presión constante, administración, clautro y padres.
Si un alumno vale y destaca, sus padres dicen "es que mi niño vale mucho, es muy inteligente", pero si un alumno presenta problemas de aprendizaje, sus padres dicen " Usted no trabaja lo suficiente"...por eso después de 3o años dedicados a la docencia, de verdad, de verdad, me encantaría jubilarme!!!! pero la ley no me lo permite, y desde luego, tengo muy claro, que no le voy a regalar al Ministerio ni un euro!!!!!!, porque eso es lo que significa, en mi caso, la jubilación voluntaria.
Nosotros no tenemos prejubilación, ni año sabático, ni nada de nada.
Un abrazo
Natalia

Natalia, ¡Algo bueno teníamos que tener, la prejubilación!, como diría Agustín, ¡es bromaaa...!, teníamos otras cosas buenas, lógicamente, si lo comparamos con otros trabajos, de joven, trabajé unos años de panadero, y eso es mucho peor. Comencé a estudiar el ingreso al Bachillerato a los 19 años, con la ilusión de ser profesor, pero me quedé en bancario. La docencia es mi vocación frustrada, pero viendo lo que se ve, ya no sé que hubiera sido peor, si el Banco o la Escuela. Cuando estaba en 6º curso del Bachillerato, un maestro que debió ausentarse del pueblo durante unos días, y conocedor de mis proyectos, me llamó para sustituirle durante esos días, y los niños, que son niños pero no tontos, sabedores que yo estaba por allí de pasada, me las hicieron pasar canutas. ¿Qué trabajo no tiene pegas, pienso que todos?. Natalia, te deseo que prontos tengas un año sabático, ¡Ya verás que bonito!

Ay, José Miguel, que el Señor te oiga!!!!, no mejor el Ministerio.
De verdad veo muy bien la prejubilación!!! y me alegro mucho, que la tengas, pero también nosotros deberíamos tenerla, pero a los funcionarios, no nos lo permiten, por eso cuando veo los chistes sobre los funcionarios, siempre pienso, que es un poquito injusto, porque por lo menos los docentes trabajamos y mucho.
No sé que decirte, creo que has hecho bien quedándote de banquero!!!, aunque todo tiene su parte buena y su parte mala, porque a pesar de los pesares, es muy gratificante, cuando ves lo que han mejorado y aprendido, y además algo de mí, pues llevan!!!, así como yo también de mis profesores.
Un abrazo
Natalia

Hola, Nataila, las encuestas a las que aludes me parecen sorprendentes. Lo que yo tengo entendido es que el de la docencia es el trabajo que más miembros tiene con problemas de estabilidad anímica, incluso depresión. Hay muchos maestros o profesores que manifiestan públicamente que ir al trabajo es una especie de tortura... Puede que éste sea uno de los grandes problemas del futuro. Y detrás de éste no veas lo que nos puede venir... Un abrazo

Sí, Mariano, es bastante sorprende las encuestas!!!!, por eso decía que no me fío mucho!!!.
Tienes muchísima razón, es un trabajo, que trae consigo, bastantes depresiones, porque la tensión y presión a que estamos sometidos, es muy grande (por lo menos para mí), no es impartir las clases, que es lo mejor, es la burocracia que hay!!!!, estamos atiborrados de formularios, memorias, reuniones de niveles, de ciclos, claustros....en todos y en cada uno hay que levantar un acta,papeles, papeles y más papeles, parace que en lugar de docentes somos burócratas, y eso va en detrimento de la enseñanza, una profesión noble.
Otro problema, y muy grave, es la falta de respeto y el desprestigio!!!, los alumnos, te dicen tan tranquilos ellos, ¿qué pasa tía?, y bueno, eso es muy suave, jaja, los hay que dicen verdaderas barbaridades!!!, sólo pensar que el 1 de septiembre, tengo que volver a incorporame, de verdad, me da un vuelco al corazón!!!!
Un abrazo
Natalia