SALTO DE ALTURA Dicen que en una olimpiada de burros que organizaron supuestamente los hombres (También puede ser al revés) y en la que competían las " hordas” extranjeras más afines a nuestro repertorio de chistes (Francia, Inglaterra, Alemania), el jumento español fue descalificado por saltar con pértiga. Y es que, para motivar al afortunado representante de la “asnología” nacional, no se les había ocurrido otra cosa que colocar a una burra del otro lado de la varita. La varita de Muelas era una tapia de piedra. Por lo demás, el burro que la saltaba y resaltaba podía haber participado perfectamente en aquella olimpiada de congéneres. ¡Y mira que son burros los congéneres! EL BURRO Y LA TAPIA La tapia tiene un boquete por donde el burro se escapa. Ponle unos palos, ponle unas zarzas. Allí las sombras son frescas y tiene yerbas a esgaya ¿Por qué se escapa? Hay que ponerle unos palos, hay que ponerle unas zarzas. Las zarzas todas las quita, los palos todos los salta; los grillos todos los rompe y siempre arranca la estaca. Quizás le pique la mosca. Lo que le pica es el alma. Del otro lado del aire hay una burra que canta. Entonces es burro suelto. ¿A qué cerrarle la tapia? Mariano Estrada De “Trozos de cazuela compartida”
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