Muelas de los Caballeros - Zamora

Queridos amigos:

Es un gran placer ver que hay un debate integrados y ameno. Saludos especiales para Mariano. Evitaré responder aquí al amigo Agustín, porque no quisiera que se convirtiera en un debate filosófico (pregúntale a José Miguel mi mail privado, y discutimos algún tema en privado, si quieres).

Pero diré una cosa para el foro: he leído a Kant lo justo, ni más ni menos. Me niego a leerlo con detalle por una razón que abriga mi corazón: la gente que no tiene las ideas claras en la mente no las puede plasmar claramente en el texto. Èse es Kant: un señor que tiene algunas ideas claras y otras muy confusas. El giro copernicano, por ejemplo, sería una de las grandes aportaciones de Kant.

Pero dejo de lado la filosofía (aunque ya me dirás, Agustín, dónde introduce Kant los sentimientos en su ética). Arrojo al ágora de Muelas de los Caballeros lo que he expuesto anteriormente. Me interesa mucho la opinión de Mariano, como escritor serio y comprometido.

Mi idea es que Kant, como casi todos los alemanes, no tienen un pensamiento muy ordenado, más bien caótico, por eso leerlos es un padecer. La literatura, para mí, no debe ser ni simple ni confusa: simplemente ser. O mejor: ser abierta... La poesía es el claro ejemplo de escritura perfecta: un mar de sensaciones que cada uno capta, recoge e interpreta. Los grandes tratados confusos no son para mí, y creo que dañan el ámbito de la literatura.

Saludos.

Hola, Agustín: ayer, en una respuesta a MILI, te daba la bienvenida a este Foro, en el que *has entrado con la fuerza del huracán*. A ella me remito. Y me alegro, además, de que el debate que en él se desarrolla te parezca integrador y ameno.
Y metiéndome en harina, te digo que estoy bastante de acuerdo con este párrafo tuyo: "La literatura, para mí, no debe ser ni simple ni confusa: simplemente ser. O mejor: ser abierta... La poesía es el claro ejemplo de escritura perfecta: un mar de sensaciones que cada uno capta, recoge e interpreta. Los grandes tratados confusos no son para mí, y creo que dañan el ámbito de la literatura".

Sin embargo, yo no estoy muy seguro de que la obra de Kant pueda tildarse de literatura, tal vez habría que constreñirla al ámbito estricto de la filosofía, en el que ha gozado siempre de fama, para bien en unos casos (admiradores), para mal en otros (detractores). Yo me situaría en un terreno impreciso, diciendo, eso sí, que leyendo a Kant siempre me he terminado perdiendo, pero lo mismo me ha pasado leyendo a Hegel. Será por esa oscuridad a la que te refieres, ese giro copernicano, que en Hegel es un salto al vacío del que surge sin saber nadie cómo.
En cuanto a la poesía, sin duda tienes de ella una buena opinión, con la que yo estoy de acuerdo. No obstante, la mayoría de la que se ha escrito en los últimos tiempos es bastante hermética y oscura, tanto que ha echado para atrás a un buen número de potenciales lectores. Actualmente, la única poesía que los “entendidos” aceptan como tal es la poesía “oficial”, la bendecida por las élites, que es la que todavía da un poco de rentabilidad en forma de concursos, publicación de libros premiados, artículos, conferencias... Y esa poesía se desarrolla en un coto cerrado, en el que los “poetas” se mueven y se miran el ombligo...

Antes que nada, Mariano, te recomiendo un libro que, si no has leído, deberías correr a buscarlo; te gustará tanto que me atrevo a decir que si te desagrada te invito a una buena comilona: María Zambrano, "Filosofía y Poésía" (encontrarás en él una dura crítica a Platón, por cierto). Hay varias ediciones, y cualquiera vale.

Hegel, Heidegger... Confusos, siempre confusos. No, desde luego, los textos filosóficos no son literatura, pero algunos se apoximan a ella... ¡Y aquí tenemos a Ortega y Unamuno! De manera especial don Miguel: Amor y pedagogía, Niebla, La tía tula, etc. son novelas de filosofía... ¡Y menudo contenido filosófico! Fascinante. O Pío Baroja: casi lloré en algunos pasajes de "El árbol de la ciencia".

El siglo XXI, en mi opinión, se caracteriza por: a) desvalorización y desprecio hacia la poesía en general; b)aparición de numerosos libros basura (el último, el chófer de Rocío Jurado. Ahí queda eso); c) desprecio hacia los libros en general; d)pérdida de seriedad en ciertos premios literarios de prestigio. Añádase un largo etcétera.

Comparto todo lo que me cuentas sobre la poesía, Mariano. Pero, ¿cómo ves su futuro, y qué crees que podríamos hacer para evitar esa situación que denuncias? Es complejo el asunto, lo sé, pero no estaría mal que aquí intentaramos llegar a posibles soluciones. Soy muy dado a preguntar por las soluciones, para no quedarnos sólo con la denuncia y la queja.

Un cariñoso saludo,

Agustín

Gracias por la recomendación, Agustín. Tu gusto por los autores citados es coincidente con el mío. De acuerdo en tus apreciaciones referidas a la poesía y a los libros.

En cuanto a las preguntas sobre las soluciones...

Yo creo que la poesía, a pesar de su nulo valor crematístico, sigue gozando de un razonable prestigio entre la gente corriente, que es la gran mayoría de la población. Es verdad que nadie sabe nada de ella y que a nadie le importa un pimiento, pero ella conserva ese halo mágico de elemento misterioso que, irremisiblemente, la hace ser tenida en estima. Tal vez sea porque su valor no es intercambiable con el dinero ni con el poder. No es que esté más alta o más baja, es que se escapa a todo intento de apropiación, es que es evanescente e inasible, es que no aguanta la manipulación ni la mentira, es que no quiere ser pagada cuando se entrega, es que quiere ser como es: libre, ingrávida, sin tara, sin patrón, sin atadura...

¿Soluciones? Acaso debieran suprimirse los premios, tal como ahora están concebidos, y desde luego los premios que son apoyados o patrocinados por la cultura oficial. Tal vez hubiera que dejar que la poesía floreciera por sí sola, sin empujones espurios, sin interferencias ajenas a la creación. No importa que el que escribe carezca de medios. Si dentro hay poesía, la poesía saldrá. Yo creo que el poeta tiene que tener una profesión, como todo bicho viviente, y vivir de ella. La poesía hay que escribirla por añadidura, en el tiempo libre, en el tiempo que otro dedica a la caza, a la pesca, al tenis, al surf, al senderismo... ¿No debe de haber algún tipo de premio? Posiblemente sí. Posiblemente hubiera que premiar a aquellos que, en las condiciones expuestas, consiguieran el apoyo de los lectores.
Dicho esto, quiero aclarar inmediatamente que no estoy nada seguro de lo que se refiere a las soluciones. De lo que sí estoy seguro es de que, tal como está motada la cosa en la actualidad, los premios existentes y los apoyos oficiales valen de poco o de nada.

Un abrazo

Coincido en todo contigo, Mariano. Es curioso porque al leerte he pensado que si donde escribes poesía, lo sustituyes por copla, quedaría también perfecto para éste género musical. Y es que, ya sabes, que la copla, a pesar de los altibajos, siempre ha sido un género que ha ido por libre, sin publicistas, sin modas, etc.

Y ya que hablamos de poesía te diré cuál es el poeta vivo y español que más leo: el catalán Jesús Lizano, que publica casi siempre en Lumen. Es una pasada... Si no lo conoces, te lo recomiento; si lo conoces, me encantaría conocer tu impresión sobre éste.

Saludos cordiales,

Agustín

Reconozco que tengo una deuda pendiente con la Obra de Jesús Lizano. Es verdad que he leído poemas sueltos, incluso algunos se los he oído recitar a él mismo, en algún programa de televisión, pero no conozco su obra lo suficiente como para poder emitir un juicio medianamente responsable. Sé que aunque tiene buena crítica, por lo general, es un poeta relegado. ¡Cómo no, si es un declarado quijote, un anarquista contumaz, un transgresor indomeñable, un antisistema, un antipolítico, un soñador... ¿Qué otra cosa es su propuesta de un mundo real poético?
Es imperdonable que no me haya metido en profundidad en su obra, pero debo confesar que no lo he hecho. Y que lo haré.

Adelante con Lizano, Mariano. No olvides que puedes leer muchísimos poemas suyos en su página web. Lo descubrí hace tres o cuatro años, gracias a mi querido y admirado Sánchez Dragó; nuestros caminos se cruzan constantemente, y solemos coincidir en muchos congresos. Es, sin duda, uno de mis autores favoritos.

Saludos,

Agustín