Muelas de los Caballeros - Zamora

Hola, Mariano Estrada.
Siempre me paso por el foro aunque no entre siempre. Muelas fue para nosotros un lugar en el que nos reencontramos una vez más en nuestras navegaciones.

Hombre, Cañado: ¡Cuánto tiempo! Me alegro de oírte nuevamente...

Aquella fue una etapa desaforada del Foro de Muelas que difícilmente puede volver, como volvían ciertas oscuras golondrinas. Realmente magnífica.

En cuanto a Muelas, el pueblo, qué quieres que te diga. Allí tengo parte de la niñez y de la juventud, divino tesoro que ya se fue. Y, sin embargo, llevo sin ir más de dos años. A esto hay que ponerle remedio.

Gracias por el saludo y el recuerdo.
Un abrazo

Buenos días, Mariano.
Me he alegrado leyéndote. Ha pasado tiempo desde la última vez que conversamos. En febrero del año pasado fuimos a los carnavales de Cádiz y a la comarca de Aracena, por la que hacía más de veinte años que no aparecía.
Estuve antes de ese tiempo, pero fue en sueños, y en pesadillas también.
Me gusta regresar a los lugares que amo cuando nadie me espera, y marcharme de ellos cuando todos dan por sentado que he regresado para quedarme.
Hoy pasaremos el día en la ciudad, y probablemente vayamos al cine. Desde hace casi un año, todos los días soy feliz. Hay claros y sombras en el devenir del tiempo. Es como el cielo, que cambia permanentemente de color y de forma sobre nosotros sin que por ello desaparezca la solidez y firmeza de nuestro hogar.
Otro para ti.

Me alegra saber que hay alguien que se declara feliz. No es fácil en los tiempos que corren, en los que cunden la inestabilidad, la irritabilidad, el desasosiego...
Aprovecha el momento, Cañado. Yo te deseo que dure...
Y te mando un abrazo

por casualidad he encontrado este foro,me encantARÍA QUE alguien le hiciera llegar este relato a la familia de Carlos LLamas.Y decirle que en este octubre 2009 sigue en mi recuerdo. Yo soy de Cional y escribí esto,en un taller que teníamos de lectura y escritura, la única pista que nos dieron para escribir era el principio de el relato.MARIBEL SIEMPRE LLEVABA LOS BOLSILLOS LLENOS DE NUECES.
Para esa persona que se declara feliz enhorabuena, pocas personas saben que son felices,y muy pocas las quese deciden a contarlo . Felicidades y que siga la racha,-



Nueces Amargas

________________________________________

Maribel siempre llevaba los bolsillos del delantal llenos de nueces.Era una de sus constumbres otra era escuchar la radio.Cada vez que empezaba a hacer la cena, encendía el transistor que tenía en la cocina, otras veces se lo llevaba de acá para allá o lo sacaba al jardín, se sentaba en su mecedora y mientras escuchaba ,iba comiendo sus nueces, poco a poco con verdadero deleite.

La sintonía de ese programa le gustaba, y le gustaba aún mas escuchar a ese presentador,esa voz tan cercana, tan habitual diciendo las noticias de una manera que todo lo entendía, y también porque la hacía pensar mucho y cuestionarse todas las noticias ,todo lo que oía.

El era de esas personas que no se dejaban influenciar por nadie, lo mismo criticaba al partido gobernante como al que estaba en la oposición, y era capaz de introducir un comentario jocoso,entre dos noticias para quitarle dramatismo sin por ello desconfigurar el programa ;pero sobre todo ponía siempre una interrogación a cada noticia.

Y mientras Maribel hacía la cena y daba la vuelta al pescado, oía que iba a subir el euribor, y cuando estaba a punto de preguntarse porqué Carlos, el locutor ya tenía en antena a un especialista en el tema para que lo explicara.Y era así con todo, cada noticia parecía que estaba destinada para ella. Estaba tan acostumbrada a oírle que cuando dejó el programa por una temporada, ella se sintió un poco perdida.

¡Y que alegría cuando volvió!
-Aquí estoy de nuevo- dijo- con todos los oyentes, sean ustedes bien hallados.
Con los ojos húmedos Maribel pensó:
-Poco ha durado la alegría.
Porque hoy Carlos, su Carlos Llamas se fue para siempre. Marchó para quedarse en su tierra, en Sanabria esa comarca zamorana tan humilde, tan hospitalaria que sus gentes ponen el corazón en cada cosa que hacen, en cada vino compartido, en cada abrazo que dan.

Volvió al pueblo que le vio nacer donde todos le querían. Y hoy los oyentes diarios se sienten un poco mas solos, como Maribel que con tristeza infinita, coge su transistor se sienta en la mecedora del jardín y empieza a comer sus nueces y no sabe porqué pero hoy, las nueces, tienen un sabor amargo.
Sara Pomeda